Capítulo 53: Cuenta la leyenda...

3K 227 16
                                    

Holis cachorrxs!  ❤🌈

Se que no había actualizado antes, pero es que tuve un bloqueó de mente, porque no tenía ni ideas de como hacer una leyenda explicando lo de las palabras. Pero al fin lo logre!

- Cuenta la leyenda... - Hoffman comenzó, mientras observaba como Calle se mantenía atenta a cada palabra que escapaba de los labios de la mayor.

~ Hace mucho tiempo atrás, cuando los terruños verdes eran frondosos, y el aroma de las aguas invadían la atmósfera con los cantares de las aves y los gruñidos de los animales. A pesar de que se escuchará como un ambienté hermoso y calmante, algo se aproximaba entre los rayos del sol dejando sombra por dónde pisaban, dejando un rastro de sangre, dolor y tinieblas; entre otras. Mientras entre los árboles se dispersaba el miedo, la nostalgia y la decepción.

Dos mundos, dos polos, dos sentimientos y una promesa; los hijos de la naturaleza, y los hijos de la destrucción.

Un día, entre los gritos de angustia, y discordia, la risa de un niño invadía la tan intranquila atmósfera, dándole un toque de inocencia a dichos alrededores; Hakim, un pequeño niño con sangre destructora, en descendencia del Rey de la Destrucción.

Sus piesitos disfrutaban de la tierra en la que caminaba, mientras jugaba con una rama y su pequeña mascota; una gatito negro con un corazón en la cabeza en pelaje blanco. Este había sido aprobado, después de que el pequeño de tan solo cinco años, le llorará. El pequeño perdió el rumbo, acercándose a aquella división visible con los árboles, que otorgaban una hermosa profundida de sombras, al contrario de donde se encontraba instalado; una parte del terreno con árboles cortados, dejando así el paso de los rayos del sol que los golpeaba en el rostro, haciendo que sus cuerpos subieran de temperatura, y las gotas de sudor fueran inevitables, con quejidos de molestia.

La curiosidad del pequeño aumentaba mientras menos distancia había entre el bosque y él, mientras seguía a su mascota de cerca. Hakim, llevó mirada hacía atrás, al volterase un poco para ver si alguien lo seguía. Una sonrisa traviesa se dibujó en su rostro, al no ver ningún ser cerca de él, y la distancia que había entre su pequeño cuerpo y él campamento de su padre. Sacudió la cabeza, y con sigilo se adentró al bosque, se detuvo, sintiendo como la sombra lo cubría del sol, la temperatura de su cuerpito descendiendo, y sus pulmones agradeciendo el limpió aire que le entregaban.

Hakim no pudo contener la risa, y la emoción, dejando que el sonido de su voz se liberara por su alrededor, comenzando a correr entre las raíces, las piedras y la humedad del la tierra, dejando que la nueva sensación que tenía se manifestará en su alma y cuerpo. Se detuvo de golpe, al escuchar el sonido de una risa ajena, combinada con el chocar de un cuerpo de agua.

Llevó su mirada hacía su mascota, asintiendo lentamente con la cabeza, y caminando hacía donde provino el sonido. Al pasar unos arbustos, dejó salir un jadeo, sintiendo su corazón palpitar rápido, una sensación que lo dejo atónito, llevando una mano a su pecho, extrañado de lo que ocurría.

Causante de dicha reacción, era una niña, de más o menos de su misma edad, su pelo era blanco, y sus ojos marrones. El pequeño se inclinó contra un árbol, observando como la chica jugaba con el agua en el rio, y danzaba al alzar las manos, dejando las gotas esparcirse por todos lados.

Hakim no pudo contenerse, y se acerco a la chica; esta se detuvo, un poco exaltada por la repentina invasión de su pequeño mundo. Él le sonrió, y sin pensarlo la mojo, queriendo empezar una inocente batalla de aguas, y formar una amistad con la niña.

Luego de unas largas horas de juego, Hakim levantó su vista hacia el cielo, viendo que el solo empezaba a dormirse, dándole a él, una advertencia que tenía que irse. El pequeño sabía que no volverían a verse, por lo cual tomó las manos de su nueva amiga, y pronunció una sola palabra.

Destino...

Fue lo único que el pequeño Hakim pronunció ese momento, antes de marcharse corriendo junto con su mascota, dejando a la pequeña sola.

Habían pasado 13 años desde ese encuentro.

Hakim, ahora con 18 años se encontraba solo, en el palacio que su padre construyó, después de despojar aquellos terruños de sus árboles, y su naturaleza.

Recordaba la imagen de la chica con la que había jugado cuando pequeño, imposible para él, borrarla de su mente, dandole una desesperación en su corazón por buscarla, y volver a verla.

11:11 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora