MI DECISIÓN

Capítulo 20

Narra kate
~*~

Edward nos había dado la fantástica noticia de que iba a casarse con Bella. Increíble, me voy cien años y mi hermano consigue una novia y se compromete.

Me alegraba la noticia pero también me preocupaba un poco. Bella era Humana y Edward, bueno es Ed. No imaginaba su luna de miel.

Todos en casa estaban felices y atareados con la noticia. Habían muchas cosas por hacer y en tan poco tiempo.

Había logrado llevarme mucho mejor con Bella, casi la consideraba mi hermana y digo casi por que aunque me agradaba, seguía siendo la novia de mi "hermanito".

Estaba con Alice en una florería asegurándonos de que hubiese todo lo que se necesitaría para aquél día. Iban a necesitarse muchas flores así que sería un pedido grande. Había que asegurar que habría todo lo necesario.

Me llegó un mensaje de texto de Jacob, quería verme.

-Alice yo...
-Lo sé, ve con él.
-Ni sé para qué me molesto en decirte.
-Piensa bien las cosas.

No sabía a lo que se refería. Es verdad que compartía el mismo don que ella pero no siempre teníamos las mismas visiones y había veces en las que solo ella las tenía.

Tomé las llaves de mi auto y conduje hasta la casa de Jacob. Al llegar lo encontré en el pequeño taller que tenía, si es que podía llamarlo así.

Al verme me sonrió y dejó lo que hacía.

-Hola bonita. Quería verte y también hablar sobre...
-¿La marca?
-Esta vez te equivocas. Sé que puedes entrar en mi mente y yo a la tuya pero aún así quiero hablarlo. Sabes que estar separados es doloroso para ambos.
-Lo sé, es asfixiante.
-Tampoco quiero apresurar las cosas.
-Entonces, ¿Qué sugieres?
-Que vivas conmigo.
-Por dios Jake, ¿Sabes lo que estás pidiéndome? No soy anticuada pero, no lo sé. Vivir contigo implica muchas cosas.
-Soy consiente de ello.
-Lo dudo ¿Qué harás cuando deba alimentarme? Yo no soy vegetariana como mis hermanos.

Jacob se incomodó y preferí ignorar sus pensamientos. Ya era demasiado obvio con sus expresiones.

-He pensando en ello y soy capaz de tolerarlo.
-Jacob... no sólo se trata de eso.
-Entonces ¿que sugieres?
-Ya lo he dicho, quiero conocerte.
-¿Qué quieres saber?
-Primero, no sé absolutamente nada de tu familia, ni los conozco.
-Si ese es el problema para que vivas conmigo, entonces arreglemos esto ahora.

Me tomó de la mano y si no fuese por que soy algo rápida caminando estaría siendo arrastrada por el suelo. Caminamos hacia su casa pero comenzamos a correr debido a que comenzó a llover. Jack me abrió la puerta para dejarme entrar primero.

Al entrar vi a un hombre en silla de ruedas y a la madre de Seth y Leah. Ambos me sonrieron con ternura y yo no sabía cómo responder.

A Jacob le divertía verme paralizada por los nervios. Al ver que yo no hablaría él lo hizo.

-Ella es Kate, hija de Carlisle y Esme Cullen, mi compañera.
-Puedes llamarme Billy, es un gusto conocer a la compañera de mi hijo.

Torpemente extendí mi mano para saludarlo entre tartamudeos pero Billy tiró de mi y me abrazó. Tardé en corresponder por lo sorpresivo que fue pero igual se sintió bien.

-Y ella es Sue.
-Es un gusto.

Sue me saludó y se disculpó por que tenía que irse. Sabía por sus pensamientos que trataba de evitarme a toda costa y era entendible, un Vampiro había causado la muerte de su esposo.

-Kate quería conocerte papá.

Le lancé una mirada asesina a Jack pero la ignoró a propósito. De nuevo regresé a tener la sonrisa forzada con la que había llegado.

-Siéntate por favor.
-Gracias. Me da gusto por fin poder conocerlo en persona.
-No entiendo por que mi hijo tardó tanto en traerte, no hay nada malo en ti. Te pareces mucho a Esme, eso sí es extraño.
-Soy su hija biológica.

La forma en la que me miraba al principio cambió. Ahora su mirada permanecía inexpresiva, como si intentase analizarme.

-No entiendo.
-Mi madre me tuvo cuando aún era humana.
-¿Es eso posible?
-Lo fue.
-Así que eres uno de los fríos.
-No completamente. Soy mitad humana y mitad neófita.

Su expresión seguía siendo la misma con cierto toque de molestia. Entendía su odio a los vampiros pero no tenía por que creer que todos eran igual, mi clan hacía la diferencia.

-¿Qué te hace diferente?
-Bueno yo... aún tengo sangre corriendo por mis venas y a causa de ello puedo sufrir heridas. Y puedo vivir de alimento humano aun que no me mantiene tan bien.

Sabía a donde quería llegar con sus preguntas y la idea me aterraba. Jacob se notaba incómodo.

-¿Te alimentas de personas?
-Yo eh...
-¿O lo haces de animales, como tu familia?
-No yo... suelo hacerlo de asesinos.
-De personas.

Definitivamente estábamos empezando con el pie izquierdo. Jacob estaba tratando de controlarse y se disculpaba internamente conmigo.

-De personas que hubiesen asesinado a muchas mas.
-Al fin y al cabo una vida Jacob. Ahora dime, ¿Qué la hace diferente a esos asesinos?
-No la conoces...

Mis ojos se cristalizaron pero no dejaría que ninguna lágrima cayera. Las palabras de Billy habían caído sobre mi como un balde de agua fría, un golpe de realidad.

Se hizo un silencio incómodo entre nosotros y es que no sabía que responder. No había diferencia entre esos asesinos y yo, me sentía como un monstruo.

Me aclaré la garganta intentando que lo que iba a decir saliera con firmeza y mi voz no me delatara, pero al final salió como un susurro apenas audible.

-Un gusto conocerlo Señor. Tengo que irme.
-Me gustaría decir lo mismo, pero no me gusta mentir.

Era mas que claro que no le agradaba al padre de Jack. Me levanté de la silla
Y salí de ahí como si hubiese visto un fantasma, había visto mi realidad.

Jacob salió tras de mi con la lluvia dificultándole la tarea de alcanzarme  y aun que estaba gritando mi nombre ni siquiera me detuve a verle la cara.

-Oye, bonita...
-¡No me llames así! ¿que no te quedó claro que soy un monstruo?
-No lo eres. Lo sé, yo sé quien eres realmente.
-A penas me conoces.
-Y no necesito saber mas de ti. Mírame.

No podía hacerlo, no quería. Me tomo con ambas manos obligándome a verlo a la cara. En su mirada podía ver todo el cariño que sentía por mi y eso solo me hizo derrumbarme.

Aun que la lluvia tenía empapado mi rostro, se que él podía ver las lagrimas que se deslizaban por ambas mejillas.

-Kate, te amo. Nada va a cambiar eso.
-¿Como puedes amarme?
-¡Deja de cuestionar lo que siento! Sólo lo hago y no necesito explicaciones o alguna razón. Déjame amarte y dejate amar. Quiero hacerte feliz pero me estás dificultando la tarea.
-¿Me amas?
-Basta con que entres a mi mente para saber que lo digo en serio.

Y así era. Cada uno de sus pensamientos iba dirigido hacia el amor que me tenía, como había dicho, sin motivo ni razón. Solo estaba amándome y por primera vez escucharía lo que Edward me había dicho ya hace meses, me dejaría amar y comenzaría a ser feliz.

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Me tardé en actualizar lo sé pero he aquí un nuevo capítulo. Tengo inspiración y nuevas ideas para esta historia que ya irán viendo.

Nos leemos después...