Recíproco -Tododeku, Bakushima.

20. Inseguridad.

Como sé que algunos no se dan el trabajo de leer hasta el final pondré la pregunta aquí; ¿Desean el final, o que dure un poco más?

Y tranquilxs ya se viene el Tododeku.

Sin más, al capítulo.
meine kleinen 💕💕
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—Kirishima no llegará a casa — informó Izuku al medio albino, quien parecía interesado en la cuarta película que habían puesto.

—Eso, puede ser algo muy bueno — elevó ambas cejas de manera cómica — O muy malo — supuso.

—¿Por qué algo malo? — preguntó el pecoso — Está con Bakugō...

—Por esa misma razón — afirmó Todoroki, mientras elevaba su brazo para rodear el hombro del chico y apegarlo a él, para seguir viendo la película.

Izuku solo le restó importancia a lo dicho por el mayor y continuó viendo el televisor como los juguetes eran vil mente traicionados por un oso fucsia con olor a frutas.

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Ya habían pasado de las cosquillas y risas, luego del cómodo silencio donde Bakugō se estaba encima de Eijirō y al final, a como estaban actualmente.

Ambos dormidos acurrucados entre las mantas que envolvían a Kirishima,  mientras que el sonido del televisor resonaba con una de las grandiosas canciones de Disney.

Sha- la la la besála.

Su pequeña "siesta" duró hasta el amanecer del otro día, donde Bakugō abrió sus ojos adaptándose a la luz del día que se colaba por el gran ventanal de la cabaña.

Giró su rostro para observar al pelirrojo, y de forma suave elevar un poco su hombro moviendo así la cabeza del chico, la cual reposaba en el hombro del cenizo.
Kirishima se tomó su tiempo en reaccionar abriendo perezosa mente sus ojos, para mirar al cenizo por unos segundos y volver a cerrarlos.

—Oie — llamó — No te vuelvas a dormir — ordenó el más alto, por dos centímetros para quitar su hombro dejando la cabeza del pelirrojo mecerse. La imágen hizo que su corazón se ablandara, enredando sus brazos en el torso de él, para acercarlo más a si y sentarlo entre sus piernas.
—No dormiste bien, ¿cierto? — preguntó y Kirishima solo movió la cabeza de arriba hacia abajo.

Rápidamente Katsuki dedujo que había sido por no dormir en la cama y también se culpó por sus ronquidos.
—Shima — besó su mejilla intentando que despertara — Tenemos que desayunar — informó Katsuki con obviedad.

Kirishima luego de algunos minutos pareció haber despertado; — Buenos días — dijo para aún somnoliento acercarse al rostro del rubio con la intención de depositar un beso en su mejilla, más un fallo de cálculos hizo que aquel beso no llegara a su mejilla, sino a sus labios.

Como fue de esperar el rostro de Kirishima se puso rojo y cubrió sus propios labios con ambas manos, para salir del lugar en que el rubio lo había acomodado. Sin decir nada huyó al baño para encerrarse en este.

Katsuki solo observó la escena totalmente confundido, para luego encogerse de hombros y levantarse,
caminó hacia la cocina que estaba conectada a la sala con un mesón americano. Preparó el desayuno y se sentó en uno de los banquillos, esperando la aparición del otro chiquillo.

Tardó otros minutos más en hacer su aparición en la sala/cocina -completamente aseado- donde el rubio estaba soplando el vapor de su taza de café; — Tu té está listo.

Kirishima solo asintió con la cabeza, para tomar asiento en el banquillo suyo, el desayuno fue una especie de repartición de miradas incómodas,  cortesía  de Kirishima.
Quien no parecía poder sostenerle la mirada al mayor, ni siquiera durante segundos.

Eso estaba cabreando a Katsuki.
—¿Puedes decirme que te pasa? — intentó descubrir Bakugō, a lo que el pelirrojo solo negó con la cabeza.
Acabando con el límite del mayor — ¡Ya dime! — Ordenó ya irritado golpeando la mesa con su palma, haciendo que Kirishima diera un brinco del susto.

—¿Es por lo de ese beso? — concluyó Bakugō ya sospechando de eso, a lo que Kirishima prestándole atención asintió — ¿Qué? — preguntó a la defensiva — ¿No te gustó, o que puta mierda? — continuó, haciendo sentir a Eijirō muy incómodo.

—No es eso... — intentó explicar.

—¿Entonces que es? ¡Eijirō, deja de ser un crío y habla de una vez! — continuó provocandólo.

El pelirrojo solo frunció el entrecejo notablemente ofendido; — ¡Si! Es sobre el beso, no me gustó — Katsuki finalmente guardó silencio — ¡No quería que el primer beso, que yo te diera a tí, fuese de esa forma! — admitió desviando la mirada apenado — Quería que fuese algo especial, como el primer beso que me diste tú.

Katsuki poco a poco se fue sintiendo un imbécil al haber reaccionado de aquella manera, tan explosiva al ver el acomplejado rostro de Kirishima al explicar sus motivos.

—Yo... — suspiró— Lamento haber actuado de esa manera — se disculpó, temiendo herir al chico, sobretodo con lo sensible que este era. — ¿Me perdonas?