Capitulo 31: "Adiós"

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*Meliodas*

Mi madre me ha llamado para algo. Espero que no sea nada grave, ya tengo bastantes problemas como para unirle otro.
Me está esperando en las almenas, con cara seria y no para de pasear de un lado a otro con nerviosismo.

Meliodas: Mamá, ¿Estás bien?
Lil: Ah, cielo, no te había sentido.

Mal empezamos. Mi madre es la Reina del descubrimiento. Nos siente a kilómetros. Aquí pasa algo raro.

Meliodas: ¿Y Zeldris?
Lil: No le he dicho nada. Sólo quería verte a tí cielo.
Meliodas: ¿Qué ocurre?
Lil: Me voy Meliodas.

¿Qué? ¿Cómo? ¿Qué diablos...?!

*Lilith*

Veo como la cara de mi hijo cambia a un tono blanco pastel. Se lo he dicho tan de sopetón, que ahora me arrepiento. Debería haber sido más suave con el tema.

Meliodas: ¿De qué estás hablando mamá? ¿Te has vuelto majareta?
Lil: No. De hecho ya lo tenía pensado desde hace tiempo, cuando empezasteis con el absurdo plan de escaparos Eli y tú.
Meliodas: ¿Y eso en qué os afecta a papá y a tí?
Lil: Que si se entera que yo lo sé, me matará. Tan simple como eso.
Meliodas: ¿Y si me descubre a mí, qué piensas, que no hará lo mismo?
Lil: No es lo mismo, cielo. Es peor ser cómplice que el que lo ejecuta. Tu padre me tiene en un altar. La traición no es que le guste demasiado y encima, si esa traición viene acompañada de séquito tan cercano a él.
Meliodas: ¿Y como se lo vas a explicar?
Lil: Fácil, le diré que me voy de vacaciones, que necesito un descanso y a la mínima, me escaparé al mundo humano e intentaré hacer vida allí.
Meliodas: Estás como una cabra. No quiero que te vayas mamá. Necesito ayuda.
Lil: Ya tienes ayuda. Tienes a Eli, a todo el bosque de las hadas, incluso a Gowther, que está encerrado y te ayuda desde las sombras. Yo no te sirvo para nada.
Meliodas: Mamá, tú me has traído al mundo. Sí eso es hacer nada, que me parta un rayo. Eres la mejor madre del mundo. Has intentado guiarnos desobedeciendo a papá, intentando que fuésemos educados y firmes. En mí lo has conseguido, sinceramente. Sería mucho más feliz si vinieses conmigo.
Lil: ¿Contigo y con Eli? No, gracias, no quiero molestar.
Meliodas: También se viene la enana Merlín. Serías una abuela excelente para ella. Qué mejor maestra de la magia que la gran Reina Lilith del inframundo, eh?
Lil: ¿Merlín eh?...me encantaría cielo, pero en serio, no puedo.

Meliodas me mira con tristeza. Me parte el corazón verlo así. Me acerco y lo abrazo con ternura. Él me rodea la cintura para achucharme. Hace mucho que no hacemos cosas así, de madre e hijo. Le doy un beso en la cabeza.

Lil: Despidete de Zeldris por mí. Sé que él no sabe nada de esto ni de tu plan. Sería demasiado peligroso contárselo ahora. Espero que él también sea feliz junto a Gelda.
Meliodas: No sé te escapa una, ¿Eh mamá?
Lil: Soy la Reina de este Clan, claro que no se me escapa nada jaja.
Meliodas: Te quiero mucho, mamá. Ten cuidado, por favor.
Lil: No te preocupes por mí. Preocupate de tí y de esa magnífica mujer que te quiere. Ojalá que todo te salga bien. Quién sabe, igual volvemos a vernos.
Meliodas: Eso espero.

Nos sonreímos el uno al otro y me voy con un vacío en el corazón. Primero tengo que hablar con Luci. Por primera vez en mi vida, estoy atacada de los nervios, por si él se pudiera dar cuenta de lo que planeo. Respiro hondo y me dirijo al gran salón. Abro la puerta. Luci está sentado en el sillón, pensando.

Lil: Hola, cielo.
Luci: Aaa, Lil. Aquí estás.
Lil: Sí. No te preocupes, no vengo a molestarte, sólo vengo a decirte que he preparado todo mi equipaje para irme de vacaciones. Estoy cansada de estar encerrada.
Luci: ¿No me digas? Eso es repentino.
Lil: Para nada. Se me ha ocurrido sin más. Ya sabes cómo soy. Me dejo llevar por mi espíritu libre.
Luci: Ya...¿Y no tendrá nada que ver con que Meliodas...quiera...traicionarme?

Oh dios mío. Ya lo sabía. Mierda. La puerta se cierra súbitamente por la magia de Luci y se levanta del sillón.

Luci: ¿Crees que soy imbécil Lil, que no me entero de lo que pasa? Los dos hijos que me has dado son unos malditos bastardos. No me sirven para nada. Me traicionan por una mujer. Es absurdo.
Lil: Tranquilízate y deja de decir gilipolleces. Tus hijos no son esa clase de hombres. Por dios, ¿pero qué te pasa?

Luci se acerca a mí y me coge de los brazos con tanta fuerza que me hace daño.

Lil: Au! Sueltaaaa!!
Luci: LOS TRES SOIS UNOS TRAIDORES. OS MATARÉ POR HABER PENSADO SIQUIERA EL ABANDONARME A MI SUERTE!!! Y LA PRIMERA SERÁS TÚ LIL!

Y una mierda.

Lil: Amor oscuro!!!!!

El ataque del amor oscuro es un beso que daña al oponente, lo suficiente para distraerlo. Pero cometo el error que me lleva a la perdición. Mi marido se alimenta de los ataques físicos para fortalecerse. Mierda. No usa magia, sólo me da un golpe certero en la cabeza y caigo de rodillas al suelo. Me coge del pelo y me arrastra por el suelo. Las lágrimas corren por mis mejillas. Es el fin.

Luci: ¿Sabes qué? He cambiado de idea. No voy a matarte. Voy a maldecirte. Es mucho más divertido. Te voy a mandar a la Tierra si es lo que quieres. No te preocupes, te mandaré compañía dentro de unos años.

Usa su magia sobre mí y siento que me duermo lentamente.

Cuando despierto, observó que estoy bajo tierra. ¿Qué demonios, me ha enterrado viva o algo así? Intento levantarme, pero me doy cuenta de que ya estoy de pie. Es más, no tengo brazos, sino patas. Y pezuñas. Ese cabron me ha transformado en un animal!!!! ¿Pero cómo se atreve el malnacido éste? Se va a cagar cuando me lo encuentre.

Oink...oink

Espera...¿He hecho oink, oink? Intento excavar hacia arriba para quitarme toda la tierra y no se ve a nadie, así que empiezo a caminar. Soy gigantesca y verde. Y sí, tengo hocico de cerdo. Me encuentro un lago cercano y me miró en él. Confirmado: Ese imbécil me ha transformado en una cerda gigante y verde. Ahora sí que me he cabreado. No sé qué año es ni cuánto tiempo ha pasado, pero juro, que cuando me encuentre con ese desgraciado, lo destrozare. Este no sabe con quién se ha metido. Por algo me llamaban...

La Madre del Caos.

*Nanatsu No Taizai : El preludio de una tragedia* (Libro I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora