★ Gemidos

1.7K 182 235
                                    

—Me invitó a una película... —susurró Lacus intentando respirar y calmarse para no ser muy obvio.

¡Pero era muy difícil! ¡casi estaba a punto de estallar por la emoción y su mejor amigo continuaba viéndolo con cara seria! ¡no entendía porqué!

—No me huele bien que te haya invitado al cine cuando hace poco terminó con su novio —comentó el rubio—. Es como si solo te usara para darle celos.

—¡Claro que no! —se quejó; el ojizafiro rodó los ojos—. O bueno, ¿tú crees?

—Creo que deberías decirle que no y hacerte de rogar —sinceró.

—¿Y si luego no me presta atención por eso?

—Entonces mi hipótesis es correcta —sentenció Mika volviéndose a poner el auricular en el oído.

—No sé qué hacer...

—Vaya, el gran Lacus Eusford, dios del coqueteo descarado, no sabe qué hacer con un idiota que trata de usarlo para su propio beneficio —musitó sarcástico.

—No es divertido —renegó haciendo un puchero.

—Vas a terminar llorando otra vez si no me haces caso y te aseguro que yo no voy a ser el hombro donde limpies tus mocos —declaró.

El pelipúrpura suspiró rendido, y pensándolo detenidamente, Mika tenía razón, incluso él mismo había hecho eso para que el ojeroso le prestara atención luego de que rechazó su compromiso arreglado; tenía sentido, pero su corazoncito se negaba a aceptarlo, era como si se estuviera haciendo miles y miles de ilusiones.

Además, había otro problema, y era que si no era él, algún idiota o alguna zorra tomaría su lugar, porque a Rene le llovían los pretendientes, pero si iba, estaba la mínima posibilidad de que al ojirubí más alto llegara a gustarle por su personalidad y no habría sido en vano salir con él; definitivamente se sentía en una encrucijada, sin salida.

Suspirando, se puso nuevamente el auricular para continuar viendo el vídeo con su amigo; mejor eso y luego pensaría detenidamente en qué hacer.

[...]

El resto del día escolar en la universidad terminó dos horas más temprano de lo normal y Yuu pudo volver a su casa para poder descansar, sin embargo, se arrepintió de haber llegado, pues escuchó los gemidos descontrolados de su madrecita querida; y en seguida regresó sobre sus pasos.

Quería dormir antes de la cena, pero ahora ya no podría, porque quien sabe hasta qué horas terminarían esos dos, lo único seguro era que sería antes de la hora normal a la que él llegaba, y para eso faltaba un largo, largo rato.

Aburrido, se fue a sentar en el pequeño parque para niños que había frente a su casa, observó los infantes correteando y los padres riendo con ellos, era un ambiente familiar relajado y tranquilo que lo hacía sentir cómodo; pero su tranquilidad se vio interrumpida por la vibración de su teléfono en su bolsillo.

Lentamente, lo sacó y revisó de quién era el mensaje.

[03:28 PM] Tío Kureto: Yuu, el enano de Lest me dijo que se va a casar y quiero que me ayudes a organizar su fiesta de despedida de soltero en la discoteca donde trabajas, porque me dijo que soy su padrino.

El azabache parpadeó un par de veces y releyó el mensaje dos veces más para luego contestarlo totalmente atónito.

[03:29 PM] Yuu👽: Lest-san se va a casar? En serio? ⊙︿⊙

[03:30 PM] Tío Kureto: Sí, llevaba varios años con un chico y por fin le dijo que sí, así que si puedes, avísame.

[03:30 PM] Yuu👽: Hablaré con mi jefe y te digo, tío (^(エ)^)

El moreno, aún sorprendido, buscó el contacto de su empleador y lo llamó, pues consideró que para ese tipo de asuntos lo mejor era hablarlo y no mensajearlo como normalmente haría con cualquier otra cosa; tras varios tonos, la llamada fue contestada.

—¿Ferid-san? Hola, soy Yuu —saludó cortésmente.

Al otro lado de la línea primero se escuchó una respiración agitada y luego al pelilargo hablando.

—H-Hola, Yuu... ¡ah! ¿E-En qué puedo... a-ayudarte? —inquirió el ojirubí entre jadeos.

La realidad era que Ferid estaba en la oficina del perfecto señor Eusford, y una cosa llegó a la otra y estaban teniendo sexo sobre el escritorio del pelirrojo; y cuando su teléfono sonó, al idiota de Crowley se le ocurrió que sería una genial idea hacerlo hablar mientras lo penetraba.

Bueno, me gustaría pedirle un favor —empezó a decir el Ichinose, y seguido, le explicó la situación a su jefe, algo incómodo de escucharle casi gimiendo en su oreja.

El peliplatinado meditó un poco mientras brincaba sobre la anaconda del sexy pelirrojo; y el recuerdo de cómo el idiota de Lacus lo chantajeó para darle su número le llegó, así que decidió acceder a la petición de su empleado como una disculpa indirecta por haber roto las reglas del contrato.

Yuu le agradeció animadamente y le colgó tras despedirse; entonces su teléfono fue a parar quien sabe donde mientras él se estiraba para abrazar al ojirubí más alto, cuando de repente ambos se vinieron y el acto terminó.

Sus respiraciones agitadas llenaron la habitación y sus cuerpos temblorosos se mantuvieron en la misma posición unos largos instantes.

Ferid, ¿no quieres ser mi pareja oficialmente? —inquirió Crowley sin moverse y tratando de recuperar el aire.

—O-Ojalá te mueras, idiota —le deseó agitado—. P-Pero sí... Sí quiero...

Ambos adultos sonrieron ligeramente y sellaron la reciente formalización de su relación con un beso dulce y un poco apasionado mientras se abrazaban protectoramente entre ellos.

//♥//♥//♥//♥//

Ya era hora de que llegara la dosis del CrowRid uwu

Espero les haya gustado :3

Bye!

Cenicienta [MikaYuu] |Terminada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora