Capítulo 23: Determinación

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– ¡ALGUIEN QUE DETENGA ESTO! – Calle grito al no poder aguantar más sus pensamientos, poniendo un pies en la carretera.

La luz de un carro, junto con la bocina de este, la trajo a la realidad; con su pies se impulsó hacía atrás, cayendo sentada en la acera mientras observaba como el carro pasaba rápido al frente de ella, causando un momentáneo escalofrío al verse al borde de la muerte.

– Joder – Está comentó dejando salir un suspiro, que no sabía que lo tenía.

Se quedó un rato sentada en el suelo, observando el cielo oscuro, que solo tenía una que otra estrella visible a causa de la luz eléctrica. Cerró la ojos, cambiando sus pensamientos a cuando sentía a la mayor entre sus piernas, sintiéndola temblar, el olor que desprendía de ella, y la suave sensación de los labios de esta.

Observó a su alrededor, sintiendo una brisa fría rodearla, sintiendo su cuerpo sacudirse a causa de esta, levantándose del suelo, y sacudiendo el sucio de este. Empezó a caminar, pensando en donde se encontraba, percatandose que había pasado su calle, decidiendo volver para atrás, esta vez poniendo música en su celular, para no estar en completo silencio con sus pensamientos.

Al llegar a la casa, vio que Sebastián aún no llegaba, por lo que decidió, tomar un baño y acostarse a dormir. Al siguiente día se dió cuenta que este nunca llegó por la noche, sonriendo para si misma, la no tener que soportar lo, camino hacia el baño, limpiándose los dientes y peinandose, caminando hacia la sala, y colocar la radio, poniendo música, desde bachata hasta Reguetón, ni siquiera estaba pendiente a la letra, solo se movía al compás de la canción, mientras hacia algo de comer; un sándwich sencillo con una taza de café, y luego proseguía a recoger las cosas del chico, metiendo las en maletas y en cajas, colocándolas cerca de la entrada.

Eran alrededor de las 12 del día cuando decidió, meterse a bañar, quitándose el sucio y aprovechando para lavarse el pelo. Al terminar, salió de este, y se vistió; un top rojo con corazones en rosado y un pantalón corto, la ropa interior del mismo color rojo, finalizando con unas botas cremas. Camino hacia afuera, dejando una nota en la puerta para el chico, y llamando un Uber.

– ¿Para donde desea ir? – El muchacho del Uber le pregunto, una vez llegó.

Está le menciono la dirección, mientras verificaba sus redes sociales, viendo, las fotos de la noche anterior, entre ellas filtrándose el primer beso que Poché le había robado, y una sonrisa se formo en su rostro. « No creo que te quiera ver »

– La obligare a hacerlo – Está musitó para si misma, ganando una mirada extraña del conductor, quien la observó por el retrovisor.

– ¿Todo bien, Señorita? – Este preguntó levantando una ceja, mientras arrancaba en la luz que se había puesto verde.

Está sonrió desviado su mirada al chico, y con la mano desvío el tema, mientras asentía. Este asintió doblando por una de las calles, mientras se detenía en aquel tan conocido portón de la peli-azul.

– Es más escalofriante venir sola – Está comentó de nuevo en voz baja, entregando el dinero,y bajando se del carro.

Camino hacia el portón, encontrándose con el portero.

– ¿Que se le ofrece? – Este comentó con una voz ronca, observando hacia ella con una expresión sería.

– Vengo a ver a María José – Está comentó determinada, parándose derecha.

– Déjala pasar – La voz suave de Hoffman se escuchó, desde la puerta, haciendo que ambos mirarán hacia allá.

El hombre asintió, abriendo el portón y dejando pasar a la menor, mientras está daba una pequeña reverencia, y corría hacía donde la mayor, dandole un abrazo.

– ¿Que te trae por aquí? – Está preguntó devolviendo el abrazo, para luego abrir la puerta de la casa y entrar.

– Tengo unos asuntos con Poché – Está comentó mientras observaba a su alrededor, notando unas maletas en la entrada de la cocina – ¿Poché va para algún lado? – Preguntó con curiosidad.

Está observó las maletas y negó con la cabeza – Para nada, esas maletas son de la hermana de la señorita – Está aclaró, mientras las tomaba en mano – Ella está en su cuarto, toca antes de entrar debe estar hablando con Valentina – Está añadio antes de desaparecer con el equipaje.

Calle volvió a dar las gracias, mientras subía las escaleras, y se detenía al frente de la puerta que dirigía a la habitación de la chica. Pensó lo que estaba haciendo varias veces antes de subir la mano, y dar tres pequeños golpes en esta.

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