PARTE 1:

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Suena el despertador como todas las mañanas, anoche por suerte me dormí temprano. Me levanto dispuesta hacer algo por la vida y me dirijo al baño hacerme mis arreglos personales, una ves acabada de bañar y etc. Voy a la cocina a ver que hace mi querida abuela, voy bajando las escaleras cuando de un momento a otro me pincho el pie con algo rasposo, me caigo de culo por las escaleras y grito.

—¡Dios mío, Jenny que ha pasado!—pues que me he caído abuela.

—Nada del otro mundo abuela, solo me eh caído y ya esta, que, como va el día

—Jenny no me cambies de tema, no te puede dar igual todo cariño—me dice ayudándome a levantarme—te a dolido?

—No abuela, tranquila, estoy perfectamente bien y papa donde esta?—ella mira hacia otro lado-abuela?

—Cariño el...esta con...—la interrumpo

—A ya se abuela, se fue con la querida Claudia a su casa con sus dos encantadoras hijas, Petunia y Penelope, verdad? pues genial! para que lo queremos aquí? si ni siquiera le importa como estoy! desde que murió mama hace como si yo ni existiera!

—Me tienes a mi hija, tú sabes que yo te apoyare en todo.

—Si abuela, y de verdad te lo agradezco, te amo demasiado abuela...no se que haría si ti —me corre una lagrima por la mejilla y ella con sus dedos frágiles y arrugados me los seca.

—No llores mi pequeña JY y venga  a desayunar que te tienes que ir a la secundaria no?

—Si, bueno abuela, me pongo mis zapatos y salgo pitando, guárdame el desayuno en una bolsa de plástico, me la iré comiendo por el camino, gracias!.

Subo corriendo a mi cuarto, termino mis cosas y bajo a despedirme de mi abuela querida y cojo mi desayuno. Camino hacia la secundaria toda tranquila comiéndome mi pan y mi leche. Mi abuela de verdad hace los mejores sándwiches del mundo la verdad, mi mama también solía hacérmelos de merienda, una tarde que llegue del colegio con mi abuela, encontré a mi padre junto al cuerpo de mi madre...el estaba llorando desconsoladamente y después yo...yo me caí de rodillas viendo como mi padre abrazaba a mi pobre madre...la extraño tanto...lo extraño tanto a el...mi padre y yo éramos uña y carne...siempre juntos...ahora...solo le interesa la vagina de una mujer echa de silicona y la cara perfecta de sus tiernas hijas del demonio...bueno ya me relajo porque ya eh llegado a la cárcel.

Entro  a la secundaria y voy camino a mi casillero a dejar algunos libros y a coger otros, entre uno de ellos el de historia...la mejor clase del universo, suena el timbre y me decido ir a mi clase de matemáticas, una de las asignaturas que mas odio en esa secundaria la verdad. Paso la hora tranquila haciendo mis ejercicios, suena el timbre y me voy a la siguiente, Química, otra de las peores, bueno vamos a ver como va esta.

Resulto ser que fue bastante mal, dos chicos populares se pelearon por una chica popular y así todo el rato, que si puñetazos por aquí que si puñetazos por allá, y bla bla bla. Ahora tocaba una de las mejores clases, Historia, es mi favorita en concreto, el profesor Robins me ayuda en todo, me explica a mi sola ya que la otra parte de la clase se la pasa durmiendo así que, por así decirlo me siento bastante afortunada.

Voy camino a clase de Historia toda entusiasmada, cuando veo que no esta el señor Robins me empieza a dar un ataque al corazón...el señor Robins no estaba...estaba otro hombre en su lugar, bastante atractivo, forzudo, de rostro limpio y hermoso, ¡esta BUENÍSIMO!

Vale, me tengo que controlar...Jenny respira...uffff su mirada

—Por favor  pueden sentarse en sus lugares creo que empezaríamos haciendo muy buenas migas chicos, bueno me presentare, soy el sustituto del señor Robins ya que el ha enfermado de una terrible varicela—.Quien lo diría...— bueno, yo soy James Lored, tengo 30 años, y como podéis apreciar me encanta historia!

Mi profesor y yo [#FictionalWorldAwards2019]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora