Capítulo 32 (editado)

199 22 1
                                    

Katherine

Salimos de la ducha después de nuestro encuentro en el ring de boxeo. Y cuando me dispongo a secarme el pelo con una toalla, los brazos de Jayden me rodean la cintura por detrás y hacen que me tumbe en la cama, sobre su duro y cálido pecho.

El silencio nos envuelve y, a pesar de que es el lugar más cómodo que se me puede ocurrir en este o cualquier otro momento, no me puedo quitar de la cabeza el hecho de que aún desconozco demasiadas cosas del hombre al que amo. Dios sabe que le he dado tiempo y que seré lo paciente que él necesite, pero es que el no saber nada hace que en mi pecho abrasen las llamas de la ansiedad.

—     ¿En qué piensas? —pregunta después de estar callados por un momento.

—     Mmh.

—     ¿Estás nerviosa?

—     No —niego rápidamente y con ello me gano una mirada incrédula de Jay—. Tal vez... un poco —afirmo después de un rato, un tanto incómoda por el hecho de que me conozca tan bien, más cuando aún hay demasiadas cosas de él que yo desconozco.

—     No te avergüences por eso. Tu padre te quiere...

—     Lo sé —le corto—. No es eso.

—     ¿Entonces?, ¿qué te pasa? —me debato entre si debo hablar ahora y apagar un poco esta ansiedad que siento o callar, mas sus intensos orbes castaños me instan a que tome mi primera opción, así que finalmente decido soltarlo de manera rápida.

—     Aún hay muchas cosas que no sé de ti —nada más responderle, siento cómo su cuerpo se tensa bajo el mío como si de una roca se tratara—. ¿Ves?, solo te he preguntado y ya te pones así.

Siento que suspira agotado antes de volver a hablar.

—     Está bien, te contaré algunas cosas, pero para otras necesitaré aún más tiempo. No estoy preparado y sé que has sido paciente, pero solo te pido que respetes eso. ¿Está bien? —asiento sin mediar palabra alguna y Jay me sonríe —: Bien. Pregunta lo que quieras.

—     Tus padres... —al decir esas únicas dos palabras siento cómo su corazón comienza a latir de un modo casi desmedido y comprendo que estoy pisando terreno pantanoso—. Es decir, tu hermana tiene una vida bastante buena y tú... —me duele el corazón al decir estas palabras, al caer en la cuenta de lo que todo esto conlleva. Que al hombre que amo con toda mi alma y por el que daría todo, ha sufrido tanto... y ni siquiera sé ni la mitad —tú vivías en la calle.

—     Katherine —jamás había escuchado pronunciar mi nombre con tanto dolor—, esto es algo para lo que no estoy preparado para responder. Es algo por lo que me han roto en mil pedazos y, aunque tú hayas sido la responsable de recomponer cada uno de esos pedazos, me es imposible hablar aún de eso.

Sus palabras me conmueven, ver cómo su mirada sincera recae sobre mí, hace que me rompa.

—     ¿Incluso conmigo? —pregunto devastada, por no ser capaz de ayudarlo a superar lo que sea que lo atormenta.

—     Sobre todo, contigo. ¡Eh! —Alza mi mentón con su dedo índice para que lo mire, una vez que agacho la cabeza por sus últimas palabras—. No malinterpretes mis palabras, tú eres una de las personas más importantes de mi vida, odiaría recibir tu rechazo cuando te enteres de la verdad. Temo que me odies cuando te enteres de todo, o que pienses que no he tenido la suficiente fortaleza.

—     Jamás pensaría tal cosa —me apresuro a decirle porque es la verdad—. Eres el hombre más fuerte que conozco, yo habría muerto en la calle. Y tú... no sé tus razones, pero has sido lo bastante valiente como para tomar tus decisiones y lo suficiente fuerte como para no abandonar. Jamás te odiaré por ello o dudaré de ti.

Te necesito Saga Necesidad #1 #wattys2023 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora