Recíproco -Tododeku, Bakushima.

14. Boda. (2/2)

Kirishima solo esperaba que tanto Todoroki como Bakugō se levantaran de sus asientos, haciendo escándalo para no dejarlos unirse en sagrado matrimonio.

Donde los invitados susurrarán entre si, que la boda no debía concluir.

Pero eso no ocurrió, el sombrío rostro de Shōto esperando el beso y la vista corrida de Katsuki no parecían querer, ni tener intenciones de hacerlo.

"Con el poder que me confiere la iglesia y los ojos de Dios, yo los declaro marido y... marido. Puede besar al novio."

Izuku tomó la iniciativa plantando se de puntillas para besar a Kirishima, no como ese día, no solo sellaron sus labios con los del otro. Esta vez había sentimientos y por poco agradable que sonara la melancolía tomaba el liderazgo entre tantas emociones.
Cerraron sus ojos, Kirishima durante el beso, soltó lágrimas que ante todos parecían de felicidad.

Todos aplaudieron, ellos se alejaron del uno. Viendo los felices rostros de sus parientes y amigos alabarlos como una de las parejas más bonitas del año.

La fiesta dió a continuación, las personas comiendo y bailando.
El ramo había sido lanzado y atrapado por Jirō quién feliz se lo fue a mostrar a su novia Yaoyorozu.

Las horas pasaron rápido, las doce dieron en el reloj y las chicas se codeaban entre sí, para que Mina se acercara a los recién casados.

-Atención... - golpeó suavemente con una cuchara de postre la copa de vino que traía consigo - Nada más que sólo decir, que los novios ya se deben retirar... - el público solo hizo un mohín - Tranquilxs, porque les tenemos una sorpresa. ¡El hotel les dió un cuarto privado para esta gran ocasión!

Todos rieron cómplices de lo que se le venía a la pareja, les dieron las llaves y las indicaciones, para poder llevar a cabo su "Luna de Miel".

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Al entrar a tal gigante habitación, bañada en un olor relajante, colores pasionales no evitaron sentirse nerviosos, no estaban preparados para llegar más lejos.

Claro, nunca estuvieron preparados para nada y eso era lo que ellos no comprendían.
Izuku se tomó la libertad de quitarse el saco y deshacer el nudo de su corbata.

-Lo bueno, es que no tenemos que hacer nada. - alivió Kirishima en un intento de mal chiste. Su falsa tranquilidad quedó en la nada, al ver como el de cabellos revoltosos se quitaba los pantalones. - ¿Qué haces?

- Supongo que llegamos muy lejos... - mencionó, con la voz desecha mientras se acercaba al pelirrojo a gatas en la cama - Como para dejar esto, hasta aquí...

Sin mas volvió a besar los labios del más alto, con necesidad.
Kirishima comprendía, que ese no era Izuku su amigo y "no-novio". Era una criatura indefensa necesitada de amor.

Cuando quiso razonar, fue apresado por más besos que descendían hacia abajo por su cuello.

También comprendío que el ya no era quien decía ser, era un mentiroso cual también se veía en la necesidad de recibir amor.

Y fue así como entre lágrimas invisibles, se desvistieron quedando expuestos frente al otro, fue así como se besaron con sentimientos vacíos.
Donde sudaron y rozaron cuerpos muertos ya por dentro.

Donde lenguas se encontraron en una lucha dónde ambos deseaban perder todo, se entregaron el uno al otro en su primera vez.

En un silencio sepulcral que solo era interrumpido por los apagados gemidos de ambos.

Una mentira que recayó en sus espaldas con la intención de hacerse notar.

Y volvía a sus cabezas.

-¿Sabes fingir?

-Un poco...

-Pan comido.

Se repetía en sus cerebros como una canción maldita.

¿¡QUE PODÍA SALIR MALDITAMENTE MAL!?