➴ ❝ Fake tale ❞┊Taekook.

XXII

Jungkook no sabía que responder, lo dicho por Taehyung lo había tomado completamente desprevenido.

Salió de su shock en cuanto el dolor de su mano lo devolvió a la realidad, ya que debido a que estaba cerrando la misma en un puño, eso causó una molestia. Frunció el ceño y trató de ignorar eso.

—¿Entonces..?—La voz del rubio llamó su atención una vez más, este le miraba inquisitivamente, tratando de obtener una respuesta.

En sí, el omega de Jungkook estaba muy emocionado, pero Jungkook estaba más nervioso que otra cosa. Muchos habían intentado cortejarlo desde que era pequeño, cuando por fin logró presentarse como omega. Pero algunos hacían cosas... Algo traumáticas, cosa que había provocado un poco de miedo en él.

Aunque, Taehyung no era parecido a esos jóvenes alfas. El rubio era su destinado después de todo, había demostrado que lo protegería de todo, y además de eso, el hecho de que gustaba de él.

—Jungkook, tu me gustas, y mucho.—Murmuró, suavemente.—Me encantaría que el sentimiento sea mutuo, solo te pido una simple oportunidad de cortejarte.

—Y-Yo.. emm—Suspiró—Está bien... Supongo.

El alfa feliz, dejó un último beso en su cuello antes de separarse de él.

—No te arrepentirás Kookie.—Eso fué lo último que escuchó el joven pelirrojo antes de que el contrario se marchase a su habitación.

Se quedó observando por un momento hacia la dirección en la que el otro se había ido, y unos segundos después, salió corriendo para subir las escaleras rápidamente.

Tenía que contarle todo a Hoseok.

Una vez frente a la habitación de su primo, tocó de manera frenética hasta que logró escuchar un suave «pase» por parte del pelinaranja.

—¿Jungkook?—Cuestionó, extrañado, dejando su teléfono de lado.—¿Por qué estás despierto a las dos de la mañana?

—¿Y tú por qué dejas que alguien pase a tu cuarto a las dos de la mañana?—Murmuró, burlón.

—Touché.

La expresión burlona del menor cambió a una nerviosa y ansiosa de un momento a otro.

—¡Necesito contarte algo con urgencia!—Exclamó, caminando hacia la cama del mayor y sentándose, solo para mirarle inquieto.

El de cabellos anaranjados se sentó correctamente y le miró entre sorprendido e interrogante.

—¿Que pasa? Te escucho.

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—Entonces, a ver si entendí.—Respondió, algo anonado.—Te comprometieron con alguien que no conoces y decidiste huir al bosque, pero Nam te encontró y te encerraron en el castillo de prácticas durante unos tres meses junto con Taehyung, quién llegó algunos días después a tratar de sacarte. Entonces, te reencontraste con Yuta y casi se besan pero Taehyung le dió un flechazo por que estaba celoso y el ahora está inconsciente. Entonces, Taehyung te marcó a la fuerza y te enojaste con él, pero justo ahora te acaba de pedir permiso para cortejarte.—Jungkook asintió, mordiéndose una uña.—LA PUTA MADRE, ¡QUE FUERTE!

Jungkook golpeó su frente, suspirando.

—¡Necesito ayuda, hyung!—Insistió, con una mueca de frustración.

El otro, sonrió confiado, mientras se enderezaba de manera correcta. Como siempre, seguro de su instinto e intuición, miró a Jungkook alegre.

—Lo único que puedes hacer por ahora, es dejarte llevar.—Murmuró, alzando su dedo índice.—Trata de ver si Taehyung logra cortejarte, así de simple. Después de todo, ese rubio no se ve muy mal flechador que digamos. Oh sí, está guapísimo, si fuera omega probablemente andaría tras él.

Jungkook bufó.

—Bueno, quizás no. No me van los rubios.—Dijo, colocando su índice en sus labios, pensando.—Creo que me van más los pelirrojos, ¡Cómo tú! Tu también estás buenísimo Jungkook, lástima que somos primos. La verdad yo también querría cortejarte.

—¡HOSEOK!

♣

Al final, después de una media hora de charla totalmente innecesaria e incoherente, Jungkook fué a su habitación.

Y apenas dejó caer su cabeza en la almohada, en un parpadeo ya era de día. Sí, habían pasado horas, pero literalmente se sintió como si hubiese sido todo en unos segundos.

Se enderezó, estirándose en la cama. Talló sus ojos y se quedó mirando en un lugar fijo, tratando de despertar correctamente. Después de algunos minutos, finalmente reaccionó y estuvo a punto de levantarse, esto hasta que volteó a su lado.

En su mesa de noche, había una pequeña bandeja, con algunos panes, una sopa de papa y un vaso con jugo de naranja. En el costado de ésta, había un par de margaritas junto con un pequeño papel.

Tomó el papel y leyó la fina letra en ella.

Buenos días, Jeon Jungkook.
El día de hoy decidí hacer tu desayuno,
un pajarillo de por ahí me dijo que la sopa de papa es tu favorita.
Así que, ¿Te gustan las margaritas?
Lo tendré en cuenta para la próxima.
Disfruta el desayuno.

Con amor, Taehyung.

Sin poder evitarlo, sonrió. Esto le pareció tierno. Su omega ronroneando gustoso por la atención de su alfa, sintiéndose reconfortado por dicha acción.

Tomó la bandeja y la posó en sus muslos para poder degustar lo que el rubio había hecho. Las margaritas las pondría en un recipiente con agua en un momento para que no se marchitaran con rapidez.

Cuando probó un poco de la sopa con la cuchara que venía algo escondida bajo el plato hondo, hizo un sonido de gusto.

Si Taehyung lo hizo, está muy impresionado. Realmente estaba muy deliciosa. Poco a poco, se la fué acabando junto con los panes, y para cuando se dió cuenta, ya sólo quedaba un vaso lleno hasta la mitad con jugo.

De lo que no se percató, fue de cierto alfa pelinaranja que observaba todo desde la puerta, que estaba levemente abierta. Un par de segundos después, se volteó a ver al alfa menor, quien caminaba en círculos con los nervios de punta.

Se acercó a él.

—¿Que pasó?—Preguntó rápidamente.—¿Le gustó? ¿Como reaccionó? ¿Lo hice mal?

El otro rió por lo adorable que se veía el otro preocupado. Pero negó, mientras lo miraba feliz.

—Todo fué un éxito, le gustó mucho el desayuno Taehyung.—Murmuró, con alegría.—Lo hiciste bien, a Jungkook le fascinan las personas que saben cocinar. Podríamos decir que ahora tienes un punto a favor.

Y con eso, tanto su alfa como él se sintieron orgullosos y aliviados.

Sería de poco a poco, pero definitivamente iba a tener a Jeon Jungkook como su pareja, sentimentalmente. No se iba a rendir tan fácil.

Sabía que Jungkook en algún momento tenía que caer.