➴ ❝ Fake tale ❞┊Taekook.

XXIV

N/A; Sinceramente, no recuerdo si ya mencioné como es el lobo de Jungkook en la historia. Pero si ya lo hice, lamento informarles que voy a cambiar su diseño por que al chile no recuerdo como era. Besos en la qk amores míos.

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Para cuando ambos muchachos llegaron al comedor, el desayuno ya había finalizado. Jungkook sólo podía observar como los sirvientes recogían los platos y los cubiertos. Reaccionó en cuanto alguien despeinó su rojiza cabellera.

Volteó a ver con una ceja arqueada a Jimin, quien le sonrió antes de entrar en la cocina.

Taehyung rodó los ojos.

—Buenos días, príncipes.—Saludó Chanyeol, con una reverencia.—¿Desean desayunar?

El rubio asintió.

—Yo sí, no sé si el príncipe Jeon quiera.— El rubio miró al mencionado después de haber finalizado su comentario. El contrario sólo negó levemente.

—Yo ya lo he hecho, pero gracias de todos modos.—Jungkook iba a hablar nuevamente, pero fué interrumpido por Sicheng, quien llegó apresuradamente al lugar.

—Jungkook-ssi.—Llamó.—El joven Nakamoto ha despertado, ¿Desea verlo?

El pelirrojo se miró impresionado, pero no tardó en asentir de forma rápida. Tomó la mano del rubio más joven, y caminó junto a él hasta el pasillo que conectaba con las habitaciones de la primera planta.

—¿Está todo bien?—Preguntó, calmando el paso y mirando preocupado al menor, quien asintió mientras dirigía su vista hacia él.

—Lo está, Jungkook.—Suspiró.—Por alguna extraña razón, se veía asustado. Parece no recordar nada.

El mencionado frunció el ceño.

—¿Cómo está eso?—Cuestionó.—¿Cómo que parece no recordar nada?

El omega detuvo sus pasos para mirar inquisitivo a Sicheng, quien también paró sus pies para poder asentir al príncipe.

—Es así, Jungkook-ssi.—Respondió, haciendo una mueca.—Cuando lo atendí, revisé su espalda como me indicaron, pero no encontré rastros de alguna cicatriz que me diera a entender sobre los tentáculos. Incluso, no sabía nada del castillo. Tampoco encontré rastros de la herida de la flecha, cosa que me resulta extraña por que yo mismo le curé.

Jungkook le miró atónito. Se supone que el mayor había sido herido de gravedad por una flecha, ¡Debería de haber quedado mínimo una pequeña cicatriz o algo!

—Necesito verlo ya.—Comenzó a caminar otra vez, pero fué detenido por el rubio quien lo tomó por la muñeca.—¿Qué pasa?

El otro suspiró.

—Hay algo más importante que debo decirle, hyung.—La mirada que le dió, no le agradó, es más, lo puso de los nervios.

— Dime.

—Cuándo revisé bien a el joven Yuta, pude percatarme de que no es un alfa, hyung.—Murmuró con una expresión preocupante.—El chico es un omega.