Gangsta [JohnMark]

Ustedes eran muy chiquitos y no se acuerdan pero Justin Bieber hacía música

Johnny pasó el resto del día acostado en la cabaña que alquiló Ten, porque él no iba a dormir en el suelo frío ni en broma. Un doctor de la localidad fue a revisarlo, se despertó un par de veces pero le recomendaron que siguiera durmiendo. No era nada grave, no obstante había que tomar precauciones para no volver a tener una escena.
Mark quería quedarse con Johnny, esto el profesor no lo tomó bien puesto que el alumno tenía que terminar el cronograma con el curso. Y así se hizo.
Los estudiantes recorrían a pié el camino al centro de la ciudad.
—¿Qué escuchas?— Jaeno le sacó un auricular a Donghyuck, quien estaba la mayor parte del tiempo con eso en los oídos.— ¿Justin Bieber?
El grupo de amigos exclamó en forma de burla.
—Es el álbum my world, ignorante.— Paladeó lentamente la última palabra.— Nadie debería resistirse a escuchar esta voz tan angelical.
—¿No te gusta Purpose?— Mencionó el último álbum de Justin.
—Asco.
Jaeno frunció los labios manteniendo una expresión tranquila. Él era, por poco, el chico más atractivo en el grupo. Se pintó el cabello de un rubio blancuzco hace unos días, lo que hacía resaltar su tez como si el sol se pusiera entre las nubes.
—¿Qué tienes, Mark?— Preguntó Rén Jùn. Siempre se preocupaba por todos.
—Nada, solo estoy distraído.— Contestó.
Era el momento perfecto en el cual Donghyuck podía dar un mal comentario, haciendo a todos sentir incómodos. Sin embargo no es idiota y sabe leer la situación por lo que solo miró a Mark de reojo manteniendo silencio.
—¿Qué programa decente lleva a un alumnado completo a recorrer las calles por la noche?— Gruñó Jaemin.
También conocido como el delantero del equipo de hockey sobre hielo del instituto, Jaeno también juega pero como defensa y no le prestan mucha atención.
Un cuervo, convenientemente, dio un graznido; Donghyuck sacudió su celular de izquierda a derecha encendiendo la linterna y se la apuntó a la barbilla.
—Dicen que por acá se ahorcó una mujer...
—Donghyuck, te voy a ahorcar con tus auriculares.— Amenazó Rèn Jún con una mirada lúgubre.
—¿Realmente te asustan esas cosas, eh?— Jeaeno le pasó una mano por el hombro.
—No te preocupes, yo te mantendré a salvo.— Jaemin empujó a Jaeno y pasó él mismo a abrazar a Rén Jùn. Ren para los amigos, porque es más fácil de escribir.
—Sí, me asustan esas cosas pero no necesito que me toquen.— Ren movió bruscamente los hombros para liberarse y se alejó de brazos cruzados a charlar con otro grupo.
—Bien hecho, jackass¹.— Jaemin golpeó a Jaeno en el hombro.
—Fue tu culpa, weirdo².— Jaeno le devolvió el golpe levantando la barbilla.
Por otra parte, Donghyuck se sacaba un auricular y se lo ofrecía a Mark.
—Ahora estoy escuchando Dua Lipa.— Dijo.
Mark le sonrió débilmente.
—Me siento frustrado por una estupidez.
—Es porque eres un desastre.— Le puso el auricular en el oído.— Mira, ya llegamos al centro ¿Qué te parece si compramos un helado?
Mark no entendía porque se sentía de esa manera al haber dejado a Johnny al cuidado del profesor Ten, era lo mejor que podía hacer. Sin embargo, la sola frase “Johnny al cuidado de Ten” le causaba repelús. Suspiró. Era mejor tomar un helado con sus colegas para espabilar.

¹Jackass: [Insulto] Burro.
²Weirdo: [Terminó despectivo] Literalmente significa “rarito”.

Johnny se sentó en cama lanzando un bostezo. Observó todo el lugar mientras se frotaba los ojos.
—Por qué.— Fue lo único que dijo en cuando se dio cuenta que no tenía ni idea de dónde estaba.
—Oh, despertaste.— Ten le sonrió sentado desde el barquito de madera a la par de la cama, una luz de noche lo ayudaba a alumbrar su libro.— Estás en esas cabañas cerca de las carpas, yo la alquilé.
—Ah, lo lamento. Ahora mismo iré a armar mi carpa y lo dejaré en paz.
—No hace falta, la cama es lo bastante grande para los dos.— Ten le guiñó el ojo.
John levantó las cejas con sorpresa, mientras tanto, internamente lanzaba gritos agudos como si se hubiera enterado que One Direction se reunía.
—Pues supongo que está bien.— Le sonrió.
—Great! Eso fue fácil...
—Igual, ¿Qué pasó?— Preguntó.
—Bueno, fuiste a buscar a los chicos al bosque y te desmayaste por una insolación, entonces...— Pensó un momento.— Entonces fui a buscarte, encontré a mis alumnos y me siguieron hasta el campamento mientras yo te traía a cuestas. Estaba tan contento de que estés bien...— Jugueteó con su cabello, desacomodándolo.
Johnny entornó la mirada, a Ten se le tensaron todos los músculos del cuerpo.
—¿En serio? Muchas gracias.
El mayor exhaló mentalmente del alivio, no era un mentiroso así que le resultaba inmundo –mentir– y lo volvía Inquieto, como si empezara a emanar paranoia de sus poros.
Tenía que hacer algo para mantener la mente ocupada, así que se subió a la cama sentándose a horcajadas sobre Johnny.
Lo agarró del cuello y empujó desde su sien para atraerlo a su boca. Johnny lo evitó poniendo una mano sobre los labios contrarios, sonrió con ternura.
—Sé que Mark me cargó.— Ten se sonrojó. John no iba a especificar, solo recuerda que las manos que lo llevaban no eran de él. Cuando dijo “Mark” estaba arriesgando y dio en el palo, bien podría haber sido Donghyuck.— No tienes que mentir por mi.
—Es que tu rostro es precioso...— Se excusó en cuanto John sacó su mano.— De cualquier forma, lo necesito.
Se abalanzó sobre él y le comió los labios en un beso, Johnny acarició su espalda por abajo de la remera. No podía parar de pensar que el beso se sentía como lejía en su boca, Ten podría prenderle fuego y ardería un buen rato. El susodicho se separó del beso mordiendo el labio inferior contrario al igual que alguien encendiendo un mechero, fue el límite de Johnny.
—Te mostraré como lo hacemos en Estados Unidos.— Se puso por encima del profesor, pegándolo a la cama por los hombros.
—Intentaré no dormirme en el proceso.
No tuvo la posibilidad ni siquiera de adormecerse.