14. En nuestro lugar.

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  Capítulo 14

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En nuestro lugar

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—¿De dónde vienes? —preguntó su padre al verla entrar a la mansión.

—D-de almorzar, p-padre—contestó Hinata haciéndole una reverencia en señal de respeto.

—Me parece que es un poco tarde para haber ido solo a almorzar.

—L-lo siento padre, p-pero después fui a...

¿Cómo le diría que estaba con Sasuke? Él sabía la misión que se le otorgó, pero no podría decirle que esa salida no tenía nada que ver con su trabajo.

—F-fui a... —no podía decirle.

—No hace falta que me lo digas, ya sé que saliste con Uchiha.

—L-lo s-siento m-mucho padre.

Tenía miedo de lo que pasaría, su padre no la respetaba como su hija. Quizás le amenazaría y diría que más allá de lo profesional no debería verlo.

—Está bien, no tiene nada de malo.

¿Cómo? No se había enojado, no lo entendía.

—P-padre, pero...

—Hinata además de ser el líder de nuestro clan, soy tu padre. Sé lo que pasó con ustedes porque estuve en todos esos momentos. Solo quiero decirte una cosa, más que decirte, aconsejarte.

—Sí.

—Él ya te lastimó una vez, no dejes que lo haga de nuevo.

Sin decir más, Hiashi se retiró, dejando a una Hinata desconcertada ante lo que había escuchado.

No le había recriminado lo hecho, al contrario, se mostró compasivo y mostró una faceta que no veía desde poco tiempo después de la muerte de su madre.

¿Cómo era posible que aceptara lo que hizo? ¿Podía ser qué apoyaba que Sasuke y ella volvieran a llevarse como antes?

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Perfecto, esta vez había llegado a tiempo, contando que se acostó temprano para poder descansar bien y esta vez despertarse temprano.

Hace diez minutos que esperaba, cosa que lo impacientaba.

A lo lejos pudo verla; venía cargando lo mismo que el día anterior, la mochila y la canasta.

Esta vez Sasuke si había desayunado, pero no quería que se pusiera mal al creer que había cometido un atrevimiento, al creer que otra vez se habría olvidado de comer algo, es por eso que se encaminó a su encuentro para ayudarle con lo que comerían.

—Esta vez llegué temprano, así que tendrás que anotar lo puntual que fui— le dijo a la vez que agarraba la canasta y le daba un beso en la frente.

Ella, poniéndose colorada se detuvo para mirarlo a los ojos.

—S-sí llegaste t-temprano ¿s-significa q-que ya d-desayunaste?

—Comí algo pero no me alcanzó. Es que me olvidé de ir a comprar comida.

—Ah, ¿p-pero entonces quieres o no quieres desayunar?

—Claro—dijo y se acercó a su oído — ¿Cómo no querría, Hina?

—M-me alegro, b-bueno a-apurémonos antes de e-empezar.

Regreso a ti [Sasuhina]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora