Capítulo 7 (editado)

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Katherine

Abro la puerta de casa y me encuentro con una Belle ansiosa.

— Pasa, Belle, estás en tu casa. —Le sonrío ampliamente. Belle es un encanto, es alguien de confianza y dentro de poco, si todo sale bien y mi querido y mujeriego hermanito no lo fastidia, será mi cuñada. Así que la adoro.

Grazie, Kate.

— No hay por qué, lo mío es tuyo, hermanita.

Belle se pone nerviosa cuando la llamo así. Veo cómo sus mejillas de su tono natural aceitunado se vuelven rápidamente de un rojo intenso y baja la mirada al suelo.

— Vamos Belle, prácticamente somos familia. No te pongas tímida.

Antes de que pueda decir algo más decido arrastrarla dentro de casa frente a la frustrada mirada de Jay, debido a la conversación que hemos dejado en el aire.

— Tengo el vestido perfecto para ti, confía en mí, te quedará espectacular. Mi hermanito va a quedar todavía más maravillado si cabe —le digo mirándola una vez que hemos llegado a mi cuarto, a la espera de ver su reacción.

¡Bingo! ¡Se ha sonrojado!

— ¿Eso crees? —pregunta con una tímida sonrisa.

— Lo sé, y ahora… ¡Manos a la obra! Hay bastantes cosas para hacer y —miro mi reloj de muñeca— ¡Oh vaya! Poco más de una hora.

***

Una hora y cuarto más tarde ambas estamos vestidas, maquilladas y peinadas. Belle está de impresión, realmente tendré que ponerle un babero a Hudson. Al final ha utilizado el vestido al que tanto se resistía debido a que era un Valentino y le daba miedo estropearlo. Color marfil que hace resaltar aún más su tono de piel aceitunado y su larga melena negra que hemos ondulado y dejado suelta. Escote en "v". Unos zapatos blancos y un maquillaje negro y gris. Labios rojos.

En cambio, yo me había decidido por un semirecogido al lado, un maquillaje sutil con labio rojo para que destaque más y un vestido negro con encaje desde el cuello hasta la cintura y después se torna vaporoso. El escote hasta casi el abdomen me encanta y gracias al largo del vestido no se nota que llevo unas cómodas bailarinas negras. De todas formas, con mi metro setenta, los tacones no son algo imprescindible.

El timbre suena de pronto y ambas damos un salto por la sorpresa.

Agarro de la mano a Belle, la dejo al pie de las escaleras y le indico que baje cuando me oiga dar la señal.

Bajo rápidamente y abro la puerta. Frente a mí se encuentra mi hermoso hermanito, lleva un traje oscuro y camisa blanca junto con la corbata roja que le regalé por su cumpleaños, realzando así su atractivo natural.

En definitiva, mi hermanito está imponente, se ve que se ha lucido para Belle.

— Hola, Hudson —digo lanzándome a sus brazos, mi hermano me corresponde al instante, me alza un poco y haciéndome girar en el aire nos mete a la casa y cierra la puerta con la punta del pie, causándome la risa, siempre hace eso.

— Hola, hermanita, ¿cómo estás?, ¿nerviosa? —me somete al tercer grado fraternal mientras mis pies vuelven a sentir el suelo.

Doy un suspiro para tranquilizarme.

— Estoy bien —logro decir con una fingida sonrisa.

Mi hermano me da una rara mueca y acerca su boca a mi oreja dónde susurra "si tú lo dices".

Te necesito Saga Necesidad #1 #wattys2023 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora