Un final escrito en sangre. (Final).

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Miraban incrédulos hacia el horizonte.
Todo había terminado...

El grupo más grande que estaba resguardado en la entrada de lo que quedaba del bosque salió a paso lento y podría decirse, temeroso, uniéndose al grupo más pequeño.

Todos permanecían en silencio. Nadie decía nada. De vez en cuando alguien miraba a quien tenía a su lado y este a su vez correspondía, pero sus miradas terminaban en el mismo lugar: Justo sobre el risco.

Sesshomaru estaba separado del resto. Había recuperado su forma antropomorfa y ahora miraba el fondo del cañón como si esperara ver surgir de nuevo aquella pesadilla. Había recuperado la daga de plata y la sostenía en su mano derecha con fuerza. Miró el pequeño artefacto y luego miro al frente, justo en donde las primeras luces del amanecer volvían a hacerse presentes.

Se dio media vuelta y vio aún sobre el cielo, pero descendiendo en el occidente la roja luna, anunciando el final de tan terrible noche.

Bajo ligeramente su mirada, viendo a la multitud congregada, pero principalmente, a Rin. Quien estaba enfrente y lo miró como si le preguntara qué pasaría ahora.

El demonio avanzó a paso tranquilo, sintiendo la nieve sobre sus pies mientras volvía a tornarse blanca a su paso.

El Yokai se paró en frente de su amada, acaricio su hermoso y aún resplandeciente rostro con su mano y le sonrió mientras procedía a entregarle su daga...

-----Se acabo? ----Preguntó ella.

-----Si... Se acabó...-----Respondio el. -----Finlmente... La guerra terminó...

-----Pero que rayos paso?! -----Resonó la voz desconcertada de Inuyahsa a quienes todos prestaron atención...------Yo...yo no cerré el bórtice...-----Soltó con angustia haciendo que la misma sensación se reflejará en los ojos de los demás junto con el desconcierto.

Sesshomaru, Kagome, Irasue y más estaban a punto de reprender y cuestionar al híbrido pero fueron interrumpidos por Shippo:

-----Te estabas tardando siglos!! Enserio eres un enclenque...

-----QUE DIJISTE ENANETE?!?

------Tuve que hacerlo yo mismo...-----Dijo el zorro haciendo que todos quedarán aún más desconcertados.

-----Como se supone que lo hiciste?! ----Cuestionó Irasue.

------Con esto. ----El zorro alzó con su manos nada más ni nada menos que algo que ya se daba por perdido: la piedra Meidō. -----Lamento haberla usado sin su permiso. ----Se excusó el mago reverenciando a la desconcertada y sorprendida demonesa mientras le entregaba el artefacto en manos.

-----Pero... Tú... Eres un zorro de fuego!! Como rayos...!-----exclamaba Irasue.

-----No es cualquier zorro de fuego, mi señora, se lo aseguro. -----Sonrió Totosai. ----- Las habilidades que requiere la piedra Meidō para ser manejada no son distintas a las que se necesitan para manipular el espacio...y el joven Shippo ya es todo un maestro.

El joven pelirrojo le sonrió al anciano y le hizo un ademán de agradecimiento.

-----Pero...Shippo... Como la recuperaste?!----cuestionó Rin.

-----Cuando atrape a esa lombriz en un truco ilusorio... QUE TONTO!! ----Soltó en una carcajada. ----Ni siquiera se dio cuenta! Todo fue un truco desde que fui a ayudar al capitán Kizoku... TODO! Incluso... Rin... Cuando llegó a la cabaña y tomó a los mellizos...nada era real... Todo lo monté yo para tenderle una trampa...-----Los ojos de la joven se abriré ron enormemente. -----Cuando puso la piedra Meidō en el suelo, prácticamente la puso en mis manos!! Me la entregó y ni siquiera se dio cuenta!

Aclisolar: El final de la historia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora