Capítulo 19: Aprendiendo de tí

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*Meliodas*

Hoy es el día. Hoy voy a aprender más sobre el Clan enemigo. No es un plan ni nada parecido, lo juro, pero Elizabeth me ha ablandado sin querer.
Voy al lugar de encuentro, las ruinas y allí está ella, esperándome con una sonrisa.

Eli: Meliodas, qué puntual.
Yo: Hola.
Eli: Espero que esto no sea un plan super malvado para hacer daño a mis amigos y a mi familia. Te lo advierto: soy pacifista hasta cierto límite, cuidado.

Qué sexy se pone cuando me amenaza. Sonrío y asiento con la cabeza.

Yo: Lo juro. Ya te he dicho que no voy a hacerte daño. Aunque...a los demás...igual no puedo evitarlo si sigo órdenes de mi padre, te lo advierto.
Eli: Mmmmmm. Me vale por ahora. Ya pensaremos en algo. Bueno, tú dirás qué quieres saber.
Yo: Mmmm. Para empezar, me da curiosidad quién eres tú en tu Clan. ¿Sólo tienes el rango de princesa? ¿O haces algo más?

Me mira un tanto decepcionada.

Eli: Meliodas, si piensas que soy la típica princesa malcriada y caprichosa, te equivocas a lo grande. Además de la Princesa de mi Clan, soy una especie de sacerdotisa suprema. Yo guío espiritualmente a los arcángeles y les doy consejos. También soy la encargada de enseñar a los querubines y además soy la Healer Superior. En el caso de una guerra muy grande, coopero en las curas más difíciles y en la defensa de nuestros soldados. Como te puedes imaginar, no es que sea una tarea fácil.

Vaya, la había infravalorado totalmente. Sabía que era Divina, pero no hasta tal punto.

Yo: ¿Y los demás? Bueno, sé que los arcángeles son guerreros como yo, pero hay más gente aquí.
Eli: Mmmm a ver, empezaré desde el rango superior.
Mi madre, la Deidad Suprema es la Líder de nuestro Clan. No se deja ver demasiado, está cegada por el rencor últimamente y sólo quiere veros muertos a todos los Demonios. Quizá por eso se ha retirado a hacer rezos espirituales. Aún así, su función principal es dar poder a sus tropas y poco más. No parece una líder, ciertamente.

Vaya, vaya, mira quién se lleva mal con su propia madre. Sigo escuchando, puesto que tiene más que contarme.

Eli: Después, está mi padre, que ya lo conoces. Gabriel, el Gran Arcangel. Él es el General de nuestras tropas. Sustituye a mi tío Miguel, que era el Jefe, pero hace mucho que no se le ve por aquí, igual que a mí otro tío Rafael. Ellos tres más Ludociel, Mael, Sariel y Tarmiel forman el grupo de los 7 Arcángeles Legendarios. Ya sabes que los cuatro últimos son nuestros soldados principales y constan de 4 gracias. Sariel y Tarmiel tienen los elementos del agua y del viento, mientras que Mael y Ludociel portan las gracias de la Luz y del Sol. No te conviene enfrentarte con ellos, sobre todo con Mael.
Yo: El Ángel de la Muerte lo llaman.
Eli: Por desgracia, se ha vuelto un tanto despiadado, sí. Todos se han dejado llevar por el poder y la maldad, así que su espíritu está corrupto. Mi padre se ha dado cuenta, pero sólo mi Madre puede quitarles ese poder, cosa que no piensa hacer, claro está.
Yo: Ya veo.
Eli: Después de los arcángeles, vienen nuestros ángeles, que son soldados sin más, por debajo del nivel de los Mandamientos, como Nerobasta o Jelamet, que son Jefas de su rango, sirven de apoyo a los arcángeles. Por debajo están los celestiales, que son civiles, gente de nuestro pueblo, que no dudan en luchar si es necesario. Y por último, están los niños, los querubines, a los cuales yo enseñó a leer y escribir. Mi padre se encarga de enseñarles las ciencias y Ludociel...a pelear.

Es increíble. Menuda jerarquía tan bien organizada, no se parece en nada a nuestro desastre de Clan. He de decir que mi Padre nos controla muy bien pero no es tan... perfeccionista. Sabía que estos eran un poco..."pijos" en todo.

Yo: Vaya, es bastante increíble. Nosotros vamos más a nuestra bola, aunque tenemos unos rangos parecidos.
Nuestro Líder es nuestro padre, el Rey Demonio, quién organiza a las tropas más grandes y más pequeñas. Mi madre, la Reina Lilith, es un poco menos poderosa, pero más te vale no enfadarla, puede ser más despiadada que mi Padre.
Después estamos mi hermano Zeldris y yo, que soy el Líder de los Diez Mandamientos y Zeldris mi segundo al mando. Llevo un grupo de 8 miembros más, cada uno con su propio poder. Por debajo están los Demonios de colores: de más alto a más bajo: Amarillos, azules, grises y rojos. Después tenemos a los soldados rasos y a los diablillos.
Eli: Vaya, qué interesante. Pero también he oído que tenéis una criatura que es equiparable en poder con tu Padre...Indra, no?
Yo: Indra no sólo es una criatura como tal, también es una forma que podemos adoptar los Demonios cuando nos inutilizan 6 de los 7 corazones que poseemos. Es como un sacrificio. Nos aumenta bastante el poder, pero también nos hace más salvajes, más...inhumanos.
Eli: Ya veo...espero no cruzarme con alguien así...o que te pase a tí alguna vez...

La miró sorprendido. Se está preocupando por mi. Pues sí que está enamorada de mí. Y yo igual, soy tan idiota. Me acerco a ella y le cojo la barbilla, ya que está algo cabizbaja. Me mira y yo le doy un tierno beso en los labios. Ella se sorprende, ya que no está acostumbrada a que sea tan cariñoso. Le susurró al oído.

Yo: No te preocupes mi Princesa, no me pasará nada. Te prometo que volveré a tí, de cualquier forma posible.

Ella sonríe avergonzada y asiente con la cabeza. Dios, qué preciosa es.

Eli: Ejem, ejem...bueno, creo que deberías ir a por Merlín, tengo muchísimas ganas de conocerla y además se hace tarde.
Yo: ... Sí.

Se acerca y me da un beso en la mejilla. Yo me arrodillo y le cojo la mano, dándole un beso en ella. Nos sonreimos y yo me levanto, dispuesto a irme. Ella se sienta, a la espera de que yo vaya a por la pequeñaja. En ningún momento dejo de mirarla a los ojos mientras me alejo, igual que ella. Ella sonríe aún más y me lanza un beso. Paso la puerta a mi casa y Gowther me espera con Merlín.

Merlín: Ya era hora. ¿Dónde estabas?
Yo: Ahora voy, no seas impaciente. ¿Preparada niña?

Merlín levanta una ceja como cabreada, pero asiente. Me dispongo a cogerla en el cuello, pero se aparta.

Merlín: Ni se te ocurra. No soy una niña pequeña, ¿sabes?
Yo: Merlín, tienes...10 años...
Merlín: Soy más adulta que tú, enano.

Esta niña me tiene frito. Suspiro con resignación y la invitó a que me siga. Dicho y hecho, me sigue, pero con cierta distancia.

Yo: Tienes que subirte a mi espalda, te podrías caer en un agujero que hay antes de salir por la puerta. Un vórtice, creo que se llama.

Ella se coge ipso facto y se agarra a mis alas. Está mirando hacia otro lado, ya que se ha puesto colorada. ¿Por qué le da vergüenza? Es una tontería.

Salimos de la puerta y a lo lejos se divisa a Elizabeth. Merlín la ve y se dirige a ella, conmigo detrás.

Merlín: Hola, Princesa Elizabeth.
Eli: Vaya, así que tú eres Merlín. Encantada de conocerla, señorita.

Se dan la mano y Eli la invita a un paseo. Yo estoy de más, así que me voy, ya que tengo cosas pendientes que hacer. Es más, me toca vigilar a...Zeldris.
Me río por dentro y aceleró el vuelo. Ya quiero ver qué se trae con Gelda. Seguro que será divertido.

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*Nota: Los Siete Arcángeles son Miguel, Gabriel, Rafael, Uriel, Raguel, Sariel y Remiel, cada uno con sus habilidades específicas. Obviamente en la obra de Nakaba no coincide, con lo cual, yo tampoco sigo la historia original de cada uno, es todo inventado.

*Nanatsu No Taizai : El preludio de una tragedia* (Libro I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora