Tae Yong abrió la puerta de su cabaña.
—Hola.—Le saludó Donghyuck entrando sin preguntar.
El brujo suspiró pesadamente mientras cerraba con llave. Bueno, se presenta como tal ("Brujo"), pero en realidad se graduó en medicina a los veinticuatro años y se está especializado en fitoterapia, que es una rama de la medicina también conocida como medicina alternativa. Él usa productos de origen vegetal para elaborar remedios. Ahora, la razón por la que se etiquete así es que varios de sus clientes le dicen médico brujo por el lugar en donde reside y su forma de tratar síntomas.
Esto se le contó a Donghyuck cuando apareció en su casa unos días después del campamento. Lo tomó por sorpresa, la verdad. No se topa con este tipo de acoso muy seguido.
—No puedes seguir viniendo a mi casa si no vas a pagar por ello.
—Cállate, te ayudaré a preparar la merienda, tengo hambre.
Tae Yong frunció los labios pero no lo contradijo, también estaba famélico. Lo último que comió fueron tostadas en el desayuno, es doctor pero tiene preocupantes problemas de alimentación.
Donghyuck sacó de la heladera dos huevos, de la despensa avena y azúcar. Iba a preparar tortilla de avena pues le parece que a Tae Yong le falta un buen porte de proteínas.
Por su lado, el mayor puso la tetera para el té.
—¿Qué quieres?
—¿Tengo que venir porque soy interesado? ¿No me consideras un amigo?— Puso media taza de avena en un bowl, partió dos huevos y revolvió. Por último agregó tres cucharadas de azúcar.
—Normalmente, las personas se empiezan conociendo por interés.
Donghyuck sonrió.
—Sé que eres fitoterapeuta, por eso me llamó la atención que tengas libros de magia negra en tus estanterías.
—Qué entrometido.— Susurró.— Me dio curiosidad.
La tetera comenzó a echar vapor por las aberturas, Tae Yong la dejó un poco más mientras sacaba dos tazas.
—Well, quiero que me prestes uno.- Tomó una sartén antiadherente y vertió el contenido.— Específicamente el que habla sobre muñecos vudú, si no te importa.
El mayor arqueó una ceja.
—Ese también tiene recetas de pócimas de amor, ¿No?— Preparó el té.— Considerando que actué como psicólogo todos los días que viniste, me parece que estás intentando evitar mencionar esas páginas.
Ya con la merienda lista, estos multitasking muchachos siguieron su charla en la sala de estar.
—Que no hayan funcionado contigo no quiere decir que será lo mismo para mí.— Dijo Donghyuck.
—Admito que me volví incrédulo después de todas las fallas pero, si funciona contigo puede ser peligroso.
—¿Qué podría pasar?
Tae Yong pensó un momento con la taza humeando entre sus huesudos dedos.
—La señora que me los vendió me dijo que si no ponía la cantidad exacta de ingredientes la persona que tomó podría tener un amor descontrolado hacia ti, como un perro en época de celo.— Donghyuck se mordió el interior del labio.— No me digas que estás pensando...
—No, realmente no pienso usarlo en Lucas.— Sonrió con picardía, era prácticamente un niño apunto de hacer una travesura.— Pienso usarlo en el crush de Mark.
Sí, le había contado todo a Tae Yong.
El mayor le devolvió la sonrisa. Donghyuck tenía ese no–sé–qué que te hacia querer meterte en problemas.
—De todas maneras, la pociones no son eternas. Hay que renovarlas continuamente antes de que pierdan el efecto. Claro, si es que funciona.
—Funcionará, después de todo siempre fui alguien fuera del margen de la lógica.Necesitaba veinticuatro pétalos de Jacinto, él puso veinticinco. Tenía que vertir quinientos mililitros de agua de rosas, puso quinientos uno. Pueden darse una idea de cómo agregó el resto de ingredientes.
La receta decía que solo tenía que mezclar una gota en el bebida de la persona a la que se quiera hechizar, el resto del brebaje se utilizará como combustible para las veces que se tenga que recomponer.
Entonces aprovechó que se acercaba un fin de semana largo en el que celebrarían que aprobaron los exámenes del primer trimestre, y que, milagrosamente Johnny estaba invitado. Esa era la personalidad de Mark, amable como ninguno. Perdonaría a alguien que le quebró una pierna si tiene una razón lógica para hacerlo. De hecho lo hizo una vez con uno de sus amigos de la gang.
El día de la verdad, se repartieron vasos de vidrio con tintes de diferentes colores llenos de limonada, Johnny eligió el rosa. Estaban sentados en las mecedoras de madera del patio trasero de Mark; el nuevo chico, Ji Sung, alimentaba a su becerro.
—A la limonada le falta azúcar.— Dijo Donghyuck como si se estuviera quejando, pero realmente hacía su mejor esfuerzo por actuar.
—Bien por ti.— Contestó Mark.
—¡¿No irás a buscar azúcar para tu mejor amigo?!
Mark frunció el entrecejo, no quería contraatacar pero no tuvo opción.
—No.— Bufó.— Está en una repisa muy alta, no puedo alcanzarla.
Jaeno y Jaemin rieron a carcajadas, a pesar de no ser mucho más altos que él. Ren, en cambio, se relamió con labios mientras ceñía los ojos.
—Ah, ya entiendo, no tiene nada de azúcar en realidad.
—Para mi está bien.— Comentó Ji Sung comiendo un limón que sobró como si se tratara de una manzana.
—Oh my God...— Ren se tapó los ojos preso de la impresión.
—Está bien, yo iré a por ella.— Dijo Johnny.— ¿En qué alacena está?
—Te acompañaré.
“Alerta, chico top y chico bottom cambiaron de lugar, hora de comenzar operación «drogar como si fuera legal»” Decía el subconsciente de Donghyuck, quien acató sus propias órdenes y prosiguió a sacar cautelosamente una botellita que, antes quizá contenía muestras de perfume pero, ahora, tenía una poción mágica. Digamos.
Vertió dos gotas y la volvió a guardar en la seguridad de su bolsillo.
Se escuchó un barullo dentro de la casa seguido del sonido de la puerta abrirse.
—¿Faltaba alguien?— Preguntó Donghyuck.
—Mark invitó a Lucas también.— Respondió Jaeno.
Al brujito se le paró el corazón, ese era el último nombre que quería escuchar. Se preguntó si su mejor amigo estaba conspirando contra él.
Lucas salió al patio trasero mojado por el sudor, había venido de practicar. Donghyuck lo sobró con la mirada cuando, en voz alta, dijo un «hola» general –pero por dentro estaba dando lo mejor de sí para contener una erección–.
—Damn, I'm so fucking thirsty¹!— Exclamó Lucas. Se acercó a la mesa auxiliar y tomó del vaso rosa de Johnny.— Ew, le falta azúcar.
El cabello rojizo de Donghyuck se elevó ante una ráfaga de viento, que le quitó unas gotas de sudor al rostro de Lucas. Fue tan rápido que no lo dio tiempo de gritarle «espera, hay un insecto dentro» o algo por el estilo. Hicieron contacto visual segundos que parecieron horas, hasta que el pelirrojo bajó la mirada con una decepcionado. Supuestamente, la persona que tomara del vaso se enamoraría perdidamente de la primera persona que mirara, Donghyuck iba a encargarse de que ese fuera Mark.
“Por supuesto que no iba a funcionar” Pensó.
Entonces, Mark salió nuevamente con su crush por detrás.
Lo primero que hizo fue tomar a Lucas de los hombros y preguntarle qué le sucedía, por qué su rostro estaba tan rojo. Donghyuck se encogió en su asiento.
“Diablos, diablos, diablos ¿Lo acabo de envenenar?” Tragó en seco.
Ahora él sudaba como si hubiera corrido una maratón.
—E–Estoy bien, solo que...— Se le trabó la lengua.— Solo que estoy empezando a encontrar extrañamente atractivo a Donghyuck en este momento.¹Thirsty: Sediento.
🇺🇲🇨🇦🇫🇷
Ay chiques me re mareé en este capítulo, tengo que corregirlo con los anteriores porque no me acuerdo si ya le había dado color de pelo a Donghyuck. Re que capaz puse que lo tenía negro y ahora está rojo, equivocaciones muy yo, secuelas de toda una vida haciendo one-shots.
También creo que tengo problemas con los signos de puntuación, ya voy a estudiar más su uso.
Ah, y porfa díganme si les gusta esta estructura (sin renglones) o prefieren la escritura dejando renglones por cada diálogo, por ahí es mejor para esta plataforma.
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Gangsta [JohnMark]
FanfictionJohn es un estudiante de artes francoamericano, que se fue a vivir a Canadá con tan solo diecinueve años una vez que Trump ascendió a la presidencia y, actualmente, trabaja como asistente de la estilista Wendy Son. Debido a algunos contratiempos -e...