*Nanatsu No Taizai : El preludio de una tragedia* (Libro I)

Capitulo 15: Descubrimiento

*Lilith*

Mi hijo está muy raro últimamente. Espero que no se esté viendo con Elizabeth a escondidas, ya sería el colmo de la desobediencia. Yo sólo quiero lo mejor para él y relacionarse con el enemigo( por muy guapa y buena que sea), no es una buena idea.

Mientras camino por el pasillo, me encuentro a Déborah, la prometida de mi hijo Meliodas. Sinceramente, esta chica ni me va ni me viene. Mi marido se ha empeñado en que sea la esposa de nuestro hijo y todavía no sé muy bien por qué. No me ha visto, así que decido esconderme detrás de un pilar. Normalmente no llevo mi magia activa, así que es bastante difícil que me sienta.

Entra al Gran Salón y parece que Fer está allí ( Lucifer, mi marido). No sé por qué, pero esto no me gusta un pelo, así que me acerco a investigar. Se les oye hablar.

Fer: Dime Déborah, ¿Qué te preocupa?
Déborah: Su hijo obviamente. No me hace ni caso. No parece que seamos una pareja.
Fer: No le des importancia. Estará ocupado con tanta misión.
Déborah: ¿Misión? Ja! Este sólo va de aquí para allá a no se sabe qué. Ayer me dejó con la palabra en la boca, así que decidí seguirlo. Cuál fue mi sorpresa que estaba en la zona central del Reino y estaba mirando a una Diosa.

Oh, oh. Meliodas, dime qué no has hecho nada.

Fer: ¿Y eso qué? Estaría planeando matarla.
Déborah: ¿Cmo mató a la princesa Elizabeth? Por cierto, la Diosa era ella.
Fer: Mmmmmm, así que fue él quien la liberó...no sé por qué, pero lo sospechaba. Aún así no lo culpo, al fin y al cabo creo que no era conveniente dejarla aquí.
Déborah: ¡Su reacción al verme fue muy violenta, parecía como si le hubiese pillado haciendo algo! Encima me ha dicho que no me quiere, que se casa porque lo manda usted Majestad.
Fer: ¿Te esperabas otra cosa del despiadado de mi hijo? Despierta Déborah, estamos en el inframundo, aquí no hay sitio para romanticismos. Si no te vale lo que se te ofrece, ya sabes por dónde salir.

Parece que Déborah se ha callado y viene corriendo hacia la puerta. No me da tiempo a esconderme así que hago como que acabo de llegar.

Yo: ¿Qué ocurre?

Déborah no contesta y se va.

Yo: ¿Qué le has...?
Fer: Sé que estabas detrás de la puerta Lil,no disimules...
Yo: UPS! Me has pillado!

Fer se pone serio y me mira fijamente, seguramente para preguntarme lo obvio.

Fer: Lil, ¿Tú sabes si realmente...?
Yo: No. Meliodas no está con Elizabeth. Ha visto que es guapa, pero nada más. No la mata porque sabe que nos traerá problemas. Además, a mí me ha caído bien.

No debería haber dicho eso. Fer me mira algo enfadado pero no me dice nada, sólo se queda pensando.

Yo: Será mejor que no te moleste, pareces pensativo...
Fer: No, no te vayas, Lil. Hace mucho que tú y yo nos damos un buen paseo. ¿Qué te parece si cancelo todo lo que me queda por hacer y nos vamos por ahi?

Mi cara es de ilusión absoluta. Me sonrojo y le asiento con la cabeza. Le cojo del brazo y empieza a contarme cosas graciosas de sus misiones mientras vamos de camino a los jardines.

*Meliodas*

(Zona neutral)

Elizabeth...aparece por favor. Sé que tarde o temprano aparecerás. Necesito hablar contigo. Mientras estoy acostado y mirando el cielo, la noto.

Elizabeth: Meliodas, ¿Otra vez aquí? En serio, basta ya de acosarme.
Yo: Elizabeth...necesito hablar contigo...
Eli: Ya te he dicho que te alejes de mí. Voy a casarme y no quiero que estés pululando por aquí.
Meliodas: Esto es neutral. Vengo si me da la gana. Además, tengo una carta para tí, de parte de la niña.
Elizabeth: ¿De Merlín? La verdad es que no la he visto desde que te la llevaste al inframundo.

Le doy la carta y la guarda en un bolsillo. Aprovecho esa distracción para cogerla de la cintura y la arrastró hasta una columna. Ella me mira sorprendida y me pone las manos en el pecho, tratando de apartarme de su lado.

Eli: Meliodas, por favor...basta.
Yo: Sé que quieres esto Elizabeth, no te resistas.
Eli: Eres un idiota, he dicho que pares!!

Me empuja hacia atrás y me planta un soberano bofetón. La racha de mierda aumenta por momentos.

Eli: Que te quede clarito. Yo no soy de nadie, sólo de mí misma. No soy un objeto, soy una mujer y tú no tienes derecho a decidir nada que tenga que ver conmigo o con mi cuerpo. Lárgate al purgatorio, maldito per...

Se calla de repente y se pone blanca. Oh mierda. Siento una colleja en el cuello y un tirón de oreja. Es menos de lo que esperaba de mi madre, sinceramente.

Lilith: Tú te vienes conmigo. Ve a casa. Ahora. Vamos a hablar muy seriamente.

Me doy la vuelta sin rechistar y paso la puerta.

*Lilith*

Mi hijo...¿Ha intentado forzar a una chica? Era lo que me faltaba por ver.

Eli: Alteza...yo...
Yo: No te preocupes Elizabeth. Hablaré con él. Ve a casa.

Me doy la vuelta y me voy. Cuando llego voy directo a la habitación de mi hijo.

Yo: ¡Meliodas! No te he educado para que hagas esas tonterias. Te dije que te alejaras de ella!!!! ¿Qué demonios estás planeando??

Meliodas: Mamá, no te metas. No es nada raro, lo juro.

Yo: Se acabó. Estás castigado!!!

Meliodas: Mamá, no tengo 5 años, lárgate!!!!

Y me empuja hasta la puerta, sacándome de sopetón. Se encierra.

Yo: Será posible!!! ¿Qué manera es esa de tratar a tu madre?

Meliodas: ¡¡HE DICHO QUE LARGO!!

Tengo un cabreo bastante comprensible, pero intento respirar y tranquilizarme. He sido un poco bruta entrando así a voces. No insisto y me voy a mi cuarto a pensar cómo sacarle a esa chica de la cabeza.

*Meliodas*

He gritado a mi madre. Otra colleja que me va a caer. Pero no la aguanto cuando no piensa las cosas. ¿Forzar a Elizabeth? Yo no haría eso, jamás. Pero he sido un estúpido, eso sí lo reconozco. Me ha podido el orgullo masculino, qué le vamos a hacer, las hormonas a veces son incontrolables...

Pican a la puerta. Como sea mi madre otra vez...

Lilith: Meliodas cariño, tú Padre quiere hablar contigo. Te espera en el Gran Salón.

¿Hablar? Espero que mi madre no se haya chivado de lo mío. Me pongo algo nervioso por primera vez en mi vida, pero salgo de mi habitación, dispuesto a lo que sea que quiera mi viejo.