capítulo 9

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NARRA KATE
~*~

Me había despedido de Amun y su clan. Habían sido muy amables conmigo y les estaría agradecida siempre por ello.

No cabía en la emoción de saber que volvería a ver a todos. Extrañaba mucho a mamá y papá, Alice, Edward. Quería saber todo lo que había sucedido sin mi.

O si Edward ya había encontrado a alguien con quien estar. Por la forma en la que me rechazaba podría sospechar que tenía gusto por los hombres, aun que no me molestaría si fuese así.

Estaba llegando a lo que parecía ser Forks, había tardado un poco pero al fin había llegado.

Decidí ir entre el enorme bosque y no arriesgarme a que ningún humano me viese ahí. Inmediatamente me arrepentiría de esa decisión ya que un aroma en particular captó mi atención e hizo que me tense.

Habían lobos por esta zona ¿Cómo lo sabía? Por que ahora mismo se encontraban tras de mi.

Sabía que no tardarían mucho en alcanzarme pues aun que mi orgullo no me lo permita decir en voz alta, sabía que esas criaturas eran más rápidas que yo.

Uno alcanzo a morderme parte de la pierna y eso me hizo tropezar y caer en un terreno algo inclinado. Rodé hasta chocar con lo que era ahora un enorme árbol que seguramente había caído.

Me tenían rodeada y decidí no moverme. De forma extraña percibí que tenían pensamientos. Todos parecían tener una conexión lo cual me parecía algo estresante.

Un enorme lobo con pelaje completamente negro estaba frente de mi, enseñando me los enormes colmillos que poseía.

Como percibí y entendí sus pensamientos supe que se trataba de hombres lobo, criaturas que no razonaban con vampiros, así que trataré de apelar a mi parte humana.

Por sus pensamientos supe también que les intrigaba mi aroma y el por qué ahora mi pierna se encontraba sangrando, decidí que era momento de hablar.

-No vengo a lastimar a nadie. No puedo decirles lo que soy pero puedo decirles que no vengo a matar a ningún humano, respeto el tratado que tengan con los Cullen. Solo les pido que me dejen seguir mi camino y así poder atender la herida que me han echo. Como han observado, tengo algo de humanidad así que me puedo desangrar y no quiero eso.

Algunos del clan, por no decir la mayoría, querían matarme y otros simplemente dejarme ir. Comenzaba a sentirme mareada por que estaba perdiendo sangre.

Intenté hacer un torniquete pero en el momento que hacía el nudo mi conciencia decidió abandonarme.

...

Desperté en un lugar que nunca había visto, era una especie de cabaña. Se veía cálida y hogareña, extrañamente no me sentía mal estando ahí.

Me levanté rápidamente recordando lo que ocurrió ahí y sabiendo que estaba a poco de reencontrarme con mi familia.

Me puse los zapatos y la chaqueta que alguien me había quitado, y cuando estuve por salir, un hombre con cara de pocos amigos entró.

-Aun no hemos decidido si puedes irte.
-¿Disculpa? Creo que no has entendido, tengo que irme.
-Tu no has entendido que probablemente ya no haya un tratado de paz con los Cullen.
-No tienen por qué culparlos.
-¿Que relación tienes con ellos?.
-Son mi familia, Sam. Y si, soy telepata y contestaré todas tus preguntas si me dejarás ir.

Lo pensó un poco pero al final solo asintió con la cabeza.

-Bien, sé que dudas que sean mi familia pero es verdad. Carlisle y Esme son mis padres, mi madre me tuvo cuando aún era humana. Así que soy mitad humana y mitad vampiro, por ello mi aroma es algo extraño y nuevo para ustedes.
-Pero, escucho los latidos de tu corazón y tienes sangre por las venas.
-Eso es gracias a mi lado humano. También puedo sobrevivir con una dieta a base de comida humana.
-Así que casi eres humana.
-Eso quisiera.

La sombra de una sonrisa parecía querer formarse en su rostro. Salió de la habitación supongo a avisarle a su manada.

Le diría a un chico llamado Jacob que me acompañase.

Esta mente no la había escuchado en mi encuentro con ellos en el bosque así que me sentía nerviosa y hasta cierto punto intimidada.

El chico, de nombre Jacob, estaba enfadado por que tenía que llevarme hasta mi clan como muestra de que aún respetarán el tratado que había.

Al entrar el chico ni siquiera quería mirarme.

-Puedo ir sola, no estás obligado a acompañarme.
-Tengo que hacerlo o...

Al entrar en contacto su mirada con la mía, el chico pareció paralizarse. Al principio pensé que fue por que nunca había visto a alguien como yo pero después de unos minutos me asuste por él.

Entré a su mente sabiendo que eso no le agradaba a nadie pero quería saber por qué me miraba de esa forma tan extraña.

No entendía bien que pasaba por su mente, solo sentía que ese chico estaba o enamorado de mi, o estaba obsesionado por la forma en la que pensaba.

De un momento a otro cayó de rodillas al suelo y parecía no poder articular palabra alguna.

Sam entró abriendo escandalosamente la puerta lo cual hizo que me sobresaltase un poco.

Al ver a Jacob se frotó las manos en el rostro en forma de frustración.

-Jacob, ¿Crees que puedes llevarla con los Cullen?
-Si.

Jacob parecía distraído y dudé si era capaz de conducir.

El camino se me había vuelto incómodo. Tenía muchas dudas sobre lo que había sucedido pero no quería entrometerme en su mente así que tenía que ser directa.

-¿Qué significa imprimación para ustedes?

Pareció dudarlo un poco pero al final decidió decirme.

-Es como una fuerza más fuerte que el amor a primera vista, lo único que deseas es que esa persona sea feliz. Como si los hilos que te unían con otras personas quedaran cortados y millones de cuerdas de acero te unen sin poder escapar a otra criatura. Al estar "imprimado" solo deseas la felicidad de esa persona. 
-Entonces tu estas... imprimado en mi.
-Espero que no.

Dejé escapar un suspiro con pesades. No entendía bien todo esto así que tendría que pregúntale a Edward al llegar.

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