➴ ❝ Fake tale ❞┊Taekook.

XXX

Cambio de planes.

Ese fue el primer pensamiento de Taehyung, reemplazando por completo sus intenciones principales. El eco que producían sus propios pasos al caminar a través del desolado pasillo lo ponía inevitablemente nervioso, comenzaba a sentirse la presa del tiempo, quien peligrosamente le pisaba los talones.

En este preciso momento, Jimin tuvo que haber llegado con Jungkook para brindarle la ayuda que necesitaba, así que eso le quitaba mucha preocupación de encima. Ahora tenía la oportunidad de centrarse por completo en su objetivo actual. Su corazón latía fuertemente contra su pecho, como si intentase advertirle sobre terribles hechos acercándose.

Cuando finalmente llegó a su destino, observó fijamente la puerta frente a él, dudando profundamente entre si abrirla y darse paso a la habitación o decirle a Jungkook todo lo que había escuchado para que ambos dieran marcha a un posible plan. Habría escogido la segunda opción si no hubiese recordado que estaba en una batalla contra las manecillas del reloj. Tomando una de las decisiones más complicadas, tomó la manija de la puerta y finalmente, apostando todo contra el destino, abrió.

Yuta estaba recostado en aquella cama, sus facciones tensadas y su mirada clavada en la nada, la luz que traía consigo la tormenta era lo único que lo acompañaba. Taehyung pareció comprender que estaba sumido en sus pensamientos, sin embargo, por desgracia tenía que interrumpirlo.

—¿Nakamoto? —El omega, saliendo de su trance, volteó a verlo, en un estado de alerta que se esperaría de cualquiera. Siendo honesto lo veía venir, acababa de irrumpir de la nada.

El muchacho se vio un poco más tranquilo al saber que solo era él. Relajando su posición, suspiró, dispuesto a escucharlo.

—¿Qué se le ofrece, príncipe Kim? —El omega intentó ser lo más respetuoso posible con el contrario, a pesar de estar un poco resentido por la serie de sucesos anteriores. A Taehyung le pareció un poco incómodo, siendo consciente de los sentimientos que el mayor tenía por Jungkook.

Taehyung avanzó hasta el otro joven y una vez que estuvieron a una distancia considerable, decidió decirle todo lo que sabía.

Su prioridad en este momento era mantenerlo con vida, no solo por la información que poseía, sino por todo lo que había tenido que pasar. Yuta y él no estaban en los mejores términos, no obstante, sería inhumano de su parte sacrificarlo por despecho.

—Escuché una plática entre los reyes. —Apenas mencionó eso, los recuerdos vinieron a su mente. Las palabras del rey Mark y su esposo sonaban totalmente fuera de lugar, como un plan llevado a cabo frente a ellos sin que tuviesen la lucidez necesaria. —Hablaban de experimentar contigo, de asesinarte por lo que recordabas y de varias cosas que sigo sin tener claras, ¿Sabes algo de esto?

El omega se tensó al instante, como si hubiese estado esperando a que le preguntara eso, pero sin lograr tomarse con calma el asunto. Taehyung esperó pacientemente una respuesta, hasta que Yuta pareció listo para hablar.

No se esperó que el contrario lo jalara del brazo, acercándolos peligrosamente. Quiso alejarse por la repentina intromisión a su espacio personal, pero el mayor parecía igual de incómodo con todo esto. La curiosidad brilló en los orbes del alfa, preparado para cualquier cosa.

—Sé de lo que hablan. Lo supe luego de la última visita de Jungkook a mi dormitorio. —Yuta recordó al joven pelirrojo exigiéndole una explicación, mientras él se limitaba a intentar forzar sus recuerdos. Sin embargo, cuando finalmente lo logró, decidió no decir nada más que unas pequeñas pistas que le serían útiles para avanzar en el asunto por si solo. —No soy tonto, Kim. Los reyes tienen ojos y oídos en todo el castillo, ninguno de los tres sabe que sucedió aquí mientras estábamos atrapados en el infierno de las prácticas. Si le decía algo más a Jungkook, Mark y Junjin sabrían de inmediato que recobré la memoria y me mandarían a matar.