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Me fijo en los dos cazadores, el más joven se sujeta el hombro roto mientras nos mira con miedo, sin embargo el mayor nos mira con una sonrisa divertida en los labios, aunque sus ojos se mantienen en mi pareja.

Miro a TaeHyung, me acerco a él y le agarro del brazo para desaparecer los dos, corremos hasta la puerta, Tae da dos golpes en la puerta que llaman la atención del cazador más anciano, nos mira directamente a nosotros mientras TaeHyung hace una especie de clave con los golpes en la puerta.

Cuando ha terminado le arrastro conmigo hasta donde se encuentra Nam Joon, detrás del humano con el hombro roto, con ayuda de Tae le subo a mi espalda y, sujetando a los dos volvemos a acercarnos a la puerta, no podemos hacer nada más.

Me giro y miro a mi pareja, está completamente quieta, sus ojos están cerrados, Jimin está a su lado, tengo miedo de lo que pueda pasar, quiero salir corriendo hacia ellos, hacia ella, y evitar que pueda pasarle algo.

Cuando abre sus ojos me paralizo, sus dos ojos se han vuelto rojos, quiero apartar la mirada de ellos pero no puedo, algo me llama a acercarme, siento a su lobo llamarme. Un fogonazo negro sale disparado desde el cuerpo de Alia e impacta de lleno en el cazador que deja caer su cuchillo al suelo y choca contra la pared. 

El gruñido que suelta después hace que mis oídos sangren al no poder taparme las orejas, veo salir de sus oídos un pequeño hilo de sangre, su cara se descompone un poco pero se lanza sobre el cazador ahora desarmado mientras Jimin noquea rápidamente al más joven.

—Llevaos a Nam Joon al hospital.— la voz de mi pareja sale distorsionada, como si hubiesen dos voces junto a la suya, le doy a TaeHyung el cuerpo de Nam Joon y él no tarda en salir corriendo fuera del lugar cargando con nuestro líder en su espalda.

Me quedo inmóvil a unos metros de Jimin y de Alia.

—Date prisa y mira en sus recuerdos.— no puedo evitar verla cansada, agotada, sus oídos aún sangran y de su mejilla caen un par de gotas de sangre; toco mi mejilla, tiene el mismo corte que yo, el mismo corte que me ha hecho el cazador.

Jimin se acerca corriendo al veterano, que se remueve en el sitio antes de quedar completamente en blanco cuando Jimin posa sus manos sobre él.



(*-*-*-* 0 *-*-*-*)



Me acerco a Alia, los osos se han llevado a ambos cazadores hace unos minutos, no puedo evitar sentirme preocupado, está sentada de rodillas en el suelo mientras sujeta su vientre y respira con fuerza, no deja de gemir y tengo miedo de que sea lo que creo.

Cuando estoy detrás de ella la abrazo por los hombros, me siento igual que ella y apoyo mi cabeza sobre su hombro, necesito que me diga algo, si no lo hace le pediré a Lisa que la revise ahora mismo.

—Los... has visto.— aprieto el abrazo.

—¿El qué?— pregunto mientras nos mezo de adelante hacia atrás.

—Mis ojos.— asiento contra su hombro y beso la marca que nos une.—Has estado a punto de venir, lo he sentido.

No sé que debo responder, ni si quiera entiendo porqué le da tanta importancia a que sus ojos hayan tenido ese color durante un par de minutos. 

El regreso de los Dioses.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora