XXIII

2.9K 519 197
                                    

Jungkook caminaba perezosamente hacia el piso inferior. Estaba bastante satisfecho con todo y se sentía bastante mimado. Pero aún quería dormir.

En ese ámbito era muy berrinchudo.

Si no dormía bien, se ponía muy irritante, además de que había una alta probabilidad de que llorara por esto. Si, podía parecer una estupidez, pero era así.

—Buenos días, Kook.—Al estar ya en el piso de abajo, pudo encontrarse con Taehyung, quien le sonrió amablemente.

A duras penas, le devolvió la sonrisa.

—Hola...—Murmuró, seguido de un bostezo.

El contrario sintió ternura al ver al menor estirarse un poco, tapando su boca al dar otro bostezo. Después de esto, mantuvo su posición algo encorvada, mientras miraba hacia algún punto con una mirada somnolienta.

—¿No dormiste bien?—El contrario negó.—Ven aquí.

Algo que cabe mencionar, es el hecho de que Jungkook es muy dócil cuando no duerme bien. Cuando se irrita, a su omega y a él les gusta que los mimen. Con Taehyung no iba a hacer una excepción.

Estiró los brazos en su dirección, en espera de que el contrario se acercara, y eso hizo. Con pasitos lentos, se fué acercando hasta el alfa, quien una vez con él en frente, lo abrazó fuertemente.

Sintió los dedos del más alto pasearse por sus hebras rojizas, el suave tacto lo hizo sentir muy cómodo. No iba a admitirlo en voz alta por que era muy orgulloso, pero se sentía muy protegido con Taehyung. Si era sincero, no se fiaba mucho de él antes, ya que lo encontraba algo débil.

Actualmente, no podía decir lo mismo.

Se había vuelto fuerte tanto física como mentalmente, bastante para un espíritu que no era alguien que disfrutaba estar fuera de su hogar, todo lo contrario a él.

Él era un espíritu libre, alguien que amaba estar a las afueras de su lugar de comfort, descubrir nuevas cosas, probarlas, y sin duda, disfrutaba de la naturaleza que había fuera de aquellas cuatro paredes tan aburridas en las que lo mantenían encerrado.

O bueno, al menos era alguien activamente alegre la mayoría del tiempo. Este momento no formaba parte de esa mayoría del tiempo. Justo ahora, lo único que quería eran muchos mimos y cariño, si era posible, de su papá por favor.

Aunque bueno, las manos de su alfa no eran tan malas.

Lo trataba con la delicadeza con la que alguien tocaría el pétalo de una rosa, sin la intención de romperlo. Justo así era como lo trataba Kim. Y bueno, no podía negar que le gustaba, de hecho podría acostumbrarse.

Sin darse cuenta, comenzó a acurrucarse contra la grande mano del mayor, dando un casi suave ronroneo. Se apartó cuando se dió cuenta,avergonzado, sobresaltando al rubio. Este lo miró interrogante.

Si nos pasamos con Taehyung, podríamos encontrarnos con el hecho de que sus palmas picaban, en busca de más contacto con la suave piel del omega, quien se mantenía muy ocupado evitando el contacto visual. Sonrió.

—No te avergüences.

—¿Me estás pidiendo eso a mí?—Se señaló a si mismo, seguido de una mueca incrédula.—Eso es imposible, yo me avergüenzo de todo.

—Sólo regresa aquí, ¿Si?—Extendió sus brazos.—Me gusta tenerte aquí conmigo, Jungkook.

El corazón del mencionado dió un fuerte latido y su respiración pesó. Su lobo chilló emocionado.

Dudoso aún, se acercó lentamente, extendiendo un poco su brazo, y el alfa, quien comenzaba a impacientarse, tomó su brazo y lo atrajo hacia él sin mucha brusquedad. Lo abrazó fuertemente.

➴ ❝ Fake tale ❞┊Taekook. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora