Jaemin y su ejército de cachorros pt.1

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El equipo de Ice Hockey finalizó sus prácticas gratamente y se fueron a las duchas. La mayoría de los jugadores limitaban su espacio personal para no molestar a sus teammates que ahora eran una feliz pareja. Jeno les había dicho que no era necesario pero Jaemin –que estaba parado al lado de su novio en ese momento– les hacía caras, expresando «si aprecian su vida, no se acerquen» y valía más la opinión del chico de puntería lo suficientemente buena como para usar tu entrepierna de portería.

Sin embargo, la tercera persona en la relación, Ren–jun, también figuraba en los vestuarios y guardaba silencio sentado en la banca mientras se tapaba los ojos, pues cada vez que intentaba mirar, un jugador pasaba desnudo frente suyo. Y, todos tenían esculpidos cuerpos de adolescente, porque a sus dieciséis y diecisiete no se veían como Archie de Riverdale pero si iban por un buen camino.

—¡Soy papa casada, soy papa casada!

—¿Eres qué?— Sus novios, que al fin estaban vestidos y con aroma a perfume, hablaron al unísono.

—¡Ya era hora! Sáquenme de este monte Olimpo lleno de dioses griegos, líbrenme de la tentación.— Entrelazó un brazo por cada muchacho y los guió hacia la puerta.

—...qué.— Volvieron a coordinar los jugadores. No es que los deportistas sean lerdos pero, Jaemin y Jeno sí lo eran. Aunque creían simplemente que su novio no daba más de nerd.

La tranquilidad perduró hasta la salida del polideportivo, ya que un Mark con su uniforme pulcro y bien peinado –ahora Ji Sung se encarga de su acicalado– los esperaba en la puerta. O más bien, esperaba a Jeno.

—¿Puedo quitarles a este idiota un segundo?— Señaló al defensa.

—Claro, pero no te acuestes con él, todavía no supero lo de amigos con derechos, brrr.— Jaemin soltó a Ren Jun para abrazarse a sí mismo, como si la idea de Jeno con otro chico que no sean ellos dos le diera escalofríos.

—Eso fue una estrategia, no tengo tan mal gusto.

—¿Hoy es el día de hacer bullying a Jeno?— Dijo Jeno.

—Todos los días son días para hacerte bullying, dude. Ahora, acompáñame.

Fueron hacia la parte de atrás del complejo: un descampado donde se alzaba una cancha de fútbol recién podada. El equipo de Ji Sung sería local en el primer partido de intercolegiales que se disputaba en la tarde, eso les elevaba la moral porque tendrían de su lado el apoyo de los aficionados del fútbol de la institución que eran casi la misma rebosante cantidad como lo era para el hockey.

Jeno se postró en la pared en una pose bastante cool que expresaba un claro «cuéntame lo que planeas, baby boy», aunque quizás el apodo está de más. Mark prosiguió a explicarle el tema del atraco, que para su gang tenía una definición diferente a la que pueden encontrar en los diccionarios o en los programas policiales. Prácticamente, un atraco liderado por Mark Kim consiste en irrumpir armados en una zona de alto riesgo y robarse algo o alguien de importarte valor financiero o emocional. Y todo a lo tonto.

—¿Nos meteremos a la residencia de un mafioso? ¿así nada más? O sea, cuando se trata de narcotraficantes es sencillo pero...

—Jeno, los narcotraficantes son mafiosos.

—No todos...

Mark suspiró.

—Si te refieres a la gente de aspecto extraño que vende bolsitas en la calle y que siempre te digo que no ataques, pues te comento que solo son intermediarios.

Jeno se cruzó de brazos.

—Algunos son agresivos.

—Ajá, sí. Siguiendo con el tema, nos irá bien, hice un mapa— Sin pedir permiso acercó su mano al bolsillo trasero de Jeno y le sacó el celular, unió la pantalla con el suyo enviándole un archivo adjunto. Se lo entregó y el defensa echó un vistazo.

Gangsta [JohnMark]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora