MI DECISIÓN

capítulo 8

NARRA KATE
~*~

Había pedido hablar a solas con Aro, pues no quería que Marco o Cayo tuviesen influencia en su decisión.

Ahora mismo me encontraba caminando hacia el salón donde Aro me esperaba. Trataba de controlar el leve temblor en mis manos mientras al mismo tiempo trataba que mi corazón latiera de forma moderada.

Esperaba que al momento de hablar mi voz fuese moderada y firme. Sabía que todos esos intentos eran en vano, pero me permitían mantener mi mente ocupada.

Me detuve un momento antes de entrar, ya estaba aquí y todo lo hacía por regresar con mamá y papá, los echaba de menos.

Entré y Aro se veía alegre. Si tan solo tuviese una idea.

-Dime ¿Qué necesitas hablar mi querida Katherine?
-Nadie debe escuchar, así que sería mejor así.

Extendí mi mano y Aro entendió que lo que fuese a decir, nadie debía saber.

Tomó mi mano y conforme iba sabiendo cada uno de mis pensamientos sus expresiones iban cambiando. Algunas con odio, otras con cierta pizca de miedo.

Soltó mi mano con desprecio, sabía que no cedería fácilmente.

-No debes decidir ahora, te daré unos días y cuando estés listo, podrías mandar a Alec por mi.
-¿Por que debería ceder?
-Por que si no lo haces, todo este imperio que tanto te ha costado construir con Sulpicia, Athenodora, Cayo, Marco y Didyme, caerá.

Me di la media vuelta para salir del salón, pero justo cuando tomaba ambas puertas para irme, me detuvo.

-Iras con tu Clan con el objetivo de asegurarnos que no hayan violado alguna ley. Cualquier falta deberás reportarla.
-De acuerdo. 
-Hablaré con Marco y Cayo. Alec ira por ti para avisarte.

Después de eso soltó mi brazo y me dejo ir. Salí un momento de cacería, la sed y los nervios estaban matandome.

Esta vez me decidí a ir por un asesino, afortunadamente no tardé tanto en encontrar alguno. Cuando terminé con el sujeto me di cuenta de la presencia de Alec.

-Aro te envío.
-Así es.

Seguí a Alec hasta llegar al salón donde la mayoría se encontraba. Estaban divididos sobre dejarme ir o no, pero Aro tenía que persuadirlos.

-Bien, Katherine. Marco y yo estamos de acuerdo, pero Cayo no. ¿Podrías darle las mismas razones que a mi?
-No iré a entablar lazos familiares. Si Los Cullen cometen algún pecado, serán los primeros en saber y si es necesario ejecutar a todo el clan, no me opondré.  Incluso seré yo misma quien los ejecute.

Cayo estaba más que satisfecho, pues nadie mas que él deseaba acabar con mi clan. Después de unos minutos, los tres compartieron miradas entre sí y Aro fue quien habló.

-Ya que nadie se opone, puedes partir en el momento que desees.
-Me iré ahora mismo.

Salí del salón dispuesta a irme. El único problema es que no sabía donde buscar. Podría ser que Amun tendría idea de donde se encontraban, así que decidí empezar por ahí.

...

Después de llegar con Amun, al ver que no venia en compañía de nadie mas, se sintió solo un poco más relajado.

-Por tu expresión, dudo que Aro te haya enviado.
-No, no vengo por el.
-¿Entonces que te trae por aquí?
-Quiero saber donde encontrar el clan de los Cullen.
-Yo no soy un delator.
-No, no voy a hacerles daño. Estas en tu derecho de dudar de mi después de lo ocurrido Amun. ¿Sabes? El día que llegué aquí con tu clan, notaste que tengo ciertos rasgos de Carlisle y Esme, ¿Sabes por qué?
-¿Cual es tu nombre? Me refiero al real.
-Soy Katherine Cullen.

Amun estaba tratando de unir las piezas en su mente, al parecer papá le había contado sobre mí y por lo sucedido conmigo es que temían por Benjamin.

-Es por eso que no dude en irme con los Vulturi, por que matarían a mi clan. El saber que podía sucederles lo mismo me preocupaba. Sabía que si me unía a los Vulturi dejarían en paz a los Clanes. Ahora tengo la oportunidad de volver con los míos, no me lo niegues Amun.
-Podrías entrar en mi mente y sacar información.
-Prefiero no hacer eso.
-Están en Forks, Washington.
-Gracias Amun.
-Saluda a tu padre de mi parte.
-Lo haré.

Estaba por irme cuando Kebi se interpuso en mi camino.

-Amun, cariño, no podemos dejar que se marche. Es muy tarde para que este fuera.
-Le agradezco su consideración pero no soy completamente humana y puedo cuidarme.
-Carlisle va a odiarme si te dejo ir.
-Tu padre nos habló de ti, dijo que sobrevives de sangre humana y comida humana así que preparé algunas cosas.

Kebi tenía un instinto maternal parecido al de mamá. Al ver la insistencia en el rostro de todos decidí quedarme.

Estábamos todos en la mesa cenando, aun que en realidad era la única que comía decidieron hacerme compañía. Benjamin parecía querer hacer preguntas.

-Benjamin, tienes el don de la manipulación elemental, aun que eso ya lo sabías.
-¿Has podido desarrollarlo?
-No como quisiera. Mientras más dones poseo, más agotar me es usarlos. Apuesto a que eres mejor en ello que yo.

Ahora Amun era quien quería hacer preguntas.

-¿Desde hace cuanto estas con los Vulturi?
-Más de 100 años.
-Tu padre nos habló mucho de ti, te extrañan demasiado y eso sin mencionar a Esme.
-Creo que es quien mas lo sufrió.
-Por esa razón no dudé en separarme de ellos, no quería que hicieran lo mismo con otros Clanes.
-Estamos en deuda contigo.
-No, yo lo estoy con ustedes. Cuando necesiten algún favor, lo que fuese, háganmelo saber.
-Pueden contar con nosotros de igual forma.

Terminé de cenar y Tia me llevó a una habitación demasiado hermosa. Tenía los toques característicos del lugar.

-Tu padre también nos dijo que duermes. Puedes quedarte aquí, espero que lo encuentres agradable.
-Gracias Tia.

Me dedicó una sonrisa y se marchó. La familia de Amun sólo me hacía extrañar aun más a los míos. Debía descansar para poder llegar bien con mi clan.