★ Curso

449 65 71
                                    

—Mikaela, gracias

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Mikaela, gracias... —sollozó Krul con una sonrisa, a lo que fue estrechada en los brazos de su hijito.

Se quedaron así un largo, largo rato, en el que ella se mantuvo llorando y el rubio acariciando su cabello y su espalda para poderla tranquilizar. Y es que ahora estarían por su cuenta, pues seguramente Urd iría a la cárcel, y la pelirrosa se divorciaría de él tan rápido como pudiese. Ahora todo tomaría un rumbo distinto.

Mikaela sabía que no iba a ser sencillo, pero quería ayudar a su madre a cumplir el sueño de ser una repostera famosa que ella aplazó por culpa de su padre y su obsesivo control.

Un rato después, cuando Asura les vio abrazados, se metió en medio para saber qué ocurría y recibir parte del cariño de su hermana y de su sobrino; también escuchó las buenas nuevas y prometió ayudar con todo lo que pudiese.

Mientras tanto, en su casa, Yuu comía con sus padres viendo las noticias algo nervioso; Shinya le miraba cada tanto para comprobar que estaba bien y Guren observaba a su esposo esperando a que dijera algo y se rompiera la tensión

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Mientras tanto, en su casa, Yuu comía con sus padres viendo las noticias algo nervioso; Shinya le miraba cada tanto para comprobar que estaba bien y Guren observaba a su esposo esperando a que dijera algo y se rompiera la tensión. Pero este no lo hizo, así que agarró el control remoto y apagó el televisor.

¡Papá, estaba viendo eso! —se quejó el moreno inmediatamente.

—Sí, y yo estaba viendo tu cara mientras veías eso y me causa indigestión, así que comeremos sin mirar la televisión —gruñó.

El albino sonrió porque, muy a su forma de ser, su esposo se preocupaba y los cuidaba; era obvio que no quería que se sintieran ansiosos.

—Calma, Yuu, seguro que todo sale bien —sonrió el ojizafiro—. Además, seguro que Mikaela-kun te llama luego para contarte todo.

Asintiendo más calmado, Yuu continuó comiendo, todavía pendiente se su teléfono por su recibía un mensaje de su adorado novio.

Asintiendo más calmado, Yuu continuó comiendo, todavía pendiente se su teléfono por su recibía un mensaje de su adorado novio

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Cenicienta [MikaYuu] |Terminada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora