21. ¡Qué bajo he caído!

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  Capítulo 21

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¡Qué bajo he caído!

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-Hmp, se está tardando bastante – se decía Sasuke, recargado en una pared - ¿Qué no quería estar junto a su amiguito?

Mientras más se tardaba, más se molestaba. No por el tiempo que pasaba, sino por lo que estaría haciendo. Supuestamente iba a tomarse un baño, luego irían a avisarle a su maestra ya que su compañero seguramente ya se encontraría en el hospital.

¿Por qué tardaba tanto?

¿Se estaría arreglando demasiado? ¿Le estaría preparando algo?

Se alarmó, ya que sus hipótesis podían estar acertadas.

-Jaja – comenzó a reír – ya empiezas a pensar en estupideces, ¿no, Sasuke?

Frunció su entrecejo ante lo dicho por él mismo.

-Y encima te ríes y hablas solo – volvió a reír pero ahora por lo bajo – Y vuelves a hacerlo. Creo que estoy perdiendo la cordura – se dijo tomándose la cabeza entre sus manos.

-Es que... - continuó hablándose – el pensar que se preocupa por otra persona que no sea yo, me pone furioso – se cruzó de brazos y cerró los ojos – Está bien que se preocupe por él, es su compañero que se lastimó en una misión. Pero yo también he tenido misiones peligrosas y no he salido muy ileso que digamos – abrió los ojos para mira las nubes en el cielo – También me he enfrentado a Akatsuki y he ganado; maté a mi hermano, a ese rubio de las bombas y hasta a uno de los tres sannin. Yo también he estado grave y no hubo tanto teatro. Hinata pareció no preocuparse por mí en el examen chunnin...

En eso reaccionó. Cayó en la cuenta de todas las cosas que había dicho. ¡Cómo si a alguien le importaba el discurso que había estado diciendo! Sacando a relucir todo lo hecho y el pasado. Todo por pensar que ella estaría haciendo algo por el perro ese.

-Hmp – volvió la vista al frente - por lo menos el egoísmo me sigue intacto.

Siguió esperando un poco más, debatiendo mentalmente esos sentimientos hacia ella:

Tenía celos, como era de esperarse, ya que siempre los tuvo; también era egoísta queriendo que solo él fuera el único interés de ella, de ahí se desprendía la envidia hacia ese chico perro, que seguramente estaría toda su estadía en el hospital acompañado. No era justo, Hinata era de él; ni de Naruto ni del otro, solo de él.

-Ella es mía – dijo finalmente separándose de la pared en la cual reposaba – siempre lo fue. Solo que nunca se dio cuenta.

La verdad era esa, simplemente esa. El problema que se había presentado fue solamente el de esa maldita frase que destruyó todo posible futuro:

"-¡Vete! ¡No me hables más! ¡Yo no te conozco! ¡Vete!"

¿Por qué no se mantuvo callado en ese entonces? Estaba dolido, pero no tenía que lastimarla a ella también.

Dicen que cuando uno pierde, también gana. Pero ¿qué ganó él? ¿Celos, incertidumbre, soledad?... todo por culpa de esa maldita noche.

No soportaba más todo lo que pensaba, tenía que despejarse. En eso recordó por qué
estaba así: ella no venía.

-Está bien que no sea paciente pero esta espera sobrepasó mi límite.

Se encaminó hacia la pared por la cual trepó anteriormente para dejarla, una persona común no podía ocupar tanto tiempo con una simple ducha.

Regreso a ti [Sasuhina]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora