capítulo 12

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NARRA KATE
~*~

Me encontraba camino a donde Jacob me indicó. Según además de sus historias, me presentaría a toda su manada. Claro que me parecía extraño su repentino interés pero que más da ya estaba en camino.

Cuando llegué Jacob ya estaba fuera esperando.

-Veniste en auto.
-El agotamiento físico es parte de mi humanidad.
-Bien, espero que estés preparada por que...
-Lo sé y aun no me parece buena idea.
-¿Miedo a las alturas?
-Podría decirse que si.

La idea de Jacob era llevarme a lo que parecía un acantilado que concordaba con la parte profunda del mar y saltar desde ahí. Me aprecia algo loco y divertido pero al mismo tiempo arriesado.

-Pero antes quiero que conozcas a la manada.

Entramos a lo que creí era casa de Sam y habían chicos ahí. Se acercó a mi oído y me dijo que no mirase mucho a Emily en la cara, a Sam le molestaba aquello y decidí guardar aquellas palabras.

Los chicos se acercaron para ver quien había llegado.

-Ella es Kate.
-La rareza andante.
-No soy tan rara.
-Al fin veniste, Jacob se la pasa pensando en ti todo el día.
-Si, nos tiene hartos con esos pensamientos.
-"Debí pedirle su numero y así poder hablarle".

No pude evitar no reir con lo que decian los chicos. Ahora parecían más relajados y tranquilos que en el primer encuentro y creo el echo de que sea la impronta de Jacob influía mucho.

-Bueno, eres mitad humana y vampiro.
-Soy algo poco común.
-¿Que tan humana eres?
-Además de los detalles que ya saben, puedo vivir con comida humana.
-Me alegra escuchar eso.

Emily entró con una bandeja de galletas que olían riquísimo. Los chicos parecían igual de interesados que yo en las galletas.

-Bien, dejen que al menos lo pruebe.
-Gracias.

Tomé una de las galletas y la verdad estaban riquísimas.

-Ahora veo por que son impacientes. Tienes que enseñarme a hacerlas.

Emily sonreía y al parecer le agrado. A decir verdad aquellas galletas si eran bastante buenas.

-Lo siento pero es una receta secreta y solo yo soy el afortunado de tenerla.

Dijo Sam entrando a la cocina y abrazando a Emily por detrás.

-O vamos, puedo mantener el secreto.
-Bien, es hora de irnos.

Jacob estaba interesado por llevarme a aquel lugar desde que supo que le temía. Subimos al auto y el condujo ya que no sabia hasta donde iríamos.

Al llegar me sentí algo intimidada pues no quería hacerlo, pero ya estábamos aquí muy no quería quedar como cobarde.

Me cambié dentro del auto y luego Jacob hizo lo mismo. Me acerqué a ver que tan alto nos encontrábamos pero fue un error pues me hizo sentir mareada.

-¿Sabes? Puedes hacerlo mientras veo como lo haces y puedo esperarte.

Me miró divertido, no se por que le divertía verme aterrada.

-Tranquila, estarás conmigo.
-¿Se supone que eso debe tranquilizarme? por que no funcionó.
-El truco esta en correr y no mirar abajo.
-¿Algún otro truco?
-No.
-Ya pensé bien las cosas y no voy a saltar.
-Entiendo.

Me acerqué de nuevo a mirar y en ese momento Jacob me tomó de la cintura y saltó junto conmigo.

Solo sentía el aire golpeando mi rostro y gritaba como niña en película de terror. Al llegar al agua lo primero que hice fue nadar hasta arriba y tomar grandes bocanadas de aire.

Mire a Jacob quien estaba tras de mi sonriendo como tonto.

-¿Te crees muy gracioso? Pude haber muerto.
-Nadie a muerto por saltar.
-Pues no quería ser la primera.
-Kate...
-No, no intentes desviar el tema, lo que hiciste fue algo estúpido...

