Ambas mujeres se habían quedado entre los brazos de Morfeo, y la calidez de las telas blancas que las rodeaba. Poché fui la primera en despertarse, abriendo los ojos forzosamente al sentir como la luz la golpeaba directamente a los ojos, cuyo momento antes de quedarse dormida la había hecho olvidar apagar dicha luz.
Empezó a gruñir y a mentalmente maldecir el fulgor que le hacía molestar los ojos, antes de sentir como un cuerpo se movía sutilmente entre su cuerpo y la cama, acomodándose más hacía esta.
Poché inconsientemente sonrió, llevando su mirar hacia abajo, capturando la imagen angelical de la menor, fuera de cualquier tormenta, alejada de cualquier daño. Su tranquilidad era tanta, que a la mayor no le dió ningún deseo de molestar el sueño de la menor, acurrucándose un poco más a la castaña. La cercanía la permitió obtener el ligero aroma fresco de esta, sin poder evitar llevar una mano en dirección de la cara, apartando un mechón que la cubría.
« Yo no se cómo Sebastián es tan suertudo y tan ciego a la vez » Dejó salir un suspiro, mientras dejaba sus dedos fantasmear por el rostro de esta, rozando la mejilla, luego el mentón, a continuación del cuello « Su piel es tan clara y suave, que me dan ganas de dejar marcas en esta, hacer una obra maestra que solo yo podría apreciar» Despegó su mano, llevándola a su pecho, mientras mantenía sus ojos en esta.
- Si me sigues observando así, me va a dar más vergüenza - Calle murmuró, sin abrir los ojos, sintiendo la delicada mirada de la chica en ella.
- No sabía que estabas despierta, pero... - Poché detuvo sus palabras, llevando su mano nuevamente al rostro de la chica y tomándola por el mentón - ¿Cómo te estoy mirando? - Está ronroneo con cariño mientras esperaba a que la castaña abriera los ojos.
Calle había sentido, apesar de ser casi inexistente el roce de la peli-azul, aunque se negaba a abrir los ojos.
- No te voy a mirar - Fue lo único que la castaña comentó manteniendo los ojos cerrados, intentando llevar su rostro hacia otro lado.
Poché sonrió, acercándose un poco más, evitando la acción de la menor cortando cualquier distancia que había entre ellas. Cuando sus labios se rozaron esta se detuvo, sintiendo como la respiración de la menor se contraía.
- ¿Por qué no? - La peli-azul insistió, sin malicia, pura curiosidad e inocencia detectable en su tono suave.
Calle paso saliva, tragando hondo al ser consiente de la cercanía que habían entre sus rostros.
« Maldición, ¿Cómo quieres que habrá los ojos, si cada vez que te veo... Me enamoró más de tí... Sé que no puedo, no puedo estar aquí, así contigo... Se que esto no es algo malo, pero aún estoy con Sebastián... Aunque lo quisiera dejar... Pero no puedo... ¿Cómo quiere que te mire a los ojos? Si solo veo toda la ilusión que se refleja en ellos, la admiración que me tienes... El deseó de mucho en un solo, y hermoso fulgor que se refleja tan perfectamente en esos bellos ojos... ¿Cómo quieres que te mire a los ojos? Si siento que puedo perder esto tan... »
Sus pensamientos fueron interrumpidos bruscamente por la cercanía de los labios de la mayor con los de ella, en un delicado y deseado beso. Este no contenía nada de deseó lascivo, no era brusco ni húmedo de esos que te dejan queriendo más. Era una delicado, de esos tímidos besos que se dan pero que a la vez no quieren arruinar el momento.
- No sabes lo mucho que deseo llamarte mía - Poché suspiró - Te quiero, jamás pensé volverme a enamorar, a pesar de que siempre busqué mi otra mitad - Continuó dejando recostar su frente con la de la castaña, llevando sus dedos hacia la palabra de la chica, rozándola con cautela como si de una figura extremadamente delicada se tratase - Ahora me dí cuenta, de cuánto anheló despertar todos los días contigo a mi lado, escuchar ese latido dejándome saber que esto es real - tomo la mano de la menor y la dejo posar en su pecho - ¿Lo sientes? Esto no lo causa más nadie, solo tú eres la dueña de mi corazón, y quiero que sea algo oficial, no solo quiero sentir esto como una pasar del tiempo, Daniela, Te quiero en serio -
La mencionada por fin abrió los ojos, quedándose en un trance al escuchar las dulces palabras de la mayor - Yo... -
Holis cachorritxs 💓
Me disculpó por no actualizar ayer, tuve un leve problema con el internet, y con mis ánimos, pero nah, tengo toda esta semana libre por lo cual estaré actualizando (sin aviso)
De todas formas estoy pensando borrar el capítulo 40, pues apesar de qué es bueno (o eso creo) no se, como que no debería estar en esta historia 🤷😂😅 pero aún lo estoy pensando. De todas formas, no creo que afecté el Capítulo 41, ¿Verdad?
Pero no sé, ¿que debería hacer? ¿Lo dejó o lo quito?
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11:11
Fanfiction» La mente juega sucio, junto con el corazón, en momentos más inoportunos, o en momentos más tranquilos « Una chica fue lo que bastó para que la mente de la castaña, empezará con sus juegos.