Ambas cayeron a sus lados, jadeando y sudando mientras, intentaban calmar su respiración, regalando de una sonrisa.
– Jamás me había sentido tan feliz – Calle murmuró cerrando los ojos, mientras se acercaba a la peli-azul, pasando su mano por el abdomen de la chica, y escondiendo su rostro en el cuello de esta, ronroneando.
La peli-azul sonrió satisfecha, mientras dejaba que el aroma de esta semana apoderará de ella, un dulce y fresco aroma que la llevaba a un estado de tranquilidad.
– Me alegro, porque de ahora en adelante you haré que estés feliz siempre – Poché musitó con delicadeza, besando la cabeza de la chica, mientras entrelazaba sus manos con el cabello de la menor.
– Oye, Poché, ¿te puedo preguntar algo? – La menor comenzó tímidamente, mientras se despegaba de la chica, para quedar frente a esta, observándola a los ojos, mientras sentía su mejillas arder.
– Lo que quieras – La nombrada zumbo, empujando un mechón castaño de la chica, hacia dejarlo detrás de la oreja izquierda.
– Tú, no usaste protección, y me preguntaba si... – Está pauso, al ver como Poché sacudía la cabeza.
– Se por donde va, y no, no puedo hacer lo que piensas, ya me he hecho varias pruebas, y apesar de que funciona como el de un chico, es imposible dejar a alguien embarazada – Está informó, con un poco de decepción, apesar de tener una sonrisa en su rostro.
– Ya veo – Calle musitó, dejando sus palabras con una nota de duda.
El silencio había caído entre ambas, antes de que Poché se moviera, sentándose en el regazo de la menor.
– Quiero besar cada una de tus líneas, marcas, curvas, quiero conocerte por completo – Ronroneó, dejando ver el color rosado en sus mejillas, antes de bajarse, depositando un beso suave, lleno de amor en los labios carnosos de la chica, antes de continuar besando su cuello, donde dejó besos castos, y húmedos, juntos con uno que otro mordisco.
Continuó bajando hacia su pecho, dejando varios besos largos alrededor del pezón de la chica, continuando su recorrida hacia el brazo izquierdo, donde depósito temblorosos y torpes besos, hasta las manos. Tomando la mano, depósito un beso en esta, antes de introducir los dedos de la chica en su boca, lamiendolos, y suavemente dejando sentir sus dedos, mientras observaba a la castaña con anheló en sus ojos.
Hizo lo mismo con el otro brazo, antes de proseguir hacia el abdomen de la chica, besando cada rincón de esta, pasando su lengua por el ombligo. Está sonrió al llegar a la entrepierna de la chica, soplando viendo como la castaña temblaba, dejando un beso en el muslo izquierdo, húmedo y largo. Una vez terminó de besar por completo a la menor, con una sonrisa se levantó de la cama, observando su obra maestra, con una sonrisa traviesa en sus labios.
– ¿Te gusta usar camisas de manga larga? – Poché preguntó con curiosidad, mientras levantaba una ceja confundida de lo que está se refería.
– No mucho, ¿Porque? – Calle preguntó sentándose, aún mirando a la mayor.
– Porque me parece que tendrás que usarla, primera fantasía completada – Está comento con orgullo, señalando el espejo detrás de la chica, antes de correr al baño, dejando salir una risa de niña pequeña, cerrando la puerta a sus espaldas.
Calle por otra parte, se levantó de la cama, caminando hacia el espejo, abriendo los ojos sorprendida, al verse completamente con marcas de dientes y chupones en su piel. Su cara se tornó completamente roja.
– ¡POCHÉ! – la chica grito avergonzada, escuchando a la peli-azul reírse dentro del baño.
La castaña camino hacia la puerta del baño, tocando está un poco molesta.
– Venga, abre la puerta – Está musitó entre diente.
– Negativo, me vas a dar – Poché protestó con un tono infantil.
– Vamos, no te voy a hacer nada – la castaña suspiro, escuchando los pasos de la mayor.
La puerta se abrió, dejando ver a una Poché mojada, mientras de fondo se escuchaba la pluma. La castaña frunció el ceño molesta, entrando al baño, y sin perder tiempo se tiró encima de la peli-azul, mordiendo la en el hombro dejando una visible marca de sus dientes.
– Venganza – Calle comentó con una sonrisa, metiéndose en la ducha, viendo como Poché protestaba de dolor, pasando sus dedos en la marca.
– Rabiosa, espero que esto no se me infecte, ni siquiera yo te mordí tan duro – Poché comentó, entrando con la chica a la ducha.
– Ay, ¿la nena va a llorar? – Está dijo en un tono burlón – Dramática –
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Fanfiction» La mente juega sucio, junto con el corazón, en momentos más inoportunos, o en momentos más tranquilos « Una chica fue lo que bastó para que la mente de la castaña, empezará con sus juegos.