Dejé de hablar para entender a donde se dirigía la mirada de Jacob y enseguida me sonrojé y le di la espalda. Parte de mi traje de baño, específicamente la parte de arriba, no se encontraba donde suponía debería estar.

-No me mires.

Solo lo escuchaba reír y eso me hacía sentir más furiosa.

-Ten, aquí está.

Sin girar para verlo tomé lo que me faltaba y até la parte que iba alrededor del cuello sin problemas, pero tuve problemas por la parte que iba en la espalda y aun que moría de vergüenza tuve que pedirle ayuda.

-¿Jacob? Podrías...
-Ven aquí.

Tomó ambas partes y comenzó a atarlas. Hice mi cabello a un lado para que este no le molestase.

Ya había terminado con el nudo pero se quedó aun mas cerca. Sentía su respiración sobre mi piel y me sentía torpe y nerviosa, su mirada en mi me hacía sentir intimidada.

-Gracias-dije en apenas un hilo de voz.
-Debemos salir de aquí.
-Si, al parecer hace algo de frío.

Mientras nadamos a la orilla, me hacía preguntas sobre "por que sentía frío". Jacob era muy curioso respecto al tema.

-Creí que eras como los Cullen.
-No del todo. Puedo no morir de hipotermia pero eso no implica que no sienta frío.
-Entonces ¿Ahora tienes frío?
-Si.

Me tomó de la mano y me acerco hacia el para abrazarme. Me quedé petrificada pues no esperaba eso de el. Sentí el calor de su cuerpo y era bastante agradable.

El solo sonreía pero decidí no hacerle caso. Pero ¿Como ignorar que un chico con buen cuerpo sin camisa me tenía pegada a el? Digamos que no estaba haciendo un buen trabajo respecto a ello.

Después de que mi cuerpo ya no estuviese tan frío, nos cambiamos y ahora estábamos en el auto camino a casa de Jacob. Lo dejaría ahí y yo iría ahí casa.

Decidí hablar por que no me gustaba mucho el silencio y menos en un auto.

-Bien, la tarde quedó arruinada por el frío así que fue un fiasco.
-No del todo.

Fingí golpearlo pues sabía a qué se refería.

-Eres un pervertido.
-No fui yo quien lo hizo.
-Tu lo ocasionaste.
-No ibas a saltar.
-Buen punto. Déjame decirte que tuviste un privilegio que casi nadie tiene.
-Ni tendrán mientras viva.
-¿Celoso?

No respondió y solo se limitó a mirar hacia el frente. Me sentía algo cansada asi que poco algo si poco mis ojos se iban cerrando.

...

Desperté y ya había oscurecido. Estábamos en el auto frente a casa de Jacke. Decidí bajarme para cambiarme al lado del conductor. Ambos estábamos de pie fuera del auto.

-¿Acabamos de llegar?
-No.
-¿Por que no me despertaste?
-Te veías muy linda durmiendo, casi parecías indefensa.
-Para que lo sepas, yo me veo linda durmiendo o no, y no soy nada indefensa.

No sé por qué sonreía pero era verdad, yo era linda y no lo decía por vanidad.

-Estoy de acuerdo con lo primero.
-¿Entonces... te parezco linda?
-Probablemente.
-Sé que si.
-Te dije que no debes entrar a mi mente.
-No nesecité hacerlo para saber que piensas eso de mi.

En serio comenzaba a amar sus sonrisas, y es que las de él, en especial él, tenían algo que me hacía sentir.... extrañamente bien.

-Te veré luego.
-Bien.

Comenzó a caminar en dirección a su casa pero se detuvo y regresó. Creí que había olvidado algo pero solo se acercó a dejarme un beso en la mejilla. Aquel gesto hizo que me sonrojara.

No dijo nada y ahora si se marchó. Subí al auto conduciendo camino a casa. Edward me preguntaría por que olía a perro mojado pero que más daba, había terminado bastante bien el día.

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