— ¿¡Por qué le dijiste eso!?—Bueno, yo solo entré en pánico.
—Ajá, y soltaste lo primero que se te vino, ¿me equivoco?
—¡Que bien me conoces Kirishima!
El cuarto del pelirrojo se sumió en un silencio inusual en ellos dos, Kirishima y Midoriya eran grandes compañeros de departamento -gracias a sus madres- quienes se hicieron mas cercano después de descubrir una similitud en gustos y un sentimiento que solo los dos experimentaban en esos momentos de sus vidas.
No ser correspondidos.
—¿recapitulemos, si?
—Vale.
—Fuiste a una cita con Todoroki.
—Cita de amigos — corrigió de inmediato.
—Bueno, bueno. Fuiste a una cita de "amigos" con él — hizo comillas con sus dedos, el pecoso solo asintió con la cabeza — Y cuando ibas a declararte, el atendió la llamada, y esa "persona" le dijo: amor.
—Esa persona fue Bakugō, él luego me explicó que estaban saliendo.
— Gracias por recordármelo — Ya era el décimo suspiro que daba desde que entraron a su cuarto. — Pensé que él me lo contaría.
—No lo sé, Todoroki dijo que nadie lo sabía. Que era su secreto — Habló tirándose en la cama de su amigo.
—De todas maneras, no te daba el derecho de decir que nos íbamos a casar — Atacó el mas alto por centímetros para tirarse a un lado del chico en la cama.
—Comprendeme — Pidió— Cuando cortó la llamada él solo me miró y me dijo ¿Que era lo que me querías contar? — el pecoso fruncio el ceño para hacer una pésima imitación de voz del mitad albino. — Y solo se me ocurrió decir que nos íbamos a casar y que por eso, había creado tanta "tensión"
—Podrias simplemente haberle dicho que éramos novios, o no se... — lo miró — simplemente DECLARARTE.
—¿Esa es forma de hablarle a tu prometido?
—MIDORIYA.
—Ya, perdón.
—Sabes bien que esto no saldrá bien. Nos descubrirán.
—Que buena fe tienes en esto, Kiri — gruñó el de cabellos desordenados para cruzarse de brazos encima de su pecho.
—Perdona, es solo... Que estoy nervioso.
—¿Sabes fingir?
—Un poco.
—Pan comido.
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Recíproco -Tododeku, Bakushima.
HumorEllos eran cercanos y compartían la misma angustia de no poder declararse a las personas que le gustaban. Una jugarreta del destino hizo que se vieran envueltos en una maraña de mentiras, tales como la de una... Boda. -Capítulos sin mucho sentido...