XXV

11.4K 1.9K 890
                                    

Namjoon no estaba seguro de qué hacer, se encontraba en medio de una encrucijada, sabía bien que lo que estaba haciendo podía ser catalogado como traición, aún si en su mente no pasará la idea de fallarle a su rey, lo único que necesitaba eran respuestas, quería sacarle la información necesaria para atacar al ejército rebelde y parar por completo su avance. Eso era lo que un general hacía, era lo que su padre le había enseñado y no iría en contra de sus creencias, servía a Silla y al rey Min Yoongi.

Después de la plática noches anteriores, SeokJin se había quedado en silencio, alegando que si le decía todo lo mataría más rápido, no estaba tan equivocado, sin embargo, esconderlo de Taehyung se estaba volviendo cada vez más difícil, así que tomó una decisión que posiblemente sería la peor considerando la situación de su hermano, para distraerlo, le encomendó cuidar del príncipe, eso lo haría permanecer en el palacio mientras él, buscaba la manera de resolver las cosas.

Que el príncipe heredero haya nacido enfermo, fue parte de su salvación, porque el rey no requería de sus servicios, rogaba al cielo que el niño mejorara, pero no dejo de aprovecharse.

—¿Vas a hablar esta noche? —preguntó con cansancio.

—Quiero darme un baño—dijo con una mueca.

SeokJin era hermoso, incluso podía ver su hermosura a través de aquella suciedad, rodó los ojos, estaba por negarse, al final de cuentas era un prisionero, pero no lo hizo, se puso de pie y lo señaló con la espada.

—Un movimiento en falso y te mueres—soltó con dureza, ignorando la sonrisa de SeokJin, no entendía como este parecía no tener miedo, sus recuerdos lo llevaba a aquella noche, donde se comportó como un completo atrevido.

Se encaminaron a la salida del granero, donde la noche estrellada y fría les esperaba, SeokJin paró en seco, para admirar el firmamento, Namjoon le miró de cerca, había cambiado por completo su expresión, haciéndola más vivaz y dulce, sus ojos parecían brillar con una intensidad que nunca antes había visto. Le pareció tierno, pero al cabo de unos segundos recordó de quien se trataba.

—Vamos—dijo con seriedad mirando hacía su casa.

—¿Alguna vez has dormido en una colina mirando el cielo? —preguntó con dulzura.

—No, si hiciera eso, sería una muerte segura—respondió con una media sonrisa.

—Olvidaba quien eres—bufó antes de volver a caminar—. Deberías hacerlo alguna vez y descubrir la belleza de la naturaleza.

—¿Tú lo haces seguido? —preguntó mirándolo sobre su hombro derecho.

SeokJin asintió. —Odio estar encerrado, me gusta la libertad.

No dijo nada, abrió la puerta de la casa, había algunas velas prendidas alrededor, SeokJin entró mirando a su alrededor, como niño curioso se alejó de Namjoon para explorar, este se le quedo viendo con una ceja alzada, SeokJin parecía no tenerle miedo a nada y era eso mismo lo que le preocupaba.

—Ven—indicó yendo a una de las habitaciones, en donde se encontraba la tina-. No hay agua caliente.

—No importa—dijo siguiéndolo de cerca—. ¿Y tu mujer o doncel?

—No tengo.

Namjoon no se percató de la ligera sonrisa que surcó los labios de SeokJin. —¿Vives solo?

—Con mi hermano, pero eso es algo que no te importa—se dio la vuelta de repente, haciendo que SeokJin chocará contra su pecho—. Ahí hay unas cubetas con agua, hazlo rápido que quiero descansar, esperaré en la puerta.

El Concubino Del Rey *Yoonmin/Taekook*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora