Cenicienta [MikaYuu] |Terminada|

★ Dilema

—Quiero que desaparezcas de mi vista, Mikaela —susurró furibundo Urd, aún con su mano levantada tras golpear al rubio menor—. ¡Ahora!

Con una mirada gélida, el ojizafiro se dio vuelta y salió de su hogar, subió a su auto y empezó a conducir camino a la casa de Lacus; él siempre sabía qué decir y qué no decir en ese tipo de situaciones, así que pediría su apoyo.

Mientras tanto, Yuu en su hogar miraba televisión sin realmente prestarle atención, estaba preocupado y pensativo por lo sucedido en la tarde, tanto en el cine como en el auto; seriamente, no quería causarle problemas a su novio, y pese a que este había dicho que todo estaba bien, le terminaba causando un mal presentimiento.

—Estoy en casa —la voz de Shinya resonó en la entrada, así que apurado, salió a recibirlo—. Hola, cariño, ¿qué tal estuvo tu día?

—Pa, ¿puedo pedirte un consejo? —inquirió directamente, no estaba de humor como para suavizar todo.

—Claro, ven, puedes decirme mientras preparo la cena —ofreció sonriéndole.

Entonces ambos se dirigieron a la cocina, el mayor se lavó las manos y se dispuso a sacar alimentos de la nevera mientras el moreno se sentaba en la mesa; luego Shinya le preguntó de qué se trataba estando de espaldas, lavando algunos vegetales.

—Es que... estoy saliendo con alguien... —murmuró el azabache.

Inmediatamente, el ojizafiro se giró.

—¿Qué? —chilló sorprendido—. ¿Desde cuándo? ¿cómo es? ¿por qué no me dijiste nada?

—Pa, pa, cálmate —le pidió, pues no le dejaba hablar; el albino enarcó una ceja, esperando una explicación—. Salimos hace poco... Digo, como pareja...

—¡¿Ya son novios?! —preguntó sorprendido.

—¡Papá! —se quejó el ojiesmeralda; el más alto rodó los ojos—. Es que tengo un problema con él...

—¿Qué pasa?

—Bueno, su nombre es Mikaela —empezó cerrando los ojos para no ver la expresión de su papá cuando le revelara la verdad—. Y es el hijo del presidente...

Durante un rato largo, Shinya se mantuvo callado y Yuu no fue capaz de abrir los ojos para verlo, pero tras varios segundos, finalmente abrió la boca para decirle:

—Entonces es un dilema de clase social, ¿no es así? —suspiró con relativa tranquilidad; el azabache finalmente abrió los ojos y le miró sorprendido—. ¿Por qué me ves así? ¿que no sabes que tu papá y yo estuvimos así varios años?

—Nunca me lo dijiste —espetó confundido.

—Bueno, mi padre no aceptaba a Guren porque él venía de una familia humilde —contó el mayor—. Y no quería entender que era un hombre talentoso que podría ayudar en nuestra empresa, así que le dije que me desheredara, así se acababa todo el problema.

—¿Y el abuelo Tenri sí te desheredó? —rió.

—Claro que no, aunque ganas no le faltaron y casi lo hizo, pero yo era su candidato a reemplazo de presidente, así que no tuvo más opciones que aceptarlo y entonces se dio cuenta que lo maravilloso que es tu papi —recordó con nostalgia y una sonrisa—. Mikaela-kun te pidió que le dieras un tiempo para decirle a sus padres, ¿no es así? —cuestionó; el menor asintió—. Yuu, debes saber que en cuanto él se los diga, habrán muchas situaciones complicadas y que te harán sentir mal.

—Pues te agradezco que me animes —renegó rodando los ojos, a lo que su progenitor se rió.

—No estoy tratando de hacerte sentir mal, solo hablo con la verdad —sonrió acercándose y sentándose frente a él—. Con Guren pensamos en terminar nuestro noviazgo muchas veces, mi padre no paraba de amenazarlo y de hacer cualquier cosa para evitar que estuviéramos juntos —relató—. Y si Geagles-sama es como tu abuelo, debes prepararte y cuestionarte muy seriamente si estás dispuesto a pasar por todas esas situaciones con él.

Yuu tomó aire ciertamente nervioso, realmente el consejo de su padre había sido más productivo de lo que esperó, aunque también le generó inquietud en muchos niveles; cerró los ojos y suspiró.

—M-Mika me gusta mucho... —susurró sonrojándose y aún más cuando el albino soltó una risita para molestarle—. E-Es un gran chico, y bueno, l-lo quiero...

—Entonces asegúrate de tener eso en mente cuando las cosas se pongan complicadas para ustedes dos —le aconsejó levantándose de la silla y yendo nuevamente al fregadero—. Oh, y por favor, no le digas aún a Guren —pidió riendo—. No creo que esté listo psicológicamente para saber que tienes pareja y haberte visto usando ropa tan sensual en un mismo año.

El azabache se rió ante la ocurrencia del más alto.

—¡Ya voy, ya voy! —avisó en un grito Lacus al tiempo que corría a abrir la puerta—. Dios, ¿quién viene a molestar a esta hora? —se quejó.

Justamente iban luego de que las criadas se fueran y su padre lo mandaba a mirar quien era; suspirando, abrió el portón, notando a un agitado Mika con una mejilla roja con una marca parecida a una mano.

—¿Q-Qué fue lo que te pasó? —preguntó asustado el pelipúrpura y jalando al rubio para que entrara—. ¿Te encuentras bien?

—Se lo dije, Lacus... —susurró dolido.

El aludido abrió los ojos con sorpresa al comprender a qué se refería su amigo, y mucho más cuando notó sus mejillas mojándose por sus lágrimas; no dudó en abrazarlo fuertemente y permitirse ser su paño de lágrimas, así como él lo había sido en múltiples ocasiones.

El ojirubí tan solo podía acariciarle la espalda con cariño y susurrarle que todo iba a estar bien y que él estaba ahí para lo que necesitara mientras el más alto usaba su hombro para descargar todo el llanto que seguro había estado guardando; no le importó que su pijama se mojara, o que el rubio era un poco más alto y tenía que ponerse de puntitas para poder estrecharlo en sus brazos.

Ahora conocemos un poco más la historia de Guren y Shinya :'3; también, vimos una hermosa faceta de la amistad de Mika y Lacus uwu

Espero les haya gustado el cap :'3

Bye!