★ Deshonra

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—Mika, ¿quieres ayuda en algo con tu padre? —inquirió en un susurro Yuu, distrayendo al aludido de las miradas de los demás estudiantes.

No, no, ya veré qué le digo —sonrió el rubio volviendo su mirar a su novio—. Tú no te preocupes por nada, ¿sí?

El azabache apretó los labios en un gesto tenso al tiempo que bajaba la mirada, pero luego suspiró y levantó la vista hacia el más alto.

—Mika, ¿estás seguro de pasar por tantos problemas para estar juntos? —inquirió en un murmullo inseguro; verle poniendo aquella expresión sorprendida de las miradas ajenas a ellos le había recordado lo que había dicho su madre.

—¿Por qué me preguntas eso otra vez? ¿es que tú quieres dejarme? —preguntó apretando ligeramente la cintura ajena.

No, claro que no, no digas estupideces —casi se rió—. Pero hay muchas cosas en juego, ¿sabes? Esto no va a ser fácil y... —iba a continuar, pero se dio cuenta de la profundidad de la conversación que estaban teniendo en el pasillo y frente a todos—. Mika, mejor lo hablamos luego, ¿sí?

Está bien, te llamaré —aceptó entendiendo porque su novio había pedido aquello.

Entonces solo lo abrazó fuertemente, deseando quedarse de esa forma para siempre, pero sabiendo que era imposible, así que lo dejó irse; él volvió su andar hacia Kimizuki y Yoichi, yéndose con ellos mientras se despedía con la mano.

—Parece que aún tienen alguna asesoría, tú y yo ya estamos libres, ¿te llevo a la casa de tu padre? —preguntó Lacus con precaución mientras veía el rostro de su amigo.

Seguro, si a Rene no le importa —musitó viendo al ojeroso que tenía su mano bien enroscada a ma cintura de su amigo.

Nosotros tendremos una cita después, y ya hablamos sobre lo que sucede, así que no es un problema, ¿verdad, bebé? —expresó coqueto el pelipúrpura mientras daba un beso a la mejilla de su novio, el cual medio sonrió y asintió—. Entonces, Mikaela y yo nos vamos —dijo y se despidió con un tierno beso.

—Entonces Geagles-san le dijo a su padre sobre ustedes —empezó el pelirrosa mientras caminaban; Yuu asintió—

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—Entonces Geagles-san le dijo a su padre sobre ustedes —empezó el pelirrosa mientras caminaban; Yuu asintió—. ¿Y qué van a hacer?

—No sé, creo que fue muy rápido todo, pero sé que quiero estar con él —sinceró avergonzado.

Yo creo que mientras los dos estén seguros de lo que sienten y de querer estar juntos, no pasará nada malo —opinó Yoichi estrechando el brazo del poste.

Ah, no quiero oír eso de ti, sobre todo después de que tu hermana conociera a Shiho cuando te llevó a tu casa y le cayera bien —renegó el moreno rodando los ojos con fastidio—. Los odio y a su relación sin problemas.

El par de tórtolos se rió ante el comentario de Yuu, porque, bueno, era verdad, a Tomoe le había caído bien el novio de su hermanito y ella era la sucesora de la familia, así su opinión era sumamente importante.

Yendo con Mika y Lacus, ambos ya se habían subido al auto del segundo e iban de camino al hogar Geagles; el rubio iba revisando las noticias en su móvil para saber si había estallado el chisme de que el hijo del presidente era bisexual y estaba en una relación con un chico, pero no había nada.

Posiblemente su padre se había encargado de eso, y aunque no se lo agradecería, no le molestaba.

—¿Estás listo para enfrentarte a Daddy Geagles? —preguntó el pelipúrpura en un semáforo en rojo mientras miraba a su amigo.

—Eso creo, me siento más ligero desde que le grité —sinceró sin levantar la vista del aparato—. Pero no sé cómo vaya a estar mi mamá y eso sí me pone ansioso.

—Krul-san debe estar muy preocupada esperando por ti —expresó poniendo nuevamente el auto en marcha al ponerse el semáforo en verde—. Debiste llamarla anoche.

—Me disculparé con ella cuando la vea.

El resto del viaje fue en silencio, era cómodo estar así, pues no había mucho que decir, y solo tardaron unos diez minutos en llegar al hogar del rubio; ambos bajaron suspirando sintiendo unos ligeros nervios.

Lacus puso una mano en el hombro ajeno y le sonrió, dándole apoyo para que ambos entrasen.

—Estoy en casa —avisó Mika en voz alta, firme y serio, tratando de estar tranquilo.

Enseguida se escuchó como algo caía y apareció desde la cocina su madre con el maquillaje corrido de tanto llorar y la misma ropa que tenía el día anterior; apenas le vio, salió corriendo a su encuentro y le abrazó fuertemente, sollozando en su pecho.

—M-Me preocupaste tanto, Mikaela... —jadeó estrechándolo más—. ¿Por qué no llamaste? Crowley-san tampoco respondió mis llamadas y no sabía donde te habías metido...

—Perdóname, mamá —murmuró acariciándole el cabello—. No pensé en ello hasta ahora, lo lamento.

—Ya, mientras estés bien —suspiró alejándose y limpiando sus ojos para ver a su hijo—. Fuiste muy valiente anoche, aunque no fue el tono o la situación apropiada, lo sabes.

—¿Qué haces tú en mi casa? —se oyó el rugir de Urd bajando las escaleras—. Te dije que te largaras de aquí.

—No vine a verte a ti —musitó el rubio menor al visualizar a su padre—. Y para tu mala suerte, mamá vive contigo, así que me verás todo el tiempo que venga a visitarla.

—No si yo no lo permito —atacó él—. Un hijo como tú es una deshonra y no merece el derecho de entrar en esta casa, ni de ver a mi esposa, ni mucho menos de portar mi apellido.

 Un hijo como tú es una deshonra y no merece el derecho de entrar en esta casa, ni de ver a mi esposa, ni mucho menos de portar mi apellido

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Bueno, ya vimos que Urd es un idiota osi xD

Espero les haya gustado el cap :'3

Bye!

Cenicienta [MikaYuu] |Terminada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora