Recíproco -Tododeku, Bakushima.

17. Netflix.

Cuando el pelirrojo abandonó el departamento, Izuku aprovecho para terminar de asear la casa y darse un baño para estar presentable para su "cita" de ese día.

Todo estaba listo y perfecto para la ocasión.

Su nervios estaban a flor de piel, y sus ganas de gritar estaban a tope.

Mientras procuraba el que siguiese todo limpio, escuchó el timbre en la puerta, grande fue su sorpresa al ver que al fin alguien usaba ese artefacto.
Mas, volvió a erizarse de los nervios y corrió a abrir la puerta deseando infinitamente que fuese él.

—¡Todoroki! — chilló, para luego raspar un poco su voz intentando sonar masculino — ¡Hola!

—Izuku, te vez hermoso hoy. — Halagó el medio albino con una sonrisa bastante alegre, para elevar un poco su mano donde cargaba unas bolsas— Traje algunas cosas, para que compartamos.

—¿Oh? — ladeó su rostro, admirando lo perfecto que era ese chico. Claro, que ahora sabía las verdaderas intenciones que este tenía, las intenciones de ser algo más que amigos —Yo, tu emmm... Ver películas.  — Balbuceó, para pronto darse cuenta de que estaba obstruyendo la pasada — ¡P-perdón!

Shōto solo soltó una moderada risa al ver la tierna torpeza que el de cabellos verdes mostraba, una prueba inrefutable de que había hecho bien al haber insistido tanto en su perdón.

Después de todo, fue un camino difícil.
Durante los papeles del divorcio, Midoriya amenazó con no volver a hablarle durante un largo periodo, ignorar sus llamadas y también rechazar todo intento de salir.

Todo esto bajo el nombre de "pensar las cosas"

No lo culpaba en lo mínimo, admitía su gran parte de la culpa - muy por el contrario a cierto rubio -
Ese chico al que ahora tenía en frente, le había dado suficientes cosas las que trabajar de sí mismo.

Cuando entró al departamento, dejó las bolsas encima de la mesa: — ¿Que veremos hoy? — preguntó para mirar al chico quien, se paseaba con dos lata de gaseosas.

—Pensaba en ver "the Allvengers" con la participación especial de allMight — sugirió el pecoso dejando las gaseosas en la pequeña mesa de centro, que estaba entre el gran televisor y el largo sofá.

—Ohhh... — desanimado Todoroki bufó, mientras de la bolsa sacaba algunas golosinas.

—¿Qué? — le miró — ¿Tenías intenciones de poner otra? — el medio albino asintió con la cabeza— ¿Cuál?

— El entierro de la anaconda cabezona — mencionó intentando no reír.

El chico quien preparaba ahora el sofá, miró al mayor con bastante curiosidad, ladrando su rostro intentando recordar si alguna vez había visto aquella película recién nombrada.

Hasta que de un momento a otro, su rostro pasó por una frecuencia de colores, hasta llegar a aquel característico rojo evidenciándo su vergüenza.

Todoroki comenzó a reír a carcajadas mientras se apretaba el estómago al no poder más, de la nada sintió un cojín que creó un impacto con su cara.

—JAJAJAJ-... Auch — se quejó entre más risas, mientras tomaba en sus manos el objeto que había chocado con su cara.

—¡Tú no enterrarás nada! — bufó el menor, haciendo un puchero.

— Era broma, bonito — intento calmar al pequeño, mientras se acercaba a abrazarlo y el menor se lo permitía. — ¿Que te parece la de "Mirio y la fabrica de chocolate" ?

—¿Acaso vives bajo una cueva o que? — se burló Izuku, recibiendo un gruñido del albino.

—Eres realmente malo.

—¿allMight lejos de casa? — preguntó ignorando olímpicamente el comentario de su pretendiente.

—Hecho.