5. Miénteme.

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Su estadía en el hogar se mantuvo tranquila durante unos dos días donde no supieron nada del mundo exterior, después de todo no era como si necesitarán resaltar últimamente;

—¿No creés que hemos estado muy tranquilos? — Preguntó el más alto mientras se llevaba a la boca la rodaja de mandarina.

—Ahora que lo dices...—

Automáticamente la pareja "comprometida" giró su cabeza hacia la puerta principal, donde no bastó que pasaran unos tres minutos para que se escucharan los golpeteos de unos nudillos en la madera.

—Tu turno. — Afirmó Kirishima para seguir comiendo su fruta con tranquilidad.

—Todo yo — Se quejó el pecoso para salir de la cocina y encaminarse hacia la puerta. — Ya verás cuando yo no esté. — Continuó hablando mientras abría, sintiendo como dos cuerpos se abalanzaban en su contra.

Kirishima se levantó de manera apresurada cuando escuchó unos chillidos, temiendo que fueran de su amigo, más su sorpresa fue cuando llegó al lugar viendo dos figuras femeninas en el suelo...

Encima de su no-novio.

—¿Qué hacen aquí? — Preguntó.

—Desaparecimos tres días — señaló a su amiga quien tenía levantando los tres dedos y afirmaba con la cabeza — ¿Y eso, es lo único que nos dices?

—Aghh, bien... — Aclaró la voz, para luego sonreír de manera forzada. — ¡Oh! ¿Qué les trae por aquí Mina?¿Uraraka?

—Nada especial. — Se encogió de hombros la segunda nombrada mientras se alejaba del cuerpo que estaba debajo suyo, con una inocente sonrisa. — Solo su boda.

—¿Nuestra boda? — Está vez quien preguntó fue Midoriya — ¡N-no hay fecha aún!

—Ni anillos de compromiso por lo que veo. — Hablo Mina mirando las manos desnudas de ambos. — ¿Sabes Kiri? Me definen como una persona muy bondadoso y  todo eso.

—Nadie te define así.

Un tierno puchero apareció en los labios de la chica — ¡Si lo hacen!

—¿Quien?

—Eh... — pensó— ¡Uraraka! — Sin ni siquiera girarse extendió su brazo para señalarla mientras la castaña solo se encogía de hombros y negaba con la cabeza.

—Miren — Irrumpió el peli-rojo la descordinación de las chicas, para inclinarse un poco y ayudar a su amigo a que se pusiera en pie. — Muy linda su intención pero, como ya oyeron no necesitamos nad-.

—Queremos encargarnos de los preparativos de la boda. — Habló la castaña.

—Y no aceptamos un "No" por respuesta — Continuó la chica de piel rosa — De verdad nos gusta cómo se complementan y queremos lo mejor para ustedes. — Una sonrisa se presentó.

—¿Nos lo permiten? — Agregó la otra chica, haciendo súplica con las manos.

—Esta bien — Los ojos de Eijirō casi se salen de sus órbitas ¿Había oído bien? — Confiamos plenamente en ustedes. — Ambas féminas chillaron de la emoción para luego levantarse del suelo (totalmente brillante y pulido gracias a Kirishima) y comenzar a planear todo.

Mientras tanto que cierto chico miraba con reproche a otro, quien solo le mostraba una sonrisa nerviosa.

Definitivamente alguien no sabía que las mentiras, no los llevarían tan lejos.




Recíproco -Tododeku, Bakushima.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora