Todo o nada. (Parte 3)

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Capítulo 2/?

Al lanzarse ambas bestias a luchar, el inmenso ejército de demonios y espíritus que Dokuhe había congregado, se lanzó contra el reducido grupo que estaba a espaldas del Lord.

Totosai logró evitar el ataque directo de aquellos seres que no poseían cuerpos físicos utilizando sus rayos y truenos.
La luna roja apareció hacer lo suyo con el anciano, ya que con su gran mazo, logro crear un vórtice eléctrico que mantenía cautivas a las criaturas infernales...

-------Ustedes encárguense de los demás!------Dijo el viejo herrero dirigiéndose al resto del grupo.

-----Entendido.-----Accedio Kohaku y de inmediato, se lanzó al encuentro de aquellos demonios que mantenían poseídos los cuerpos sin vida de los mercenarios que habían quedado.

Ambas batallas parecían estar siendo libradas en conjunto, pero cada parte tenía sus propios problemas.

Los dos inmensos y terribles Yokai luchaban a muerte como fieras asestando mordidas bajas, zarpazos despiadados y golpes rápidos...
El Yako logro tomar a la gran serpiente por la parte de atrás de la cabeza; la sacudió y la golpeó contra el firmamento sin piedad alguna pero esta lograba safarse retorciéndose y golpeando al cuadrupedo con su cola...

La serpiente se lanzaba contra el Yako intentando atraparlo con su boca, pero la bestia blanca parecía ser mucho más rápida y ágil: con sus patas lograba golpear el rostro de su contrincante, dispersado su atención e impidiéndole ver adecuadamente para justo después lanzarse sobre el aprisionandolo entre sus fauces para volver a golpearlo contra lo que tuviese en frente.
La forma de Yako parecía ser de gran ayuda: Sesshomaru pasó de sentirse cada vez mas débil e incapaz a simplemente mantenerse en un estado intermedio. Aún sentía el veneno que su enemiga espada había llevado a su torrente sanguíneo, pero (al menos por un momento) se permitía pensar que tenía esperanza de salir vivo al término de esa monstruosa noche.

El Lord no se percató de en qué momento, la traicionera serpiente alargó su cuerpo y enredo su cola en sus patas traseras tirando así de ellas haciéndolo caer sobre la nieve rojiza.
Desesperado, intentó arrancar la carne de la serpiente que se ataba a el pero era inútil, ya que debido absu combinación con seres infernales, era como si mordiera humo.
El reptil se enteraba a el cada vez más y más dejándolo inmovil de a poco hasta que finalmente, el gran Yako no tenía más escapatoria.
Sesshomaru miró con sus bestiales ojos a la serpiente que se alzó frente a él y al poco tiempo, ésta abrió su boca enormemente para lanzarse contra su prisionero.

El Lord vio claramente como su verdugo era repentinamente golpeado por otro ser de gran tamaño que se lanzó sobre su cabeza como un león que se lanza sobre su presa, tumbando la parte superior del reptil sobre la nieve un permitiéndole liberarse de una vez.
Al incorporarse, el Yako pudo ver a uno de su misma especie luchando cuerpo a cuerpo con su enemigo mientras éste se retorcía intentando escapar de entre las garras del segundo Yako...

La bestia que estaba sobre el era considerablemente más pequeña de lo que era su enemigo original pero no necesitó muchos más detalles para percatarse de quien se trataba..

-------Cuando tiempo, mi señora.-----Saludo el reptil a modo de burla mientras la bestia blanca le aprisionaba con sus patas y le mostraba furiosa sus colmillos.

-------Bastardo!------Reclamó la femenina pero aterradora voz del Yako que mantenía cautiva a la serpiente. -------Crees que voy a dejar que mates a mi único hijo?!?!

La venenosa bestia reptiliana no respondio, simplemente pareció esbozar una sonrisa burlona para después sisear retadoramete mostrando su lengua.

Furiosa, la demonesa le asestó un saepazo al reptil en el rostro haciendo que su sangre cayera hacia la nieve al perder instantáneamente uno de sus ojos.
Semejante herida causó la furia de Dokuhe quien se retorció bruscamente intentando alzanzar al Yako sobre el con su boca mientras la derribaba sin embargo, su intento se vio frustrado por una fuerza mucho mayor que se fue directamente sobre el lanzandolo hacia un lado.

Sesshomaru volvió a aprisionar al reptil entre sus fauses mientras con sus patas se encargaba de causar el mayor daño posible a su cuerpo.
Irasue se unió a su hijo en su lucha mordiendo y tirando de lo poco de la serpiente que era cuerpo físico pero esta se regeberaba una y otra vez sin importar los daños que sufriera...

Mientras luchaba, Kohaku observaba desde abajo a las dos bestias luchar y podía ver las terribles heridas en el cuerpo del Yako blanco...

-------Señor Totosai!------Llamó el chico castaño.------Cuánto tiempo más cree que resista el Lord?!

-------Espera que la luna haga su trabajo y su sangre logre recuperarse del veneno de la espada serpiente...------Decia el anciano aún en su tarea de mantener el remolino electrico.----Pero si ese demonio logra asestarle aunque sea una sola mordiada con esos colmillos venenosos, no durará un monto más.

Kohaku trago pesadamente y después se vio sorprendido por un nuevo atacante, obligándolo a prestar atención a lo que hacía...

------Shippo... Trae esa maldita daga ya!-----Pedía el muchacho al aire.

Aclisolar: El final de la historia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora