capítulo 4

2.8K 145 3
                                    

NARRA KATE
~*~

Sentía la brisa golpear mi rostro, pero no podía distraerme con aquella sensación o Emmett me ganaría, de nuevo.

Nos encontrábamos todos jugando Base Ball en un campo enorme y muy apartado de los humanos. Claro, por que nosotros jugábamos aprovechando la inmortalidad y los beneficios de ella.

Edwar estaba por batear y eso era bueno. Casi siempre lograba un home run. Y como si de una visión se tratase, así sucedió.

Ni siquiera me esforcé por seguir con la mirada la pelota, no la alcanzaría. De nuevo sumaron más puntos a nuestro favor.

Recordé que casi ya era hora de ir a ver a Nick, tendría que ponerle fin a este innecesario partido de Base Ball lo más pronto posible.

Era mi turno de batear, teníamos casa llena así que tenía que ser un home run o al menos golpear con suficiente fuerza para darnos tiempo.

-Alice, cruza los dedos.
-No será necesario.

Una sonrisa adornaba sus labios y es que ambas ya sabíamos como iba a terminar este partido.

La pelota venía hacia mí, mamá la había arrojado y creí que no podría darle. Cerré los ojos y aun que no era lo mejor que podía hacer en ese momento, funcionó.

Emmett corría detrás de la pelota mientras papá y Edward llegaban a la última base, solo tenía que correr y los puntos que nos darían la victoria serían nuestros.

Cuando estaba por llegar a la última base, Emmett arrojó la pelota hacia Rosalie y cuando parecía que iba a perder decidí barrerme levantando algo de polvo y esto la distrajo.

Alice anunció que teníamos la victoria. Eso solo significaba que estaría a tiempo para ver a Nick, solo debía avisarle a papá.

-Padre, saldré y no creo regresar pronto.
-Sabes que no me agrada que visites a Nick.
-Creo que lo que no te agrada no es que sea humano, si no un "chico".

Me dedicó una sonrisa algo nostálgica pero al final aceptó dejarme ir. La única condición es que Edward fuese conmigo.

Es absurdo ya que nunca me habían pedido ir con nadie, pero según papá era necesario por si aquél neófito no estuviese sólo.

Al final tenía razón así que no me opuse a su compañía.

Subí a mi habitación a arreglarme un poco ya que hoy sería una cena con su familia,  al parecer aniversario de sus padres.

Opté por un vestido algo sencillo pero bastante modesto. Aun no era tiempo de usar lo que las visiones me habían revelado, compartía un gusto por la moda al igual que Alice.

Estaba lista y al ir hacia la entrada de casa, Edward ya estaba esperándome.

-Te vez estupenda.
-Se supone que Nick diga eso.
-Lo hará, no lo dudes.
-Tu tampoco te vez nada mal.

Una sonrisa algo burlona se dibujó en su rostro.

-Es lo más cercano a un cumplido que tendrás de mí.
-Lo sé.

Decidimos ir como seres normales y civilizados en un automóvil. No iba a arruinar el atuendo que traía solo por la impaciencia de Edward.

Tardamos unas horas conduciendo pero al fin llegamos. Había mucha gente y eso me ponía nerviosa, pues tanto Edward como yo aún no controlabamos muy bien nuestra sed.

-Edward.
-Dime.
-Si te sientes incómodo, podremos irnos cuando quieras, ¿Si?
-Tranquila, estaré bien. Disfruta de la compañía de Nick que parece impaciente por conocerme.

MI DECISIÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora