26.¿Quieres ser mi...Lindsay?

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-¡Dylan!- le lance un pedazo de papa cruda.

-¡Te declaro la guerra!- se quito indignado el pedazo de papa del ojo y me lanzo sal.

-¡Por Narnia!- le arroje más sal.

-¡Por Esparta!- el tomo el vaso de sal entero apunto de arrojármelo, pero el profesor "Stuard" se lo arrebato mirándolo enojado.

-¡Señor Clark! ¡señorita Macklagen!- dejo la sal en su lugar - ¡Dejen de jugar! Ya pónganse a hacer el experimento -

-Señor Stuard...¡Ella comenzó! -¿Quueee? Lo mire indignada- ademas ¿como dijo que se hacia el experimento?- lo miro expectante.

-No se lo repetiré otra vez ...¡y no se arrojen sal! Se quedaran pelones...- el estaba dispuesto a irse, pero Dylan abrió su boca.

-¿Por eso se quedo pelón usted?- me atragante con la carcajada que no salió de mi.

-¿¡Como dijo!?- le grito el profesor rojo de rabia.

-No se lo repetiré otra vez- le dijo con ironia, el profesor le dio una ultima mirada de desesperación y se fue susurrando cosas como "malditos inútiles, ya los veré en la esquina vendiendo chicles". La campana sonó y salí con Dylan hasta mi casillero.

-¿Y?- le pregunté.

-¿Que?- dijo él.

-¿Crees que quede calva por la sal que TU me arrojaste?- abrí mi casillero y lo mire con el ceño fruncido, la sal comenzaba a picar.

-Pues...- el miro a otro lado -¡Lili!- Dylan arrastro a lili enfrente de él provocando que se golpeara en la cabeza con el casillero- Lili ya esta aquí...oh mi querida liliana...las dejo, cuídense- y damas y caballeros, así es como Dylan desaparece.

-¿Por que tienes sal en el cabello? ¿O es caspa?- lili la toco lentamente yo rodé los ojos y serré el casillero.

Lili y yo llegamos afuera, apenas estaba comenzando el mes de octubre y ya habían lluvias, me tuve que estacionar muy lejos hoy ya que llegue tarde y lili me acaba de pedir que la llevara a su casa. En la mañana no tenia idea de como se habría el paraguas, así que me moje, pero ya lo descubrí.

-¿Y ahora?-hablo lili mirando la lluvia.

-¡Yo tengo la solución!- grite eufórica. Saque el paraguas y oprimí el botón para que se abriera solo...pero eso no paso.

-¿Eeehh?- lili me miro con ridiculez, todos nos veían por mi grito.

-Maldita sea- fruncí mi ceño y tome el paraguas quitando la correa y después ya oprimí el botón abriéndolo derrotada...a la próxima paraguas...a la próxima.

(...)

Ya eran las once de la noche y apenas termine la tarea, me acaba de llegar Andrés...maldita sea...¿¡están jugando a baseball con mis ovarios o que demonios!?.

Me deje caer en mi linda, linda, cama y me senté como chinita para tomarme algo para calmar y controlar el dolor, apague las luces y me metí entre mis colchas. Comencé a cerrar placenteramente la vista hasta que todo se volvió oscuro.

...
....
.....

Ring, ring, ring, ring. Maldita sea.

El maldito ruido de una llamada entrante me levanto, mire la hora...¿la una de la mañana? ¿Quien carajos llama a esta hora?. Aún con los ojos cerrados busque mi celular por toda mi cama. Lo encontré y con los ojos cerrados conteste.

-¿Quien...?-se escuchaba algo raro.

-Buenos días mi linda Megan, hermosa y deseada versión perfecta de afrodita, ¿Cómo amaneciste cielo? Ya te quiero ver de nuevo ¿Cómo estas? - hablo una voz grave demasiado conocida para mi rápidamente. Abri los ojos perezosamente y mire mi celular que decía "neanderthal" con la foto de un mono con muchos piercings.

Come back.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora