XIX

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—¡Jungkook! ¿Por que yo no sabía de esto? ¡Cuéntamelo todo!—Exclamó el alfa escandalizado, mientras tomaba por los hombros al pequeño omega, quien negaba avergonzado.

—Hobi, es mejor que no lo sepas, enserio.—Insistió el menor, todavía algo avergonzado y con ganas de matar a Taehyung.

El mayor estrechó los ojos.

—¿Enserio eres el alfa de mi Kookie?—Preguntó dudoso.

—Efectivamente.

—A ver la marca.—Dijo en un tono bobo.

Jungkook hizo un esfuerzo por cubrirla, pero Taehyung no se lo permitió retirando sus manos de el lugar, dejando a la vista su blanquecino cuello siendo adornado por la mordida. La boca del pelinaranja se abrió con asombro formando una "O".

—¡OH POR DIOS! ¡QUE LA VIRGEN ME BENDIGA!—Exclamó, posando sus manos en ambos lados de su cabeza.—¡QUEDÉ LOCO! ¡LOCO!

Jungkook no pudo evitar lanzar una carcajada ante el comportamiento exagerado del mayor. Usualmente se comporta así, y la verdad es que no tiene remedio. Aunque bueno, le parece muy bien que sea así.

Pero después de eso, miró a Taehyung enojado cruzándose de brazos. El otro lo abrazó pero bueno, como a el le gusta conservar su dignidad se alejó rápidamente, evitando contacto físico por más tiempo.

—Cierto, ¿Quién eres?—Cuestionó el rubio, abrazando a Jungkook por la cintura con ambos brazos, mientras que el menor empujaba su cara con ambas manos, las cuáles se hallaban en su quijada.

—Oh, lo siento, tantas cosas hacen que olvide el hecho de presentarme.—Murmuró apenado, con una linda sonrisa. Carraspeó.—Soy el príncipe Jung Hoseok, proveniente del sur. Y por supuesto, primo de Kookie.

«Te lo dije.»

«Cállate, ¡Cualquiera hubiese pensado que a Jungkook le gustaba.»

«Claro, como digas.»

—Un gusto, Hoseok.—Extendió su mano hacia el mayor, quien la aceptó gustoso.

—El gusto es mío, Taehyung.

El omega, aprovechó la oportunidad para huir hacia su habitación, pero para su desgracia el rubio logró agarrar su brazo antes de que pudiera salir corriendo, obligándolo a quedarse a su lado.

Si hace uno o dos meses Taehyung hubiese hecho esto, Jungkook fácilmente hubiera podido escapar debido a que el mayor era un poco más débil. Pero gracias a todo el esfuerzo que realizó contra las criaturas al igual que el ejercicio le ayudó a mejorar su fuerza. Y vaya que dió muy buenos resultados.

Ahora podía cargar inclusive con un brazo al pelirrojo, y se sentía muy bien con ello.

El menor bufó, mientras se quedaba junto a su alfa y los escuchaba hablar a ambos sobre temas muy triviales. Aburrido, solo le quedó recargarse en el hombro del rubio, quien sonrió al sentir la frente de su omega contra el mismo.

Fue entonces, que algunos sonidos lo alertaron, era como si alguien se hubiese caído en la cocina. Con la mirada le pidió a Taehyung que lo dejara ir, y este al percibir su preocupación lo liberó del agarre.

Se encaminó rápidamente hacia donde creía que era el origen del ruido, y cuando finalmente estuvo allí, no hizo más que golpear su frente al ver a NamJoon tirado en el suelo, con una olla en la cabeza.

—¿Que mierda intentaste hacer esta vez, Nam?—Cuestionó, mientras se arrodillaba junto a su hermano y levantaba un poco el recipiente de su cabeza.

El otro frunció el ceño.

—Oye, no me hables así.—Murmuró.—Intentaba agarrar un vaso, y de repente esto me cayó encima. Por cierto, sin querer doblé una cuchara, perdón.

El pelirrojo solo rodó los ojos.

—Eso díselo a nuestro padre.—Dijo, con una sonrisa.—Hoseok está platicando con Taehyung, por si quieres ir a verlo. Yo recogeré esto.

El otro suspiró aliviado.

—Muchas gracias Kookie, eres el mejor.—Agradeció, mientras se levantaba y dejaba la olla en el lavadero.—¿Seguro que quieres recogerlo? Puedo decirle a ChanYeol que lo haga.

El menor negó levemente.

—Prefiero recoger este desastre a estar en el comedor o con ese par, gracias.—Murmuró, levantándose igualmente.—No te preocupes, en un momento recojo esto y voy a mi cuarto, necesito dormir.

—Si tu lo dices.—El azabache alzó los hombros y dicho esto se retiró de la habitación, dejando a el omega completamente solo.

Este, sin más, bufó y comenzó a levantar los recipientes y utensilios que habían quedado desperdigados por el piso. Cuando estaba a punto de recoger una cuchara, se cortó con algo y pudo percatarse que el alfa también había tirado un vaso de cristal.

Suspiró mientras se quejaba un poco del leve dolor que provenía de su palma, y cuando la vió, se quedó estático. La misma cortada, en el mismo lugar. Tal y como había pasado en el castillo.

Miró su sangre escurrir por toda su palma, asustado. Y después de unos momentos, el mismo dolor en el pecho lo consumió, provocando que cayera al suelo. Cerró los ojos tratando de tranquilizarse, más le era imposible debido a el punzante dolor que aún provenía de su mano.

La respiración se le volvió dificultosa y tocó su pecho con pesadez, tratando de regular la misma, temiendo ver las mismas ramillas extenderse por todo su pecho. Sin darse cuenta, comenzó a llorar debido a la desesperación que estaba sintiendo. Y saltó del susto en cuanto unos brazos se posaron en sus hombros.

Su mirada, que se hallaba perdida, se encontró con la de Taehyung, quien parecía hablarle, pero no podía escuchar nada. Cerró los ojos con fuerza, preso del miedo.

—¡Jungkook!—Cuando finalmente logró escuchar la voz del alfa, abrió los ojos de golpe. Su respiración se había  calmado y el dolor en su pecho ya no estaba, pero su mano aún sangraba.—¿Que mierda pasó?

Él, negó levemente, mirándolo confundido.

—Y-yo...no lo sé.—Sus manos temblaban y éstas fueron tomadas por las del mayor, quien frunció el ceño.

—Tengo que curarte, vamos.—Lo levantó y lo hizo caminar con él.

Jungkook, quien aún no se recuperaba del shock, lo siguió con la mirada perdida.

—P-pero...los cristales..—Susurró.

—¿Cristales? ¿De qué hablas?—Murmuró, deteniéndose para voltear a verlo.—Jungkook, cuando te encontré, no había ningún cristal por ningún lado.

Doble capítulo pa que vean que los amo jaja salu2 <3

➴ ❝ Fake tale ❞┊Taekook. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora