Regreso a ti [Sasuhina]

17. La verdad es cruel.

Capítulo 17

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La verdad es cruel

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—Está bien, habla —dijo una vez sentado en un banco de la plaza.

Ella no decía nada, solo miraba perdidamente el suelo.

—Sakura, no tengo todo el día, tengo otras obligaciones que... —reclamaba Sasuke a la vez que se levantaba.

—¿Obligaciones?—le interrumpió, alzando la vista para verlo — ¿acaso Hinata Hyuuga es un obligación, Sasuke?

Sus ojos de color jade parecían recriminarle lo que él hacía con su vida.

—Sakura —contestó apoyando con demasiada fuerza la canasta sobre el banco, haciendo lo que estaba dentro sonara muy fuerte — ¿Por qué lo preguntas? Es asunto mío, o mejor dicho —sus ojos mostraban ira — de Hinata y mío.

—Es cierto, pero...—

—¿De esto querías hablar?

—No sé qué me pasa. Es que cuando volví a la aldea lo primero que veo es... —se calló repentinamente, no quería mencionarlo.

—Nos viste a Hinata y a mí. No le veo nada malo. Cada uno hace lo que quiere con su vida sin tener que explicar nada a nadie.

—Pero, Sasuk...—

—Sakura, escucha bien esto —sus ojos daban más miedo que antes— Yo no soy nada tuyo, ni tú mío.

—Lo sé.

—De acuerdo, si no hay más que decir, me retiro.

Emprendió su camino, no quería estar más allí explicando cosas que no le concernían a nadie más que a él. Si quería estar con Hinata, lo haría, sin tener que anticiparle cada paso a cualquiera.

—Espera, Sasuke – dijo a sus espaldas—,  una última cosa.

—¿Qué? — respondió dándose la vuelta.

—Ya sé que no debo meterme en tus asuntos, me lo dejaste muy claro, pero quiero saber... ¿Cómo...?— no podía seguir mirándolo, por eso desvió la vista— ¿Cómo fue que te fijaste en ella? Nunca se hablaron, se miraron. Nunca la nombraste, era como si no conocieras su existencia.

—Yo si conocía su existencia.

—¿Qué? — lo miró incrédula.

No entendía. ¿Por qué había dicho eso y encima sonreía?

—Conocía su existencia, porque sí le hable, sí la miré y sí la nombré. ¿Por qué otra cosa sino no me interesaba en ti o las demás chicas? ¿Acaso no se te pasó por la cabeza que tal vez hubiera alguien?

—¿Desde...cuando?

—Desde siempre.

—No entiendo.

Sasuke ya se empezaba a cansar, no quería contarle a ella la "historia de su vida", pero lo haría, con tal de que se acabara.

Suspiró para no perder totalmente la calma.

—¿Me dejarás en paz si te lo explico?

—S-sí.

Sasuke regresó al banco y tomando asiento le explicó.