Regreso a ti [Sasuhina]

5. Conversación.

Capítulo 5

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Conversación

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Lentamente, se acercó al que había sido su alumno.

—Sí que es extraño verte nuevamente, Sasuke. Creí que no volvería a verte nunca más—dijo tomando asiento a su lado mientras ojeaba su libro.

—Todo es extraño desde que he vuelto.

—¿A qué te refieres?—formuló apartando la vista de lo que estaba leyendo.

—A nada.

—Mmm... ¿Te has enterado de tu prueba para ver si estas apto para permanecer aquí?

—Sí, Tsunade me lo acaba de informar. También ha dicho que se me asignará una persona para que me vigile.

—Ajá, y esa persona podría ser yo —comentó con lo que quizá hubiera sido una sonrisa si no tuviera esa máscara.

—Pero también puede que un Hyuuga, Kakashi- dijo inmediatamente.

La idea de tener como custodio a su ex maestro no le caía mal, pero podría ser mucho mejor si se le otorgaba la otra opción.

—Ya entiendo, prefieres a un Hyuuga. ¡Qué mala suerte! Y yo que quería ponerme al día contigo.

Eso era un chiste para el hombre, pero para él una buena oportunidad.

—¿Te soy sincero? —preguntó el joven al fin.

—Siempre lo fuiste, así que dilo.

—Entonces te lo diré, prefiero a un Hyuuga, en especial a...

—Entiendo —lo interrumpió—  y aunque no lo creas, sé a quién te refieres.

—¿Tan evidente fui?

—No, por eso fui el único que se dio cuenta.

Se quedaron en silencio. Mientras uno ocupaba sus pensamientos intentando recordar signos del pasado que lo hayan puesto en evidencia respecto al tema, el otro retomaba la lectura.

—Se te ve pensativo. De seguro te estás preguntando cómo me di cuenta— dijo riéndose.

—Algo así. Nunca fui una persona que se podría poner en evidencia.

—A ver si te acuerdas. ¿Te doy una pista?

—Si quieres, total no me interesa.

Mentira, le interesaba... y mucho.

—Los exámenes chuunin.

—¿Qué? ¿Cuándo? ¿Dónd...?—se calló abruptamente, sonaba desesperado. Y ese no era él.

—Haz memoria. Otra pista, ronda de eliminación.

—No entiendo de qué me estás habland...Oh no...

Había caído en la cuenta...

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—¡Sí! Hemos llegado a la torre con los dos pergaminos; significa que pasamos, ¡que felicidad! —gritaba su rubio compañero.

—¡Ya basta, Naruto! Todos nos miran. Si estás feliz, demuéstralo quedándote en silencio por un buen rato —le ordenaba su compañera de cabellos rosados, que hasta hace un día le llegaban poco más arriba de la cintura.