MI DECISIÓN

capítulo 2

NARRA KATE
~*~

Nos habíamos mudado a otra ciudad, al parecer los humanos ya comenzaban a sospechar que les mentimos respecto a la edad.

"Humanos tontos".

También el echo de que los Vulturies sospechaban de mi existencia influía demaciado.

Si se llegasen a enterar de que los rumores eran ciertos, no dudarían en venir por mi y papá no lo permitiría.

Estaba de cacería de humanos, si es que le podía decir así. Me había arreglado de más y la inmortalidad me sentaba bastante bien.

Resaltaba en cualquier lugar al que fuese. Aun que podía salir durante el día prefería salir por las noches.

Afortunadamente no había perdido esa parte de mi humanidad, mi piel no resplandecía con la luz del sol, aún tenía sangre corriendo por mis venas y podía sobrevivir si me alimentaba de sangre o comida humana.

Si quitabamos la inmortalidad y la intensa sed por la sangre, casi era una humana.

Las cosas no iban muy bien que digamos. Papá había convertido a Rosaline para Edwar, pero ella había preferido convertir a un cazador que se hayaba moribundo y terminó por enamorarse de él.

Edwar de nuevo se encontraba solo. A decir verdad él era el único con quien lograba abrirme, no nos ocultabamos nada, era como si fuese mi hermano de sangre.

Un idiota interrumpió mis pemsamientos. "Sin duda terminarás muerto" pensé en mis adentros.

-Hola hermosa, ¿No gustas compañía?

Lo ignoré. No estaba de humor como para jugar con la comida. Al parecer ese tonto no lo entendió ya que siguió insistiendo.

-No tienes por que hacerte a la difícil.
-Ni mucho menos a la fácil.

Un tipo bastante agradable se acercó.

-Por si no lo entendiste, ella no te quiere cerca. Deja de molestarla.

El idiota lo entendió y se alejó de inmediato.

-Disculpa que sea entrometido.
-Descuida, supongo que debo agradecerte...
-Nicholas, puedes decirme Nick. Es más fácil.
-Gracias Nick. Debo irme.

No quería que Nick fuese mi cena. Odiaba que papá me haya dado una maldita conciencia que me atormentase si matara a alguien inocente.

Nick se veía buena persona, no tenía por que morir.

-¿Podré verte después?
-Lo más seguro es que no.
-No me dijiste tu nombre.
-Si vuelvo a verte, te lo diré.
-Espero verte después.

Salí de ahí. ¿Qué había pasado? No debo volver a ver a Nick. No debo hablar con nadie. Regresé a casa y tuve que preparar algo para cenar.

-¿No saliste a cazar?
-Eso hice.
-¿Y qué haces comiendo eso?
-Mi cena se vio frustrada, Jasper.

Se fué con una sonrisa burlona en su cara. Mi relación con el era buena pero aveces prefería cuando no habría la boca. Era raro verlo solo, sin Alice. Supongo debe estar conociendo la ciudad.

Alice era una de mis mejores amigas, yo diría la mejor pero su personalidad era todo lo contrario a mí.

Me recosté y cerré los ojos, intentando descansar un poco, por que claro, eso también era parte de mi humanidad.

...

Amaneció y todos estaban en casa. Decidí salir a hacer algunas compras. No había nada en casa y si otro intento de cacería fracasaba, no iba a optar por comida instantánea.

Estaba distraída en mis pensamientos y choqué con alguien. Levanté mi mirada y era Nick. No podía ser posible.

-Hola, es bueno verte.
-Me gustaría decir lo mismo.
-Disculpa el otro día me habías dicho que si volvíamos a vernos me dirías tu nombre.
-Si lo sé. Seré sincera contigo, no tengo interés en nadie por ahora y tampoco quiero conocer a nadie.
-Tranquila, no quiero presionarte, sólo quisiera conocerte, ser amigos.
-No creo que sea buena idea.
-No lo sabrás si no lo intentas.

Tenía algo que me hacía querer conocerle, pero temía por lo que podía suceder.

-Te invito a beber algo, como amigos.
-Claro.
-Bien.

Estaba por irme pero me tomó del brazo.

-Vaya, estas muy fría.

Sabía que algo saldría mal. Me quedé mirándolo y el a mi.

-Toma mi abrigo, me lo puedes devolver cuando nos veamos la próxima vez.
-Gracias.
-Aún no me has dicho tu nombre.
-Bueno, ya que obligatoria mente volveré a verte, te diré mi nombre cuando nos veamos.
-Eres una mujer interesante.

Le sonreí algo apenada. Era la primera vez que un hombre era amable conmigo.

-Nos veremos luego, desconocida.
-Te veré después, Nick.

Estaba por pagar en la caja cuando alguien me se me quedo observando. Me sentí algo intimidada y eso era bastante extraño en mí.

Salí del lugar para seguir a ese sujeto pero no encontré a nadie. Regresé a casa dispuesta a contarle a Edwar, si le decía a papá de seguro se pondría paranoico.

-Llegaste.
-Salí por algunas cosas que hacían falta.
-Trajiste muchas cosas.
-Bueno, si eres mujer y puedes comer todo lo que quieras sin subir un gramo, debería aprovechar, ¿No crees?

Una sonrisa adornó su rostro. Emet era el más nuevo en el clan. Trataba de acoplarse a todo lo que implicaba ser un neófito.

-¿Y Rosaline?
-Creo que nesecita su espacio.
-¿Problemas en el paraiso?
-Nada que no pueda resolver, eso creo.
-Tranquilo, Ros tiene un carácter algo difícil y variado, pero estoy segura que no tardará tanto tiempo lejos de ti.
-Eso espero.

Escuché a Edwar cerca. Fuí por él y le pedí que hablaramos lo más lejos posible de todos.

-¿Qué sucede?
-Creo que alguien me está siguiendo. Lo vi una vez cuando estaba de cacería en Inglaterra y creo que nos ha seguido hasta aquí.
-Le diré a Carlisline.
-No. Se pondría paranoico, lo conoces. Sinceramente no quiero irme de aquí.

Edwar me miraba analizando mis pensamientos. Lo sentía cada vez que se metía a mi mente.

-Lo haré sólo por que Nick logra sacar tu poca humanidad.
-Gracias Ed.

Lo abracé y regresamos con los demás. Espero haber tomado la mejor decisión respecto a esto.

No me gustaba que me mientan y mucho menos me gustaba mentir. Pero si le decía a papá tendríamos que irnos y no quería irme.