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El domingo, cuando volvía de haber ido al cine con Jimin, escuché como un coche se detenía frente al edificio mientras abría el portón. Era el tipo de cosas que se pasan desapercibido, lo hubiera hecho, de no ser porque escuché a alguien gritar mi nombre desde el interior de él. Al girar para verlo, Namjoon estaba sacando la cabeza por la ventanilla, inclinándose sobre el asiento de copiloto, abrió la puerta para cuando me había acercado a él, comenzando a alarmarme por el gesto de preocupación y desesperación que ensombrecía su rostro, toda su mirada.

-¿Qué pasa? -le pregunté nervioso, noté como sus manos temblaban un poco indicando que subiera. A penas lo hice, el arrancó el coche, asustandome más-. ¡Namjoon! ¿Qué demonios te pasa?

-Es que… Dios, perdón, estoy desesperandome -tartamudea avanzando por las calles, tratando con mérito de esquivar la mayoría de los coches en la autopista. Me puse el cinturón demasiado rápido, pero estaba tan concentrado en no chocar que ni lo notó-. Es Jungkook, estaba enfermo desde el sábado en la tarde, Hoseok creía que sólo era tos. Me marcó hace media hora: lo había llevado al hospital porque no podía respirar.

Fue parecido a mi garganta se cerrándose al escucharlo, con el corazón resonando hasta mis oídos como si todo el ruido del alrededor se hubiera silenciado y no pudiera más que escuchar el estentóreo palpitar. Miré por la ventanilla, podía ver como pasaba todos los coches sobrepasando el límite de velocidad, mis manos comenzaron también a temblar. Fue hasta que todo comenzó a verse un poco más borroso que lo escuché.

-Taehyung… oye Tae -traté de responder, pero no fui capaz de decir algo porque la tenía un nudo en la garganta que apenas podía controlar, emitiendo un desagradable sonido-. Los doctores ya lo están atendiendo, no te preocupes… -extendió su mano para darme un apretón en el hombro, aunque de inmediato lo apartó, más concentrado en ir más rápido-. No llores. Y-yo no… hazlo por Hoseok, no llores. Él no deja de hacerlo desde que lo llevó, no podremos verlo si estás llorando porque entonces los dos me harán llorar y no es lo mejor.

Suspire hondo, tratando de calmarme echando la cabeza hacia atrás y recargándola en el respaldo del asiento, juntando mis manos para apretarlas con fuerza y así controlar más los movimientos involuntarios. Me esforcé en hacer eso los siguientes minutos, hasta sentirlo estacionar el coche en algún lado, exclamó algo y después de cerrar las puertas, ambos estábamos corriendo hasta la puerta del hospital. El pasillo estaba absolutamente iluminado a comparación de la calle y el coche de Nam, vire por todos lados esperando encontrarlo en ese piso, pero Namjoon me empujó con una mano en la espalda al elevador. Presionó el botón tres; la espera no fue tan larga como parecía, como si cada segundo se esforzará en tardar más de lo normal, tal vez incluso era sólo que parecía así porque estábamos nerviosos. Cuando salimos al pasillo, apenas giré un poco la cabeza, lo vi ahí sentado en una de las bancas, sujetando su rostro entre las manos mientras a su lado Jiwoo lo consolaba pasando la mano de arriba hacia abajo por su espalda.

Estaba la madre de Yugyeom también allí, hablando por teléfono junto a unos señores sentados, igual de nerviosos, su cabello canoso y rostros cansados. También había un hombre parado al otro extremo, mirando a Hoseok y Jiwoo con una gran preocupación y tristeza, sólo hasta que me acerqué, pude ver que se trataba de su padre.

-¡Hoseok! -exclamó Namjoon desde mitad del pasillo, un poco entrecortado porque corríamos de nuevo. Él levantó su mirada del piso, para mirarlo, pero rápidamente reparó en mí y sus ojos se llenaron más de lágrimas, arrugandolo con tal expresión de dolor que no podría soportar mirarlo por mucho antes de llorar también-. ¿Está bien? ¿Qué ha pasado?

-Ya lo atendieron, él está… está bien -explicó poniéndose de pie, diciéndole con voz ahogada y débil, se pasó la mano por la cara para quitarse las lágrimas que ya llenaban su rostro-. Es sólo que… estoy asustado.

Canciones y cuentos para Kookie ೃ  HOPEVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora