Serotonina

17. Serotonina

—¡Eva Longoria! —gritó Mariano.
—¡Justin Timberlake! —grité.
—¡Chris Fucking Hemsworth!
¡Obviamente! —gritó Cecilia.

Los tres seleccionamos a la estrella con la que queríamos estar, he inmediatamente los celulares que habían aparecido frente a nosotros regresaron a su compartimento.

—Un momento por favor —dijo la voz femenina.

Hubo un silencio prolongado, estaba a punto de correr por todo el lugar, brincar sobre la barra y masturbarme en frente de todos. "¡Es enserio que me voy a follar a JT! ¡No puede ser!".

Después de unos minutos, las puertas por dónde habíamos entrado se abrieron, revelando a las tres celebridades que habíamos elegido.

—¡Qué alguien me pellizque la cola! —gritó Cecilia.
—Es mi Reina Eva Longoria... —dijo Mariano en estado de shock.
—¡Justin! —tartamudeé.

Los artistas que elegimos comenzaron a bajar las escaleras, Chris venía de smoking, Eva con un vestido súper provocativo y Justin con una playera y unos jeans tan pegados, que podía ver toda su musculatura.

Chris se acercó a Ces con el cuerpo erguido y con esa voz grave que tiene.

—Are you Cecilia? —le preguntó Chris.

Cecilia nada más se le quedó viendo cómo si estuviera viendo un fantasma.

—I don't know who I am right now —le contestó Cecilia.

Justin también me abordó con esa sonrisa de dientes perfectos y ese rostro de diez mil ángeles.

—I'm so happy to meet you Sergio —me dijo Justin.
—Excited to meet you —le contesté.

Eva Longoria estaba sobre Mariano, con la intención de besarlo.

—You are such a beautiful man, Mariano —le dijo.

Mariano solo estaba boca abierta sin decirle nada.

—You know what we came here for? —nos preguntó Chris.
—Are you real? —le preguntó Cecilia.
—Of course we are real, we know it might be diffcult for you to do this now, but we can start slow if you whant to —dijo Chris.

—¿Qué dijo Ces? —le pregunté.
—Que sabe que esto puede ser difícil, que pueden ir despacio si queremos —me contestó.
—A la verga con ir despacio, he fantaseado con esta vieja desde los 20 —dijo Mariano.

—We don't want to go slow, we have desired you for far too long —le dijo Cecilia.
—Very well then, shall we? —le dijo Chris a Cecilia, dandole a entender de ir a la cama.

Las tres celebridades nos llevaron al fondo del lugar, dónde habíamos dormido hace unas horas. Nos sentaron y sin decir nada más, nos besaron apasionadamente.

Mi corazón quería salirse de mi cuerpo y darse de topes en la pared, Justin Timberlake me estaba besando cómo si fuese su novio.

Al momento de sentir sus labios, me sobre calenté como cafetera en estufa, tenía miedo de sufrir un paro cardiaco de tan acelerado que estaba.

Mariano, por otro lado, estaba entradísimo con Eva, al parecer estaba tan excitado que la acostó sobre la cama y se la empezó a sabrosear como si se tratara de la primera tipa con la que ha estado en su vida. Pasó sus manos por su busto, por sus nalgas repetidas veces, no parecía darse abasto.

También me percaté de Cecilia y Chris quiénes parecían novios de primaria, en vez de una pareja con ganas de coger.

Después de todo lo qué me había dicho Ces, sobre su forma de tener sexo, jamás pensé que se comportaría de esta manera. Tierna, relajada y femenina.

Me parece que el estar con estas personalidades nos generó una revolución interna que ni nosotros podíamos controlar.

Yo comenzaba a sentir que ardía, conforme Justin se iba quitando su playera para dejarme ver qué tan tonificado estaba; mientras acariciaba mi piel con sus manos duras y esos brazos de acero.

"¿Cómo puede ser esto real, cómo podían estas personas estar aquí? ¿Queriendo coger con tres desconocidos? ¿Serán los efectos de la inyección, les pagaron una fortuna o también los drogaron?", pensé.

Cuándo Mariano desnudo a Eva, me percaté que la mujer tenía el cuerpo súper estético, ni un gramo de grasa, unas piernas larguísimas y el cabello tan perfectamente cuidado que casi reflejaba la luz de la habitación "y". Mariano no perdió la oportunidad para practicarle sexo oral y gozar de tan bella mujer.

Si Chris fuera un platillo, Cecilia lo estaría cocinando a fuego lento. Pues ella estaba más interesada en probar su musculatura que cualquier otra cosa. Sin embargo, después de unos minutos, no se pudo contener en desabrocharle el cinturón y bajarle los pantalones.

Admito que se me desviaron los ojos de Justin, cuando Cecilia comenzó a mamarsela a Chris, su verga era tan grande y tan gruesa como un obelisco.

Pasó poco tiempo para darme cuenta que ninguno de los tres aguantamos llegar hasta la penetración, porque nos venimos antes de tiempo. Era imposible resistirse a los cuerpos tan perfectos de estas personas; eran de otro mundo.

Al terminar, Mariano abrazaba a Eva con los ojos cerrados, mientras que Cecilia terminó acostada sobre los pectorales de Chris, y yo, estaba acostado boca arriba, viendo el reflejo de Justin por el espejo que había en el techo. 

Los seis estábamos sin decir nada, sólo se escuchaba la música jazz de fondo y nuestra respiración.

Por un ligero segundo, al fijar mi mirada sobre el reflejo de Justin, pude notar un ligero brillo rojo saliendo de una de sus pupilas.