12. Familia.

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Kirishima e Izuku durmieron en la misma habitación, el rubio al ver que la puerta del cuarto estaba cerrada con pestillo dedujo que esa noche no dormiría con el pelirrojo, deambuló por los pasillos hasta el cuarto que compartía el Deku y el bastardo mitad.

Pediría que lo alojarán, después se las arreglaría.

Al abrir la puerta, vió a un destrozado Todoroki llorar sentado en la cama.

—¿Y el deku? —preguntó enciendo las luces.

—Se fue. — sollozó.

—Estás ebrio — afirmó, mientras se iba al otro extremo de la cama, para recostase — Después de todo, creo que se efectuará una boda.

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Ese Sábado ni las caras se vieron, Kirishima en ningún momento deseo separarse del pecoso, no permitiría que lo dañaran una vez más.

Ambos estaban en la entrada del Lobby, saludando a los invitados que habían decidido llegar un día antes al casorio.

—¡Hermano, nunca pensé que vería en esta situación! — Dijo Tetsu mientras codeaba al pelirrojo— yo también caí rendido ante el amor. Te la presento ella es Kendō.

Y así continuaron presentándose, saludando.

—¡Izuku, hijo! — Chilló la progenitora del pecoso, para atraparlo entre sus brazos.

—¡M-mamá!

—Si, hola Kiri. — sonrió abiertamente para mirar al nombrado mientras aplastaba en rostro de su retoño en su pecho — Tus mami están allá afuera, cariño.

—Gracias, señora Inko. — sonrió abiertamente para luego depositar un beso en la coronilla de la mujer y retirarse en la dirección antes mencionada.

No tardó demasiado en visualizar a las dos mujeres, corrió a sus brazos los cuales una de ella extendió al verlo.

—¡Hijo! — dijo emocionada la otra mujer con cabellos negros, la que veía como su pareja arrullaba a su niño.

—Me hacían falta... — sinceró.

—Me siento orgullosa de lo que eres. — mencionó la mujer de cabellos rojos. Eijirō solamente la observo.

—Pero no olvides, tu felicidad antes que la de los demás. — agregó la otro señora para revolver los cabellos de su hijo dejándolos completamente lacios.

Kirishima solo asintió con la cabeza, para soltarse del agarre y encaminarse al Lobby notablemente pensativo: — Nos vemos luego. ¡Las amo!

—¿A qué vino ese comentario? — preguntó la mujer viendo a su hijo caminar donde su prometido.

—Instinto materno.












Recíproco -Tododeku, Bakushima.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora