Yui POV
Las catacumbas eran heladas. Bestialmente viejas y húmedas. Las paredes de roca llevaban enredaderas en ellas y a lo lejos se escuchaba el murmullo de un río solitario. Nuestra única iluminación era una antorcha que Kanato había encontrado en la entrada, pero iluminaba poco.
Al frente iban Shu y Raito. Giraban con una sincronía perfecta en los pasillos, sin decirse nada; sus miradas tampoco se enredaban en lo más mínimo. Detrás de ellos iba Kanato, con la antorcha en sus manos, a la pared avanzaba Subaru, que murmuraba maldiciones por lo bajo sin cesar. Detrás de todos nosotros, estaban Akia y Ayato.
Yo iba incómoda. A un lado mío, iba Kuro. Al otro, Reiji. Amnos tenían las miradas clavadas al frente, decididos, gritando conlos ojos que iban a protegerme cueste lo que cueste. No sabía si había peligro cerca - podría pisar algo y detonar una bomba que nos aniquilara a todos. Esto no es seguro...
Frente a nosotros, el pasadizo se volvió más angosto y todos mirabamos las paredes vacías. Mi respiración se aceleró conforme íbamos dando pasos, como advirtiendo a mi cerebro que algo malo se acercaba y que debía huir.
El camino se dividía en dos. En ningunos de los lados entraba luz, y el sonido era nulo. Corría viento que salía de ambos caminos, ni más ni menos, mientras que los cabezas los observaban detenidamente.
- Es a la derecha.
- Es a la izquierda.
Todos callamos. Shu fulminaba a Raito con la mirada, que veía el suelo. Ha cambiado demasiado. Ese no es Sakamaki Raito. ¿Ha sido la muerte, o algo más le ha pasado?
- La izquierda - gruñó Shu -, lleva a los antiguos calabozos. No hay salida ahí, y demasiadas trampas ocultas.
- La derecha lleva a la entrada al Hades. Quienquiera que entra, no sale.
Y más silencio. Dos caminos, la misma probalidad de salir de ahí. El problema era, ¿a quién seguir?
- Hay demasiadas trampas de camino a la izquierda - opinó Shu -, y no las conozco todas. Es muy arriesgado, no importa cómo lo veas.
- Desde que entramos aquí estamos en peligro. Un poco más o menos de riesgo no cambia nada. - opiné.
- Una cosa es estar an riesgo - habló Ayato -, y otra cosa es lanzarse a la muerte.
- ¿Qué sugieres, entonces? - terció Kanato -. La llama está débil. Se apagará en cualquier momento. ¡No hay tiempo!
- ¡Ya basta! - Akia se cruzó de brazos detrás nuestro -. Raito ha estado aquí hace poco, ¿verdad? Pues tiene la memoria más reciente. Lo seguimos a él.
Vi que Reiji y Shu la fulminaban con la mirada. Todos asentimos, y Raito nos hizo una señal para ir tras él; no pasó mucho para estar cruzando el oscuro pasadizo de la derecha, que se sentía más seco que los húmedos corredores anteriores, y tenía antorchas ya quemadas por completo en las paredes. Avanzamos lentamente, viendo de lado a lado. Estoy aguantando la respiración, me dije al dejar salir todo el aire mío con un jadeo, mientras todos se detenían.
Levanté el rostro y ahogué un grito.
Era, sin duda, una sala de torturas más que unos calabozos. Sí, habían las típicas celdas, pero lo que había dentro era el problema - damas de hierro, las bestiales cajas de metal con púas; esas mesas de acero a las que te amarran con cadenas y las jalan hasta que tus miembros salen volando y guillotinas. Todo apestaba a sangre podrida y había el mismo líquido por doquier, en las paredes y en los elementos de tortura. Un escalofrío recorrió mi espalda.
- ¿Qué clase de calabozo es este? - murmuré, tocando las oxidadas rejas de las jaulas.
- Estar preso es ser un juguete de tortura para nosotros - me respondió Reiji, mirando al frente mientras avanzábamos -. Esto es poco, Yui.
No contesté. En vez de eso, solté un gritillo ahogado - la baldosa debajo de mi pie se había... ¿hundido? Mia ojos estaban demasiado abiertoa, atónitos, y la cabeza me daba violentas vueltas mientras se hacía el silenxio en la habitación.
- ¡Es una trampa! - chilló Subaru, sus ojos bien abiertos.
Oí un sonido metálico detrás mío. Giré sobre mi talón, viendo que la dama de hierro se abría lentamente y un cadáver caía de dentro de ella, mietras que las puas retrocedían y la parte posterior se abría. Lentamente, frente a nuestros ojos, se abrió un pasadizo.
- No es una trampa - murmuró Raito -, es nuestra salida.
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Al parecer Raito había tenido razón.
Aún así, nos detuvimos otra vez.
- Y ahora, ¿qué? - preguntó Ayato, manteniendo las manos dentro de sus bolsillos.
- Debe de haber una habitación abandonada aquí cerca - respondió Shu -, ahí podremos descansar un poco y recobrar algo de fuerzas.
- ¿No podemos... detenernos desde ya? - jadeó Raito, apoyado en la pared.
Giré mi rostro para verle y lo vi pálido como una hoja. Sus ojos se veían opacos, respiraba con dificultad y sudaba en frío. Corrí a su lado y le ayudé a estabilizarse, frunciendo el ceño. ¿Acaso la sangre de Adrianne no ha sido suficiente?, me dije.
- La sangre de Adrianne es muy... vacía - Akia había leído mi mente de nuevo -. No sirve mucho, pero es deliciosa. Padre tenía que beber de ella más de cinco veces al día para estar sano.
Es decir... que yo...
- Exacto. No durarás mucho.
- No podemos quedarnos aquí por mucho - gruñó Shu -. Aquí pueden haber trampas. Debemos llegar a una habitación, estaremos mejor ahí. Y más seguros.
- ¿Cómo pretendes hacerlo? Raito no se puede levantar - Subaru marcó las palabras con violencia -, y no podemos dejarlo atrás.
- ¿Porqué no? - Kuro se encogió de brazos -. Mirenlo así: o muere él o morimos todos.
Hubo un perturbador silencio. Lo miré, segura de que mis ojos estaban furiosos. ¿Qué idioteces dice? No podemos hacerlo. Está enfermo y este lugar es muy peligroso, por el amor de Dios. Kuro, no seas--
- ¿Hablas enserio? - masculló Ayato, viéndolo de reojo.
- ¿Porqué no? - Kuro parecía indiferente.
Y todas las miradas terminaron sobre Raito, que se mantenía en silencio. Un silencio podrido y retorcido. Enserio estaban pensando en dejarlo.
Y la furia me llenó. Apreté los puños, dando unos pasos al frente.
- Basta. ¡No puedo creer que esten pensando en esto realmete! - rugí -. Raito es su hermano, demonios. Y está enfermo. ¿Enserio van a de--?
Sentí una mano en mi hombro.
- No... Yui, es... tá bien.
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HE VUELTO.
ME DIO UN SENSUAL GOLPE DE INSPIRACIÓN Y ESTOY DE VUELTA.
Gracias por esperar <3 Ya se resolvieron los problemas que tenía y la Señora Inspiración ha vuelto a mi lado ;w; Para compensarlas, subiré dos capitulos más dentro de un rato.
De vuelta al fic: Raito está maleto de nuevo ;----; Gomen, gomen </3 Pero ya saben, voten, comenten, y hasta el siguiente cap <3
-TheGirlNextDoor
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Pesadillas e Ilusiones [Secuela de Soñando con un Final Feliz]
Fanfic"Tal vez no te vea, te sienta o te recuerde, pero siempre te seguiré amando." Apenas despertó, puede ver cosas que nadie puede. ¿Es eso bueno o malo? Raito no está seguro, y con la llegada de un miembro más de la familia, ¿qué puede hacer? Yui tampo...