Cuando Niall y Connor despiertan a la mañana siguiente, se encuentran con una mesa perfectamente preparada. Tortitas, tostadas, macedonia de frutas, zumo de naranja, café, cereales y tres perfectos platos de desayuno irlandés. Nunca me había esforzado tanto, pero quiero demostrarles que realmente me importan, mucho, y me siento fatal por haber estado ayer tan rara con todo el mundo.
Cuando lo ven, los dos se quedan impresionados. Vienen corriendo a abrazarme, felices porque esto no ha durado y me agradecen todo el desayuno. Niall me lame la mejilla y Connor me muerde el labios inferior justo antes de besarme.
Los tres nos reímos juntos al darnos cuenta de que, con toda la comida que hay en la mesa, los dos han optado por probarme a mí. Menos mal que, después, enseguida se sientan y empiezan a devorar como si no existiera un mañana. Y yo con ellos, por supuesto.
Ellos son los que recogen la cocina y, tras ello, los tres vamos a vestirnos. Tenemos que ponernos guapos para pasar el día juntos. Aunque todavía no sepamos lo que vamos a hacer.
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Convirtámonos en leyenda.
Hayran KurguDicen que las leyendas irlandesas guardan más secretos de los que parecen revelar. Hay magia, amor y esperanza en cada relato y una gran lección en cada palabra. Yo misma me críe escuchando cada historia y aprendiendo de cada punto que estas guardan...