Capitulo 12

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-Todo estará bien mi niña- fue la mentira que pronunció May, porque nada podían hacer unas simples sirvientas para impedir que se aprovecharan de ellas, por eso ella misma se había encerrado en la cocina años atrás.

Comenzar diciendo que ambas tenían miedo porque sabían lo que era probable pasaría, no era el mejor augurio de todos y no le daba esperanzas a Megara.

Decir que no podía demorar mucho tiempo, más que el que se demoraban los encargados de la cocina, en tenerle lista el agua para el baño de el Lord era el principal motivo para tener aun más miedo.

- Esta lista el agua - anuncio Andrés entrando en el diminuto dormitorio- la bañera ya esta instalada en la recamara del Lord.

- Gracias, lleva el agua a la recamara Andrés - ordeno May.

Luego de que Andrés saliera de la habitación, May se giró y tomó a Megara por los hombros.

-Debes ser fuerte, intenta mostrarte rehacía y tal vez así no intente nada contigo- aquello intentaba infundir valor, pero solo hizo llorar más a Megara - Bajo ninguna circunstancia demuestres cuánto te afecta esto, podrán desear tu cuerpo, pero jamás tendrán tu mente... no dejes que esto te destruya.

Megara pensaba en aquellas palabras que pese a tener buenas intenciones no le enfundaban valor, todos en ese lugar creían que era nada más que una sirvienta sin embargo, ella era una señorita de noble cuna.

- No permitiré que me toque - sin darse cuenta Megara dijo aquello que estaba destinado a solo ser pensado. Ella jamás dejaría que su honor y su virtud se vieran en peligro.

Era una sirvienta, pero había nacido en noble cuna y aunque ya no contaba con la protección se sus padres, aun tenia los valores que estos le habían inculcado. Además aun tenia esperanzas de vengarse de sus padres.

- Esa es la actitud mi niña... ve, antes de que el agua se enfrié - Declaro May, si bien no le creía, puesto que una sirvienta no podía negarse y dejar en vergüenza al amo de la casa, vio valor en Megara, un valor que a ella le hubiese gustado tener.

sin otra palabra que pronunciar megara se encamino hacia el cuarto del Lord.

* * * * *

- Te has demorado demasiado - Lord Campbell ya se encontraba desnudo, y se encontraba cubierto con nada más que una bata de seda fina. vio en sus ojos enojo y a la vez la excitación de un cazador, y se vio a ella como su presa.

- Mis disculpas mi Lord - Dijo Megara mientras tragaba saliva - estaba preparando las esencias.

- No me hagas perder el tiempo, ahora ven- dijo ofuscado, pero Megara no le hizo caso. - Que esperas, ayúdame a desvestir.

- si claro, mi lord - se acerco y le quito la bata, se dio la vuelta a el y se encargo de dejarla estirada y al alcance para luego.

En cuanto dio la vuelta megara choco contra el cuerpo de Lord Campbell.

- Mi Lord, su baño se enfría- mientras decía esto Megara se escabullo de su cuerpo y se acerco a la bañera.

- Espero que sepas, que busco más que un baño- exclamo el Lord ofuscado, no estaba acostumbrado a que las mujeres de su clase se le resistieran, pero al ver la cara de la joven ante el poco dispuesta añadió - Lord MacLea, fue claro en que usted me daría lo que quisiera.

Aquello había sido un recordatorio de su posición como sirvienta.

Pero ella no era una simple sirvienta, y no caería ante el.

- Espero que sepa, que solo tendrá su baño- dijo desafiante y más que nada para demostrarse seguridad a si misma.

- Como te atreves, muchacha insolente - Lord Campbell se encontraba cada vez más enojado.

- Mi Lord, mi intención no es ofenderle, si usted quiere ser atendido de esa forma, mis compañeras estarán mas que gustosas de atenderle, pero espero que entienda mi posición. - Exclamo apenada y mostrando inocencia en ese tema en particular.

- ¿Eres virgen ? - pregunto sorprendido.

- si, mi Lord - sin poder evitar el rubor, Megara se sintió apenada y a la vez aliviada, al ver que ese seria su escape.

- ¿Tu nombre?

- Megara.

- Megara sabes, esto me causa aun más interés en ti- Exclamo sonriendo, no le había creído, ella solo buscaba una forma de escaparse de el y eso solo le dio impotencia.

Se acerco a ella hasta acorralarla contra el borde de la bañera.

- No esta bien mentir- Señalo esta vez molesto.

- No le he mentido mi Lord.- dijo asustada.

No tendría escape, se había visto aliviada diciendo la verdad sin creer que podrían creerla mentirosa.

- Eso lo diré yo.- dicho esto, comenzó a subirle la falda.

- Pare por favor, no le he mentido - Exclamo sollozando.

- Tranquila, esto sera rápido- Megara sintió como su mano ya subía por el costado de su rodilla y tembló.

- Por favor, deténgase - el miedo y la impotencia la llenaban, se sentía débil y vulnerable.

- Shhh... - dijo dándole caricias, para intentar calmarla.

- Por favor - volvió a suplicar cuando sintió su mano junto a su cadera.

Sin embargo su suplica no fue escuchada, el comenzó a tocarle su parte intima mientras ella temblaba y lloraba sin control.

Es cosa de tiempo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora