Prefacio

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Reino de Silla, capital de Gyeongju. 57 d. C

El esplendoroso ejercito partió con decisión al frente de la batalla, llevando en su pecho el escudo de su reino, todos iban a poner en alto el nombre de Silla, pelearían por sus rey, el gran Min Yoongi I.

Observó con una sonrisa sus tropas partir, era la primera vez que no les acompañaría, confiaba en que ellos con ayuda de sus generales podrían ganar la batalla, con la cabeza en alto vislumbro los muros abrirse y abandonar a sus hijos a la suerte del silencioso dios de la guerra. Sus manos sudaban llenas de codicia, sus ojos absorbían lo que había alrededor y sus oídos se deleitaba por los gritos de su gente que le alababa y que se inclinaba a sus pies. Cuando estos desaparecieron en el alba regresó con una gracia superior a sus aposentos, a donde descansaría soñando con la victoria.

Sus sirvientes le siguieron de cerca, abrieron las enormes puertas de su habitación y se hicieron a un lado para que pasara, la morada del rey era enorme, los doseles del lecho estaban abiertos mostrando su cama repleta de cojines suaves, subió los tres escalones y se sentó en esta y el prominente hanbok negro con detalles en dorado que llevaba se acomodó a sus pies, con una mirada seria vio como sus sirvientes salían permitiéndole un momento de privacidad, se recostó entonces mirando el techo y trago en seco antes de cerrar los ojos tratando de descansar.

Los sueños recurrentes de un reino en llamas le hicieron abrir los ojos al cabo de unas horas, su frente llena de sudor hizo que algunos cabellos negruzcos se pegaran a su frente, conteniendo un suspiro se sentó en la cama mirando a su alrededor, las velas habían sido encendidas iluminando asi la habitación, con pesadez y un mal sabor de boca debido al sueño se levantó.

-Mi señor -dijo una de sus sirvientas bajando la cabeza-.¿Gusta que le pongamos su ropa de descanso?

Negó.-Tomaré aire-dijo antes de abandonar la habitación siendo seguido por algunos de sus guardias.

Todo el palacio estaba al tanto de las caminatas nocturnas del rey, sin embargo, esta vez a diferencia de las anteriores no caminó por los jardines o por los pasillos de las habitaciones, subió las escaleras que llevaban a los tejados, iba en completo silencio, mirando el piso que caminaba, memorizando cada uno de los trazos de la loza, su corazón palpitaba con firmeza, necesitaba la gracia del universo para poder ganar la guerra, quería salir triunfador, ser mucho más poderoso y tener el mundo a sus pies, sin embargo el miedo de la derrota lo mantenía despierto por las noches.

Llego al balcón, desde ahí se podía ver el reino entero, la luna estaba brillando esplendorosa en el cielo, iluminaba con su luz todo alrededor, como un día azulado. Cerro los ojos pidiendo una señal divina, necesitaba creer que saldrá victorioso, tomó el aire fresco de la noche y abrió los ojos, fue entonces que estos se toparon con una silueta, la blancura de su piel era visible incluso a la distancia, en una de las casas cercanas al palacio se encontraba una persona, bañándose a la luz de la luna sobre el tejado.

Pudo ver como tomaba el cuenco del agua y la vertía sobre su cuerpo mientras se acariciaba tallando su pálido pecho, su cabello rubio caía en su nuca pegándose por la humedad, sus largas piernas reflejaban la musculatura de estas, con un arco perfecto, sus manos iban y venían por su cuerpo. Se quedó sin aliento, parpadeo perplejo, tal vez había decidido bañarse pensando que nadie le observaría, nadie excepto él. Ladeo la cabeza con los labios secos, su corazón latía con fuerza, su belleza a la luz de la luna le abrumo. Cerró los ojos y tomó una buena bocada de aire, como si a través de este pudiera oler la esencia del aroma de su cuerpo. Al abrirlos, sus ojos se llenaron de lágrimas, el deseo incomprendido, uno que no había sentido nunca en su vida se alojaba en el fondo de su pecho, clavándose con fuerza, apretó sus manos, comprendió entonces que no descansaría hasta no alimentar su necesidad de saber quién era ese hombre.
















Hola. ¿Saben qué es lo que hace alguien con insomnio? si, esto, o al menos en mi caso. Espero no arrepentirme jajaja

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Esta corta historia esta inspirada en la canción de Hallelujah de Rufus Wainwright, que a su vez se inspiro en la historia bíblica del Rey David y Betsabé. (La canción esta en multimedia)

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Espero que les guste.






























Portada hecha por MerakiRame


El Concubino Del Rey *Yoonmin/Taekook*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora