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La Señora Yon, Alia y Mina están mirando mi pata, en la que siento unos pequeños dientes, bajo la mirada y no puedo evitar enternecerme al ver a Byeong-Ho mordisqueandome como si fuese un palo o un juguete.

—Al parecer había algo mejor que los palos o los juguetes.— bromeo, Alia y la Señora Yon ríen conmigo.

El timbre de casa nos alerta a todos, Alia se levanta tomando su forma humana para poder abrir la puerta, no puedo ver con quién está hablando pero si puedo reconocer el aroma amargo de mi Hyung y líder.

Me levanto y miro a mi suegra, que se acerca a los cachorros, tomo mi forma humana y me acerco a la puerta para poder enterarme de lo que está pasando, porque que Nam Joon tenga cara de preocupación no puede significar nada bueno.

—Hyung, ¿ha pasado algo?— pregunto, miro a mi pareja al sentir su tensión mediante el vínculo, tiene los puños cerrados con fuerza.

—Nos han llegado avisos de las manadas cercanas, han visto a un grupo de humanos caminar hacia aquí y... — niego con la cabeza, me entran ganas de cerrarle la cara en la puerta.

—Ni de broma vamos a ir Nam, lo siento pero no pondré en peligro a mi familia.— me niego en rotundo.

—Jeon, no lo entiendes, y tampoco me estás dejando hablar.— su tono de voz se vuelve autoritario, agacho la cabeza con respeto, aunque Alia se mantiene igual, con la mirada fija en nuestro líder y los puños apretados con fuerza.

—Entonces habla RM-Hyung.— el tono de mi pareja no demuestra la tensión que siento.

—Tengo que venir a pediros esto por el bien de la manada, bien sabéis que os he dado tiempo para estar con vuestros cachorros y fortalecer lazos, pero esto es urgente, — mantengo mi ceño fruncido, últimamente tengo la sensación de que Nam Joon no hace más que poner a mi familia en peligro.—no os pediré que os alejéis mucho de la zona, pero como agentes de seguridad debéis ayudar a la aldea.— asiento pues en eso tiene razón.

—¿Y qué es lo que quieres que hagamos?— Alia habla, Nam Joon aparta un poco la mirada.

—Sólo debéis montar guardia y, en caso de que algún humano aparezca llamar.— cierra la boca, pero algo en su mirada me dice que no ha terminado de hablar.— Si recibís alguna petición de ayuda entonces tendréis que acudir.— gruño, eso último no me gusta nada.

El silencio si instala entre los tres, es un silencio algo incómodo.

Me pregunto que narices debo hacer, por un lado sé que debo ayudar y proteger a la aldea, tanto como parte del cuerpo de seguridad como por ser uno de los siete alfas que lideramos la manada y, por el otro lado, mi lobo me exige cuidar y proteger a mi camada, a mis cachorros y a mi pareja, sobre todo después de lo que pasó en aquel bosque.

Temo por que si ambos dejamos a los cachorros pueda pasarles algo, porque estoy seguro de que entonces no podría seguir con vida, no podría aguantar la pérdida, incluso si ahora tengo a mi pareja junto a mí, el vínculo que me une a los cachorros es fuerte, soy su padre y me asusta mil infiernos que algo pueda pasarles.

—Tomaré vuestro silencio como un sí, — sé que a Nam Joon no le hace gracia alguna lo que nos está pidiendo, pero no puedo evitar sentirme mal.— lamento pediros esto, de verdad. 

Se despide de nosotros y Alia cierra la puerta cuando el líder ha comenzado a caminar, mantengo mi ceño fruncido, la escucho suspirar.

—No nos queda de otra Kook, — nuestras miradas chocan, me hundo en sus ojos bicolor y me dejo abrazar por la sensación de familiaridad y de inferioridad, incluso si ésta última me hace sentir inquieto.— es por el bien de la manada.— la veo caminar hacia el salón, no sé que pensar.

Esto es demasiado para mí, esto es demasiado para todos, ¿a caso no podemos estar tranquilos?

Sé que los humanos no conocen nuestra existencia, aunque los cazadores sí, tampoco hemos tenido nunca la necesidad de acercarnos a ellos, ¿por qué los cazadores están tan interesados en darnos caza?

Nunca entenderé por qué tienen ese deseo de matarnos, incluso si les he escuchado llamarnos asesinos y "peligrosos", cuando no hemos hecho nada como para que nos lastimen.

Vuelvo al salón, Alia está tumbada con los cachorros apoyados entre sus patas, ambos durmiendo, la Señora Yon se levanta y se acerca a mí, tomando su forma humana, me da un pequeño abrazo y una sonrisa.

—No os preocupéis, mientras hacéis guardia yo cuidaré de los cachorros.— a pesar de que eso me calma un poco no aparta por completo el malestar ni la preocupación.

—Muchas gracias Yon.— ella niega, las arrugas de su cara marcándose al mantener la sonrisa.

—No dejan de ser también mis nietos JungKook, debo irme ahora, nos vemos mañana.— me da un par de palmadas en el hombro y sale de casa.

Suspiro, ya sabía yo que lo bueno no podría durar tanto, tomo mi forma animal y me tumbo frente a Alia, que se está quedando dormida, cuidar de los cachorros es realmente agotador y, cada vez que ellos duermen Alia les imita a los minutos.

Me apego un poco a ellos, mi pareja apoya su cabeza sobre mis patas y yo apoyo la mía sobre su nuca, cubriendo por completo a los cachorros de forma protectora, el aroma de Alia me encanta, incluso si a cualquiera le desagrada pues, el olor de la muerte y la sangre normalmente no es un aroma que agrade al hocico de nadie.

Su aroma, y las respiraciones calmadas de los cachorros y ella acaban por inducirme en un sueño profundo, siguiéndoles a los brazos de Morfeo.


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Hola mis personitas!

Aquí tenéis el nuevo capítulo...

No es por nada, pero creo que el final está cerca...

Nos leemos en el siguiente capítulo!

Darkest_Light_Soul.

El regreso de los Dioses.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora